En nuestro país, se calcula que la mitad de las viviendas están mal aisladas, lo que hace que desperdiciemos energía tratando de calentarlas y nuestro dinero se esfume como lo hace el calor.

Aislamiento: la clave para un invierno sin frío

Ante esta situación, muchos propietarios deciden reformar su casa para mejorar la eficiencia térmica, una decisión inteligente, sobre todo si tenemos en cuenta que el 42 % de la energía doméstica se destina a la climatización.

Pero aislar sin conocimiento puede ser peor que no hacerlo. Un mal aislamiento no solo no ahorra dinero, sino que puede generar problemas estructurales graves, riesgos de seguridad e incluso arruinar la habitabilidad de la vivienda. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un aislamiento deficiente puede suponer un sobrecoste de hasta 1.000 euros al año en energía.

Peligros de aislar mal tu casa

Teniendo en cuenta que aislar correctamente un piso requiere una inversión media que ronda los 11.000 euros, cometer errores en la instalación puede disparar el tiempo de amortización más allá de los 11 años estimados o, directamente, obligar a rehacer la obra. Para evitar que tu reforma sea en vano, la OCU ha identificado los cinco fallos que un experto jamás cometería, y que debes evitar a toda costa.

Antes de nada, hay que entender que modificar el flujo de aire de una zona de la vivienda, junto con la temperatura, puede tener consecuencias en otra parte de la casa.

• Aislar sobre instalaciones eléctricas: A pesar de que la lógica puede decirnos que tenemos que sellar cualquier entrada de aire frío, hay límites. La OCU advierte tajantemente sobre el peligro de cubrir componentes eléctricos. Nunca se debe colocar material aislante directamente sobre cables, cajas de fusibles o lámparas empotradas en el techo por motivos de seguridad. La electricidad genera calor, y podría provocarse un incendio.
• Aislamiento en buhardillas. Si tienes la suerte de contar con una buhardilla o desván, es probable que hayas aislado el suelo para evitar que el calor de la casa se escape por el tejado. El error común aquí es tratar ese suelo aislado como un trastero normal. Jamás se deben apilar cajas u objetos pesados directamente sobre el material aislante (como la lana de roca o fibra de vidrio). Si aplastas estos materiales con peso, impides la circulación del aire, por lo que aparecerían humedades y manchas.
• Aislar sobre una pared mojada: Este es el peor fallo a largo plazo. Muchos propietarios ven una mancha de humedad o una grieta fría y piensan que poniendo una capa de aislante encima se soluciona, pero es un grave error. Ten en cuenta que si aíslas una pared que ya tiene problemas de filtración, sin reparar esas zonas antes, harás que la humedad permanezca dentro de la pared. Esto hará que los materiales se pudran y se expanda el moho tóxico, hasta salir a la superficie.
• Aislamiento en sótanos: Antes de aislarlos, necesitas garantizar una ventilación adecuada, ya sea mecánica o natural. De lo contrario, crearás una cámara estanca donde el aire viciado y húmedo se estancará, arruinando la salubridad del espacio.

Invierte bien tu dinero

Finalmente, la OCU pone el foco en el factor humano. El auge de las ayudas públicas y los Certificados de Ahorro Energético ha hecho que el sector se llene de empresas poco fiables que no están cualificadas. Para evitar esto, pide referencias y asegúrate de que estás contratando una empresa que va a trabajar bien.