Xiaomi Book S 124 primeras impresiones la vuelta de Xiaomi
Xiaomi Book S 124 primeras impresiones la vuelta de Xiaomi . Xiaomi quiere tener su propia Surface. Es lo primero que te viene a la cabeza cuando ves el Xiaomi Book S 12,4″, su apuesta de convertible con capacidades de ser tanto una tableta como un portátil completo con la ayuda de sus accesorios. Hemos podido probar brevemente este dispositivo o tenemos unas primeras sensaciones que podemos compartir. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Ficha técnica del Xiaomi Book S 12,4″
XIAOMI BOOK S 12,4″
DIMENSIONES Y PESO
294 x 197 x 8,95 mm
720 g
PANTALLA
LCD 12,4″, formato 16:10, 2.560 x 1.600 píxeles (WQHD+)
60 Hz, 500 nits, táctil (10 puntos multi-touch)
DCI-P3 100%, Gorilla Glass
PROCESADOR
Qualcomm Snapdragon 8cx Gen 2 (7 nm)
CPU: Qualcomm Kryo 495 (octa-core, hasta 2,84 GHz)
GPU: Qualcomm Adreno 680
MEMORIA
8 GB
ALMACENAMIENTO
256 GB
CONECTIVIDAD
Wi-Fi 5
Bluetooth 5.1
PUERTOS
USB-C
Minijack 3,5 mm
CÁMARAS
Trasera: 13 MP
Frontal: 5 MP
AUDIO
Altavoz dual 2+2 W
Micrófono dual
BATERÍA
38,08 Wh / 4.920 mAh
Carga rápida a 65 W
PERIFÉRICOS
Teclado (opcional)
Xiaomi Smart Pen (opcional)
SISTEMA OPERATIVO
Windows 11 para ARM
PRECIO
Xiaomi Book S 12,4″: 699 euros
Teclado: 149 euros
Xiaomi Pen: 99 euros
Sistema Online
Un diseño sobrio con unas dimensiones y peso adecuados
A primera vista, el Xiaomi Book S 12,4″ no presenta nada que rompa esquemas: se trata de una tableta con una funda opcional que lleva un teclado y un trackpad integrado (no hemos tenido oportunidad de probar el Xiaomi Pen). Su peso no es exagerado, lo que con su tamaño de 12,4 pulgadas lo hace un dispositivo muy interesante para quien necesite portabilidad absoluta. Prueba de ello es que es un poco más ligero que los iPad Pro de 11 pulgadas si comparamos ambos dispositivos con sus fundas-teclado puestas.
No estamos ante el dispositivo más delgado, pero el Xiaomi Book S tampoco peca de ser demasiado grueso. Es algo que podemos llevar perfectamente dentro de una carpeta de estudiante o una messenger bag, y cabe perfectamente en una mochila.
Algo que sí he notado es que cuesta acostumbrarse a la funda: depende de como la coloques puede desmontarse fácilmente, con lo que hay que cogerle mucha confianza antes de poder cogerle la práctica. A lo que sí me he acostumbrado rápidamente es el teclado: las teclas ofrecen un tacto fiable y escribir testo en él es muy agradable. El trackpad también se defiende bien, con unas dimensiones correctas y un click que si bien podría ser más suave tampoco representa problemas. La propia funda ofrece también un tacto suave, aunque habría que ver cómo se degrada su material sintético con el tiempo.
Hay que tener en cuenta que el Xiaomi Book S 12,4 cuenta con un sólo puerto USB-C para carga y datos
El Xiaomi Book S 12,4″ cuenta con un puerto USB-C de carga y datos, además de jack de auriculares y botones de bloqueo y volumen al estilo de un móvil. Eso hace que su uso con muchos accesorios, como en el resto de convertibles y tabletas, no sea demasiado cómodo y requiera de adaptadores. Lo mejor es que ese puerto sea principalmente de carga y para conectar alguna que otra unidad de almacenamiento externa.
Experiencia de uso: un Windows 11 que ofrece una experiencia completa para los usuarios generales
Lo que más me ha llamado la atención mientras probaba el Xiaomi Book S 12,4″ es el perfil de su pantalla AMOLED. Sus colores son muy vivos sin que sean demasiado forzados, y la definición de 2.560×1.600 píxeles hace que no se noten los píxeles individuales a simple vista. Además, el tamaño de la pantalla es el justo para que dé más la impresión de portátil que no de pantalla básica de tableta.
Pero lo que más lo aleja del formato tableta es Windows 11: estamos ante un sistema operativo de sobremesa que funciona de forma cómoda incluso si le quitamos la funda con teclado y lo usamos en formato tableta. Los controles de la interfaz de Windows son lo suficientemente grandes como para no tener problemas con nuestros dedos.
Sobre el rendimiento, este Book S se defiende. Sí, tenemos un chip ARM de hace dos años y con un rendimiento que se aleja de los Intel Core i7 de los Surface más potentes, pero para un usuario general que simplemente necesite usos básicos y de productividad es suficiente. No he tenido problemas de esperas abriendo las aplicaciones de Office, Correo o el navegador con varias pestañas abiertas.
Obviamente se arrastrará para usos semiprofesionales o profesionales, pero estamos ante un dispositivo que puede ser el ordenador portátil básico de cualquier persona que no tenga grandes ambiciones. Faltará por ver si eso se equilibra con la autonomía, algo que por la brevedad de las pruebas no he podido comprobar y que por lo tanto veremos en nuestro análisis completo.
Por último, algo que también me ha sorprendido para bien son las cámaras. La calidad tanto de la frontal como de la trasera es más que suficiente para poder hacer videoconferencias en condiciones, e incluso para alguna fotografía casual si usamos el Book S en modo tableta por casa.
Es interesante, pero siempre dentro de unos márgenes
Este Xiaomi Book S 12,4″ se equilibra entre dos posibles funciones: una tableta grande o un portátil ajustado para funciones básicas. Personalmente inclinaría la balanza más hacia un portátil, sobre todo gracias a Windows 11. Aunque remarco, funciona muy bien con aplicaciones generales de productividad, web y ofimática. Queda pendiente un análisis más completo y exhaustivo para ver si puede ir más allá de eso.
Podemos calificarlo también de una alternativa barata a las Surface de Microsoft, pero cuidado: todos sus accesorios (el teclado y el Xiaomi Smart Pen) se venden por separado. Hay que comprar como mínimo el teclado para poder tener la experiencia de portátil, con lo que el precio inicial de 699 euros acaba siendo de casi 850.
En otras palabras: el Xiaomi Book S no es un portátil para quien necesite rendimiento. Puede serlo para quien necesite aplicaciones básicas, pero sin demasiadas más ambiciones. Y por supuesto, no está pensado como dispositivo de juegos. Aún así, hay ese posible uso de portátil general que puede ser lo suficiente para un gran sector de usuarios generales y estudiantes.