Ecuador no tiene capacidad para controlar libre porte de armas, advierte experta

Visualizaciones: 2

Además, previene sobre las graves consecuencias de esta medida, como el incremento de la violencia.

Punto Noticias. La inseguridad que se vive en el país ante la creciente ola delincuencial, contra las personas y la propiedad, hace que se ponga en el debate la propuesta del libre porte de armas para combatir a la delincuencia e inclusive el Gobierno analice posibles reformas a la ley sobre esta materia.

A criterio de Carla Álvarez, especialista en control de armas, la libre portación de armas provoca muchos problemas. Lo primero es que aumenta la violencia entre los miembros de la sociedad que tienen a la mano dispositivos que permiten resolver conflictos de manera rápida, pero violenta.

Advierte que aumenta la violencia en los hogares, entre los miembros de una familia, pero también aumenta la violencia de género.

No permite resolver los conflictos de manera pacífica, porque pone a la mano un instrumento violento, pero, además, son excesivamente letales. Con un arma se tiene casi la garantía de morir, pero si no muere queda severamente afectado, con un daño irreparable; en el mejor de los casos, un daño psicológico irreparable. En el peor de los casos, la inhabilidad completa, a cargo de su familia, siendo una carga, una responsabilidad enorme, alerta la experta.

A su criterio, Ecuador no está en capacidad para controlar el porte de armas, porque se necesita equipamiento técnico, softwares especiales, etc., que el país no tiene habilitados ni a la mano y lo ha demostrado cuando tiene dificultad para hacer control de sus políticas, de los carnés de discapacidad, de la matriculación vehicular, que son temas cotidianos. Lo que podría disparar los mercados legales e ilegales de comercialización de armas.

Liberar el porte de armas traería como consecuencia, en opinión de Álvarez, instaurar la ley de la selva. En vez de resolver los problemas de manera institucional, lo que hacemos es velar cada uno por su propio patrimonio, por sus propias condiciones, por sus propias familias; es decir, defiéndase como pueda, que es el discurso nocivo de ciertos políticos, que no permite cerrar el camino de la civilización, en opinión de la analista.

Álvarez comentó que, para agravar la situación, según una encuesta de Latinobarómetro, en América Latina solo 14 personas de cada 100 confían en su entorno, lo que implica que las demás no confían en quienes están a su alrededor y tienden a tener una actitud de prevención y muchas veces agresiva.

“Si este es el estado normal de la sociedad, imagínese usted con un arma”, cuestionó.

Relacionado