Los manifestantes prodemocracia de Hong Kong, que llevan 10 días de protestas, cedieron algo de terreno ayer al desalojar una vía principal y abrir paso para que los empleados gubernamentales pudieran entrar a sus oficinas.

La ciudad recuperó la mayor parte de su actividad y los 3.000 empleados de la administración pública volvieron a sus puestos de trabajo.

El número de protestantes era notablemente menor en comparación con los días anteriores, sin embargo, ignoraron la petición de dispersarse, por lo que no hay certeza de cuándo terminará el prolongado enfrentamiento en el corazón de una de las capitales financieras de Asia, reportó la cadena CNN.

El secretario general de la Federación de Estudiantes, Alex Chow, una de las organizaciones que abandera la campaña de desobediencia civil, reiteró que las protestas y la ocupación callejera continuarán por lo menos hasta conocer el tono en el que representantes del gobierno quieren llevar a cabo el diálogo.