Hospital de Quito necesita 5000 trajes de protección mensuales para atender a pacientes con COVID-19

Quito – Alrededor de 5000 trajes de protección al mes necesitaría el personal del hospital Eugenio Espejo, que atiende en Quito a los pacientes afectados por el coronavirus.

La cifra la dio Manuel Jibaja, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de esa casa de salud, al intervenir en la sesión virtual realizada por el Concejo Metropolitano, que hizo un reconocimiento al personal de salud del hospital por su labor.

El galeno contó que el personal está integrado por médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, terapistas respiratorios, personal administrativo y de limpieza.

«Todo este personal, que es numeroso, entra a las salas de pacientes COVID graves, a exponerse de la misma manera», dijo Jibaja, quien agregó que atender a esos pacientes es complicado porque día a día se modifican las recomendaciones de tratamiento.

«Al ser una enfermedad desconocida, con grandes riesgos, el personal de cuidado intensivo se ha visto expuesto (…) a muchos miedos para entrar a mirar este paciente. Estamos tratando serios problemas emocionales de nuestro personal que se pasa 8, 10, 12, 24 horas, con unos trajes que es muy difícil de llevar, cuando usted usa un traje de estos los lleva puestos más de 2, 3 horas, tiene la cara marcada», explicó el médico.

Jibaja pidió a la ciudadanía seguir las recomendaciones de las autoridades, pues señaló que si no se contiene la pandemia no habrá equipos médicos ni personal suficiente.

«La Unidad de Cuidado Intensivo del hospital (Eugenio) Espejo necesita aproximadamente 5000 trajes mensuales para poder estar protegido (…) también se necesita estar disponible toda la medicación a cargo, es muy cara y alguna no hay en el país (…) es un escenario bien complejo…», indicó.

También resaltó la recuperación de pacientes que fueron dados de alta no solo en Quito sino en otras ciudades.

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, recordó la importancia de que la ciudadanía esté protegida con el uso de mascarilla y mantener el distanciamiento social adecuado. (I)