Desesperación en el campo de Cotopaxi ante la falta de lluvias

Pujilí –

Una nube de tierra se levanta por los aires cuando Hugo Yupangui cubre las semillas de maíz, fréjol y arveja que arroja en el terreno en la comunidad Puente de Danzapamba, cantón Pujilí, Cotopaxi. Cree que es consecuencia de la falta de lluvias y las altas temperaturas que los campos están secos.

“Está horrible lo que estamos viviendo en toda la provincia porque en esta temporada deberíamos estar en la cosecha, pero recién queremos sembrar para ver si algo se puede cosechar… la tierra está demasiado caliente”, asegura Narcisa Yánez, agricultora de Puente de Danzapamba.

El panorama es similar en la mayoría de sectores de los cantones Pujilí, Latacunga y Salcedo. Los campesinos e indígenas consideran que una de las razones para la falta de lluvias en esas localidades es el supuesto bombardeo de nubes que se hace desde las plantaciones de brócoli.

Blanca Cuyo, presidenta de la Circunscripción Territorial Indígena y de Gobierno Autónomo de Tigua (Citigat), señala que no solo en las trece comunidades que conforman la organización, sino en toda la provincia existe mucha preocupación por la falta de agua.

Según ella, la crisis se empeora en las zonas altas del cantón Pujilí porque ahí no existe el líquido ni siquiera para el consumo de las personas y peor para el riego de los cultivos.

La dirigente cree que hay la posibilidad de que se estén usando instrumentos con los que se bombardean las nubes para evitar que llueva, porque hay ocasiones que se observan nubarrones negros que hacen presumir que va a llover, pero que de un momento a otro desaparece.

Cuyo indica que para llamar la atención de las autoridades la semana anterior se realizó un plantón en Pujilí, pero que para el jueves 15 se planifica una movilización con el fin de hacer el llamado para que las instituciones encargadas hagan una investigación.

Darwin Acurio, presidente de la junta de agua El Arbolito; Leopoldo Zapata, de la junta de agua San Gerardo y Anexos; Heriberto Yasig, de la comunidad de San José de Barba, y Maritza Panchi, de la fundación Vivir y Servir de Sanbuenaventura, coinciden en señalar que la falta de agua les afecta en la producción. En algunos casos, dicen, han perdido entre el 50% y el 70% porque las plantaciones no engrosan debidamente.

Diego Negrete, propietario de la hacienda La Campiña en Pujilí, desmiente que haya bombardeo de las nubes para evitar que llueva. “Si es que nosotros bombardeáramos las nubes para que no llueva, nosotros mismos nos estamos haciendo un daño… nosotros también necesitamos de lluvia, porque ya se acaba el agua de los reservorios y no podemos llenar porque no llueve”, subraya.

“Para mí (la falta de lluvia) es consecuencia de la destrucción de los páramos, por eso es que ahora las empresas con las comunidades estamos tratando de proteger los páramos”, añade Negrete.

El coordinador zonal 3 del Ministerio del Ambiente, Pablo Pazmiño, señala que no existe ninguna prueba fehaciente de que quienes tienen las plantaciones de brócoli estén bombardeando las nubes. (I)

15

de noviembre es la fecha en la que se hará una movilización.

Problema

Dirigente

Postura

El presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi, Leonidas Iza, comenta que “la manipulación de las nubes” no es un tema reciente, sino desde hace cerca de diez años y por eso se ha pedido la intervención de autoridades.