Hasta menos de $1 en cuentas de Jujan para obras cada mes
“Ya va a ver cómo sale el agua”, dice Mercedes antes de destapar la tubería de agua de su casa, en la cooperativa 1 de Mayo, en Alfredo Baquerizo Moreno, conocido como Jujan, en la provincia del Guayas.
Del tubo sale un líquido amarillento con un raro olor. “De donde sea tenemos que sacar para comprar botellones de agua para tomar”, lamenta Mercedes, quien añade que para bañarse deja en reposo el agua por unas horas y aún así teme contraer alguna enfermedad. Su hija tiene unos granos en la nariz que ella atribuye al contacto con esa agua.
En varias cooperativas de Jujan, hay quejas por este servicio, inaugurado el 6 de mayo por el entonces alcalde Nicolás Ugalde, electo por el partido Avanza y afín a Alianza PAIS.
El contratista de la obra, Óscar Urgilés Campoverde, asegura que solo el 30% de la población estaría conectada a las guías de agua potable, y que ese es el problema de la turbiedad del agua. “No fluye el agua a las redes”, comentó y agregó que la Contraloría revisa ese tema, por lo que hicieron un análisis químico del agua y el informe concluyó, según Urgilés, que es apta para el consumo.
Ugalde le adjudicó el contrato a Óscar Urgilés en 2018 por $3,1 millones. La planta de purificación capta el líquido de un pozo, filtra y distribuye el agua a la cabecera cantonal, de 11 000 habitantes. La obra, dice Urgilés, fue recibida provisionalmente por Ugalde, pero la recepción definitiva está pendiente en la actual alcaldía.
En varios sectores de Jujan hay agua estancada, como en Barrio Sur. Moradores exigen una solución definitiva.
“Si usted no pone a operar la planta, usted cree que le va a salir agua totalmente purificada”, dice Ugalde y culpa a la actual alcaldesa de Jujan, Ángela Herrera, del Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero.
Ella le responde que no recibió los equipos de laboratorio para medir la calidad del agua: “La administración pasada contrató (esa obra). Si es una planta de tratamiento, cómo no va a estar contemplado el equipamiento”. Ugalde dice que el laboratorio estaba equipado y el contratista lo desmiente.
El río Jujan presenta sedimentos que se han alojado en una de las riberas del afluente. Habitantes dicen que no se ha realizado el dragado de este cuerpo de agua dulce.
Carlos Peña, gerente de Policonstruc, empresa fiscalizadora de esa obra, agrega que la turbiedad no sobrepasa los niveles permitidos.
“El sistema está diseñado para sacar 54 litros por segundo, pero se está consumiendo 12 litros. Los habitantes y el municipio no han hecho las interconexiones. El agua pasa mucho tiempo en la red”, explica Peña, quien sugiere al cabildo limpiar las tuberías.
Al problema de la turbiedad se suma la falta de un generador de energía en la planta, ya que el servicio se paraliza cuando hay cortes eléctricos, señala Herrera. Ugalde dice que no se contrató por falta de dinero.
El Municipio de Jujan tiene un déficit de unos $10 millones desde mayo pasado en que Herrera asumió la Alcaldía. Cerca de $3 millones se deben a proveedores, $2 millones a empleados y más de $2 millones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). En junio, el Municipio contaba con $0,15 en su cuenta, luego de que la asignación de unos $330 000 se usara para pagar deudas.
“La administración pasada no pudo haber comprometido más del 25 % del presupuesto; sin embargo, dejan comprometido el 100 % de los recursos”, cuestiona Ángela Herrera.
Otro problema en Jujan es la falta de alcantarillado sanitario. En Barrio Sur, Darwin Rodríguez, de 34 años, cuenta que usa un pozo séptico, porque la alcantarilla no sirve.
Hace unos años se instalaron tuberías como parte de la primera etapa de un proyecto, pero no están conectadas a una planta de tratamiento, pues no existe. Los residuos se descargan al río, confirma la alcaldesa Herrera, quien detalla que el cantón necesita $5 millones para solucionar el problema.
Las obras sanitarias y viales han quedado relegadas en Jujan por los pagos a proveedores, como la transferencia mensual de $34 000 para el alcantarillado pluvial que se adjudicó en 2014 a la empresa Insubria S. A., por unos $900 000, y que, según Herrera, no funciona.
Instalaciones reparadas del mercado municipal de Jujan sin uso. Comerciantes prefieren trabajar en sitio céntrico.
“Mire cómo estuvimos a pique (inundados) el año pasado, lo que hicieron son esos muros de gaviones que no terminaron”, cuenta un morador que reclama por qué no se dragó el río Amarillo, cerca de su casa.
Entre los contratos de Jujan hay un proceso de dragado de los ríos Jujan, Amarillo y Chilintomo, adjudicado a la firma Machinescorp, por $975 000.
La alcaldesa Herrera afirma que ese contrato se terminó de mutuo acuerdo porque la compañía contratista “se da cuenta” de que ya no había arena en el río. Pese aquello, asegura, el cabildo “sigue pagando $10 000 mensuales a esta empresa”.
Ugalde afirma que sí se realizó el dragado y que con el material extraído se rellenaron barrios: “Las deudas hay que honrarlas. Cuando la draga dejó de extraer arena empezaron los trabajos con relleno manual por medio de volquetas”.
Entre las deudas del cabildo también consta un rubro de alquiler de maquinaria pesada por unos $30 000. En la actualidad, el Municipio de Jujan no tiene equipo caminero, pues las retroexcavadoras, tractores y volquetas que tenía en su inventario permanecen oxidados y sin sus motores, en el ingreso a la población.(I)