Al estadounidense-argentino Michael Hoyos (de 29 años; nacido en Fountain Valley, California) le queda un ‘sinsabor’ porque Guayaquil City, club del que es capitán, no haya conseguido este año un boleto a torneos internacionales y termine en el limbo del certamen nacional.

Quien fuera el ‘10’ de la selección albiceleste en el Sudamericano Sub-20 de Arequipa (tercer puesto) y los Panamericanos de Guadalajara (medalla de plata), ambos certámenes en 2011, estimó –en diálogo con este Diario– que el equipo porteño mejoró respecto del año pasado, cuando debió descender por finalizar último pero por “invitación” se quedó en la serie A.

“Y sobre eso que dicen, que solo nos matamos (lo dan todo en busca del triunfo) frente a Barcelona u otros equipos grandes, no es así”, sentenció el mediapunta que cursa su tercera campaña en Ecuador tras llegar en 2017 al Deportivo Cuenca. También recordó su paso por el elenco juvenil de Argentina.

Hay quienes dicen, a veces en serio a veces en broma, que Guayaquil City ‘solo juega contra Barcelona’ y otros clubes grandes del país. ¿Qué opina?

Eso que dicen que solo nos matamos frente a Barcelona u otros grandes, no es así. Nosotros nos matamos

en todos los partidos, pero a veces se dan mejores resultados contra ellos. No es nada personal. Dios lo quiere así y justo se da. ¿Algo distinto? En mi caso, la alegría de ganarle, por ejemplo, a Barcelona en su estadio (lo hizo en 2018), pues quizás a ojos de cualquiera parece muy difícil. Nosotros queremos ganar todos los partidos y aspirar a llegar a lo más alto. No es que nosotros nos digamos ‘vamos a ganarle a este o a este otro’ en especial.

¿Qué cambió para que, de escaparse del descenso en el 2018, esta temporada haya habido momentos en que un torneo internacional pareciera alcanzable?

Llegaron buenos jugadores (entre estos, el uruguayo Gonzalo Mastriani, uno de los principales artilleros del torneo) y hemos seguido una metodología de juego que solidificó el plantel. Se mantuvo la base del año anterior. El año pasado estuvieron muchos chicos jóvenes que esta campaña se consolidaron y rindieron. Terminamos fuertes si bien los objetivos que teníamos no se dieron. Hemos mejorado mucho. Querer y saber que podíamos dar más, eso nos llevó a pelear por cupos internacionales hasta las últimas jornadas.

El formato del campeonato del 2020 me gusta, pues ya no se juega con el objetivo de entrar a playoffs, sino de ser campeón. Y hay actividad hasta fin de año. Michael Hoyos, capitán de Guayaquil City

¿Queda un sinsabor entonces al no lograrlo?

Sí. Uno siempre se ilusiona con ser campeón y jugar campeonatos internacionales. Nos quedamos con esa espina, con ese sabor amargo al saber que lo podíamos cumplir y no llegamos. Nos quedamos un poco frustrados.

Anotó ya la misma cantidad de goles este año (10, resta una fecha) que la campaña anterior, pero con menos juegos ahora (30 vs. 42). ¿Qué le sugiere eso?

Estoy consciente de aquello. Sé cuántos goles marco. Es importante en lo individual, pero también es importante lo grupal. Lo grupal lleva a que el individuo crezca y se sienta con mayor confianza. A mí me ayudó a consolidarme en el club aún más. Yo no soy goleador ni 9 neto si bien me gusta buscar el arco rival. Dios ha sido bueno conmigo en este tiempo.

¿Cuál de sus tantos con los citadinos es su favorito?

Ante todo, es muy lindo anotar un gol incluso si uno lo hace con un pelo de la cabeza (ríe). Los que más recuerdo son el de la inauguración del césped natural del Chucho (estadio Christian Benítez, el 9 de junio de 2018), contra El Nacional (un derechazo desde fuera del área), y frente a Barcelona en el Monumental, cuando la agarré de volea en un duelo que vencimos (0-2, 18 de mayo de 2018). Tiene cierto gusto anotarle un gol a un equipo grande; pero mucho no cambia, es un gol al fin. Se disfruta del momento y al otro día uno debe seguir.

¿Está abierto ahora a recibir ofertas de clubes grandes del torneo ecuatoriano?

Sería un salto en mi carrera. Es algo bueno jugar en un equipo grande de cualquier país. Uno aspira siempre a eso, pues piensa en el aspecto familiar, darle lo mejor a una esposa y a unos hijos. Es un plus en lo futbolístico y económico, un desafío lindo. Después, no te garantiza ganar todo que seas un equipo grande. Solo hay que ver lo que ha logrado Macará (vencedor de la temporada regular) o Independiente del Valle (en espera de jugar la final de Copa Sudamericana).

¿Cuál ha sido la zaga más complicada de superar?

El club más cerrado en defensa, que está a la vista de todos, es Macará. Es un equipo muy sólido, muy defensivo y bueno en el contraataque. Es complicado jugar de espaldas contra ellos. Después, la defensa que me gusta como juega es la de Independiente del Valle, (Richard) Schunke y (Luis Fernando) León. Ellos se complementan muy bien. Tienen una gran visión de salida, de pase. Es notorio.

Jugó en la Liga argentina (con Estudiantes de La Plata y Sarmiento). ¿Qué le diferencia a esta del balompié ecuatoriano?

El fútbol acá es más fuerte, más aguerrido, en el que tienes más tiempo la pelota. En Argentina, en cambio, es todo más rápido, más táctico, no hay mucho espacio y todo es a uno o dos toques. Se destacan en Ecuador la fuerza y la velocidad de los jugadores. Es un fútbol muy lindo, muy rico, de muchas promesas.

¿Qué recuerda de su paso por la selección juvenil de Argentina en el 2011? (También pasaron por el balompié de Ecuador los albicelestes Carlos Alberto Columbo Mendoza, mundialista sub-20 en 1981 junto con Jorge Burruchaga, y Juan José Meza, campeón del mundo juvenil en 1979 junto con Diego Maradona).

Fue extraordinario. Fueron momentos muy lindos que disfruté al máximo. Hicimos un gran Sudamericano en Arequipa. Me perdí el Mundial (en Colombia) por un accidente automovilístico meses antes. La pasé bastante mal entonces. No alcancé a recuperarme. Después, nos fue bien en los Panamericanos. También estuve de sparring (compañero de ensayos) en el Mundial de Sudáfrica (de mayores, en el 2010), con Maradona como director técnico. Fue lindo pasar tiempo con todos los jugadores que ya conocemos (Lio Messi, Carlos Tévez, Juan Sebastián Verón y demás cracks).

Fuente: eluniverso.com

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