El 21,3 % de votos de Jorge Yunda le otorga el triunfo en Quito y, a la vez, revela su debilidad

Quito –

A Jorge Yunda, el respaldo de uno de cada cinco votos válidos (sin nulos ni blancos) le alcanzó para festejar como alcalde electo. Con el 100 % de las actas procesadas, ganó la elección frente a otros 17 candidatos. Sin embargo, ese mismo 21,3 % de votos que lo ubicó en la cima le podría resultar insuficiente para administrar el Municipio capitalino sin contratiempos políticos.

Un antecedente: el actual alcalde Mauricio Rodas llegó al cargo con el 58,5 % de la votación y termina su gestión con bajos niveles de popularidad, entre otros motivos, por la constante disputa con el Concejo Metropolitano, una instancia clave que legisla, fiscaliza y aprueba ordenanzas o resoluciones.

Según los datos del Consejo Nacional Electoral, Yunda (Unión Ecuatoriana) apenas tendría tres ediles de su movimiento en un Concejo dominado por Fuerza Compromiso Social (correísmo), Izquierda Democrática y Concertación, precisamente las tres tiendas que pusieron candidatos para la Alcaldía y que ocuparon, respectivamente, el segundo (Luisa Maldonado), tercero (Paco Moncayo) y cuarto (César Montúfar) puestos.

Los resultados muestran que quienes no votaron por Yunda son mayoría: cuatro de cada cinco votos no fueron para él, una situación muy distinta a la que se registró en elecciones locales anteriores.

Desde la época en que Jamil Mahuad dirigió a Quito (1992-1998), casi todos sus predecesores alcanzaron esa dignidad con más del 50 % de la votación. Augusto Barrera obtuvo en 2009 un respaldo del 43,1 %, de acuerdo con datos difundidos al cierre de esos procesos.

La concejal independiente Daniela Chacón reconoce un bajo nivel de legitimidad en el triunfo de Yunda, pero sostiene que “no hay que tenerle miedo” a la relación con el Concejo Metropolitano, pues es parte de la gestión del Municipio.

“Siempre hay diferentes visiones. Esa idea de que el Consejo tiene que decirle sí a todo al alcalde implica que no ejerza su rol de fiscalización y de asegurarse de que los recursos, los programas y políticas sean coherentes y acuerdo con la ley”.

Varios analistas políticos coinciden y señalan que el nuevo alcalde podría superar la debilidad de su votación con alianzas y el apoyo de más sectores. En esa línea, aprovechó la primera reunión de transición con Rodas y lanzó la idea de crear un consejo consultivo constituido por exalcaldes “para que aporten con su experiencia”.

No han pasado ni dos días de las elecciones y Yunda también ha pedido la colaboración de personajes destacados de la ciudad e incluso de excandidatos que el domingo pasado compitieron con él.

Para el consultor político Alfredo Dávalos. la realidad de Yunda es distinta a la de los alcaldes anteriores. “Esta vez hubo una gran dispersión del voto, con un récord de 18 candidatos. Pero ganó y ahora debe buscar el diálogo con distintos actores: empresarios, transportistas, organizaciones sociales… Los que sean necesarios para legitimar su triunfo”.

Con excepción de Maldonado, quien no está de acuerdo con los resultados electorales, el resto de sus contrincantes -como Montúfar, Juan Carlos Holguín, y Moncayo- han expresado su intención de colaborar para que la gestión de la próxima Alcaldía sea exitosa.

De 53 años, Yunda es polifacético. Su vida ha estado marcada por el esfuerzo propio y, como él mismo lo subrayó, no ha necesitado de “jefes ni ídolos”. Si bien fue asambleísta y secretario de Telecomunicaciones en tiempos de Rafael Correa, también ha sido músico, locutor, empresario, médico, dueño de franquicias, organizador de conciertos, presentador de televisión, presidente de un equipo de fútbol… Desde el 14 de mayo será el alcalde de Quito y su habilidad para conseguir sus metas y respaldos estará otra vez a prueba.

Los lamentos de la derrota

Mientras Yunda prepara su agenda como alcalde electo, los candidatos que perdieron las elecciones y que comparten un espectro político similar (Montúfar, Holguín y Solines) especulan sobre si en lugar de lanzar postulaciones individuales se hubiesen consolidado alianzas.

Montúfar, que quedó cuarto, aseguró que al comienzo del proceso su movimiento había llegado a un acuerdo con CREO para presentar una alianza, pero que Guillermo Lasso la deshizo a última hora. En sus cálculos, esa combinación le hubiese permitido llegar a la Alcaldía, pues sus votos y los de Holguín habrían superado a los de Yunda.

Holguín y Solines han reconocido públicamente su derrota, pero no han señalado nada con respecto a su papel dentro de la tendencia de centro derecha.

Una observación les llegó desde la izquierda. Pablo Dávalos, el candidato de Pachakutik, dijo en su cuenta de Twitter: “es cierto que el centro derecha debió haberse unido en Quito y la situación habría sido diferente”. (I)