Error WDADesktopService en Windows y cómo solucionarlo

Windows 10 sin soporte opciones ESU y pasos a seguir

Windows 10 sin soporte opciones ESU y pasos a seguir. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Desde el 14 de octubre, Windows 10 ha dejado de recibir soporte oficial. El sistema seguirá arrancando y podrás usarlo con normalidad, pero ya no llegarán parches de seguridad, correcciones de errores ni asistencia técnica por parte de Microsoft.

Aunque su lanzamiento fue en 2015, sigue muy presente: en septiembre alcanzaba alrededor del 40,5% de cuota frente al 48,9% de Windows 11. Para facilitar la transición, Microsoft ofrece un programa de actualizaciones de seguridad extendidas (ESU) y, en la Unión Europea, un año adicional gratuito.

 

Qué cambia a partir de ahora

Los equipos con Windows 10 seguirán funcionando, pero quedan expuestos a vulnerabilidades que ya no se corregirán con actualizaciones mensuales. Cualquier fallo nuevo que se descubra podrá ser explotado sin solución oficial.

También desaparece el soporte técnico de Microsoft. Si aparecen problemas de compatibilidad, fallos de estabilidad o errores de sistema, no habrá canal oficial de ayuda; tocará resolverlos por cuenta propia o con soporte de terceros.

En el apartado de aplicaciones, Microsoft 365 (y otros casos como el fin de soporte en Windows de 32 bits) continúa recibiendo actualizaciones de seguridad en Windows 10 hasta octubre de 2028, pero sin mejoras de funciones ni soporte completo. Las versiones perpetuas (por ejemplo, 2016 o 2019) ya encaran su final de ciclo en distintas plataformas.

Este fin de soporte busca acelerar el salto a Windows 11. Sin embargo, muchos equipos no cumplen los requisitos de hardware, lo que deja a millones de usuarios ante la decisión de actualizar, pagar ESU o cambiar de dispositivo.

 

Opciones si aún usas Windows 10

Antes de nada, conviene valorar el estado del equipo y el uso que le das. A partir de ahí, las alternativas se ordenan por riesgo, coste y comodidad, con destino recomendado si el hardware lo permite.

Si tu PC es compatible, puedes actualizar gratis a Windows 11 desde Inicio > Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update. Es el camino más directo y mantiene la compatibilidad con la mayoría de programas actuales.

Si tu ordenador no cumple los requisitos, puedes adquirir un equipo nuevo con Windows 11 o acogerte temporalmente a ESU para ganar tiempo. Esta prórroga de seguridad evita prisas y te permite planificar la renovación con calma.

Otra vía es migrar a Linux (Ubuntu, Linux Mint, Zorin OS, Fedora, entre otras), una alternativa estable y ligera para máquinas más antiguas. Para usos centrados en la nube, ChromeOS Flex también es una opción a considerar.

Si decides dar el salto de equipo, usa Copia de seguridad de Windows para trasladar archivos, fotos, configuraciones y credenciales. La herramienta facilita la migración y reduce el tiempo de adaptación.

 

ESU: cómo funciona la prórroga de seguridad

El programa de Actualizaciones de seguridad extendidas (ESU) permite seguir recibiendo parches críticos durante un año más, hasta el 13 de octubre de 2026, como un “colchón” mientras completas la transición a otro sistema.

En la Unión Europea la adhesión de consumidores es gratuita durante ese periodo. Fuera de la UE, ESU es de pago (por ejemplo, en Estados Unidos tiene un coste anual), y puede variar por país y canal.

Requisitos: debes ejecutar Windows 10 versión 22H2 con las últimas actualizaciones instaladas. La inscripción se realiza desde Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update, donde aparecerá el enlace para unirte si el dispositivo es elegible.

Importante: si dejas de iniciar sesión con tu cuenta de Microsoft en el PC, las actualizaciones ESU pueden interrumpirse pasado un máximo de 60 días. Además, ESU no incluye nuevas funciones, correcciones no relacionadas con seguridad ni soporte técnico.

 

Requisitos de Windows 11 y por qué muchos equipos no pasan el corte

Windows 11 exige hardware moderno, con TPM 2.0 y arranque seguro, procesadores de generaciones recientes, UEFI y al menos 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento. Muchos equipos previos a 2017–2018 se quedan fuera de la actualización oficial.

Para saber si tu PC es apto, usa la aplicación de comprobación del estado del PC de Microsoft: valida CPU, memoria, almacenamiento, TPM y configuración de arranque. Si superas el test, podrás actualizar desde Windows Update sin coste.

En equipos no compatibles, Microsoft ha ido limitando métodos no oficiales que eludían requisitos. En ese escenario, toca valorar ESU temporalmente, renovar hardware o explorar sistemas alternativos como Linux.

 

Impacto en empresas y administraciones

El alcance del cambio es global: analistas del sector estiman que decenas de millones de equipos seguirán con Windows 10 tras el fin de soporte, con un coste agregado en mantenimiento, seguridad y renovación de hardware durante el primer año.

En España, el número de dispositivos empresariales potencialmente afectados ronda los tres millones. Las pymes y administraciones locales concentran buena parte del riesgo por presupuestos ajustados y ciclos de renovación más largos.

Para mitigar el impacto, proveedores como Telefónica y otros partners están impulsando servicios de consultoría, inventario de aplicaciones, planes de migración a Windows 11 y, cuando es necesario, la integración de ESU como puente.

Las organizaciones deben planificar con datos: identificar equipos críticos, evaluar compatibilidad de aplicaciones, formar a usuarios en las novedades de Windows 11 y programar renovaciones escalonadas para no frenar la productividad.

 

Si te quedas temporalmente en Windows 10

Reduce superficie de ataque: desinstala software obsoleto, usa un antivirus con soporte vigente, activa el firewall, limita macros y evita instalar programas desconocidos. Cuanto menos expuesto esté el sistema, mejor.

Minimiza la conexión a Internet si el equipo se usa para tareas locales y deshabilita servicios innecesarios. Aun así, recuerda que sin parches del fabricante el riesgo aumenta con el tiempo.

Haz copias de seguridad periódicas en ubicaciones externas o en la nube. Prueba la recuperación de datos para no llevarte sorpresas y mantén actualizado el navegador y los controladores que aún reciban soporte.

Valora plazos y costes: si el equipo es esencial y no puede actualizarse, salida temporal. Si es prescindible, plantéate retirarlo de la red o sustituirlo cuanto antes para evitar sustos.

Windows 10 cierra etapa tras una década de servicio; a partir de aquí, la seguridad y la compatibilidad dependen de moverse a tiempo: migrar a alternativas son las decisiones que marcarán la diferencia.