4.000 docentes no cobraron vacaciones

Docentes de la Gobernación del estado Cojedes protestaron ayer a las puertas de la Asamblea Nacional para exigir la cancelación correspondiente al bono vacacional de este año, ajuste salarial y bono recreacional para jubilados.

Desde el pasado 25 de julio, más de 4.000 trabajadores de la educación –entre docentes activos, jubilados y contratados, así como obreros– no reciben el pago de sus beneficios, aseguró Wolfgang Maya, presidente del Sindicato de Profesionales y Técnicos en la docencia del estado Cojedes, filial de la Federación de Educadores de Venezuela.

Según Maya, la deuda asciende a 123 millones de bolívares. “El gobierno piensa que estamos guarimbeando porque les pedimos apoyo a todos los diputados y autoridades, sin importar el partido que sean. La situación está tan grave que la quincena pasada no cobramos a tiempo”.

Los empleados, en su mayoría docentes de educación básica, ya suman 68 días en protesta de calle, trabajando medio tiempo en las escuelas, dijo Nayarit Rodríguez, docente activo del estado. «Tenemos docentes jubilados con enfermedades terminales que todavía esperan por su pago», advirtió.

Maya mencionó que en la región muchos jubilados tienen 14 años sin cobrar sus prestaciones sociales. “Cada vez que hay pago de prestaciones en Cojedes, pagan a 20 o 25 personas, cuando nosotros somos 756 jubilados”.

Rita Pachano denunció que desde que salió su jubilación, en mayo de 2011, no ha recibido el cheque de sus prestaciones. «Tampoco se nos ha cancelado la homologación de 10% que correspondía para junio de 2014, ni del 15% para septiembre de este año. Los docentes nacionales recibieron ese beneficio por contratación colectiva y también nos toca a nosotros recibirlo”, reclamó la educadora.

Maya indicó que desde hace dos meses, los docentes afectados han agotado las instancias regionales para exigir respuestas. «La gobernadora no ha buscado la manera de reunirse con nosotros. Nos han dicho que no hay plata y hay rumores de que sí se aprobó el dinero, pero no se sabe dónde está».