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¿Tuvo visitas en su casa? Desinfección de la vivienda

¿Tuvo visitas en su casa? Estos son los pasos para la desinfección de la vivienda. Desde que el nuevo coronavirus está presente en la humanidad, la limpieza y desinfección profunda se han convertido en aliadas para evitar los contagios.

Las manijas de las puertas, los baños, pisos, paredes y mesas son objetos de constante limpieza. Sin embargo, hay productos específicos y procesos a seguir para que la desinfección sea efectiva.

Con el feriado que se aproxima, por el Día de los Difuntos y la Independencia de Cuenca, se abre la posibilidad de recibir visitas en casa, aunque no es lo recomendable. Es conveniente que a la vivienda ingresen solo las personas del círculo familiar cercano y evitar el contacto con otras ajenas a este.

Bajo esa idea, es conveniente realizar una limpieza y desinfección antes y después de recibir un invitado, sobre todo en áreas como recibidor, baño social y sala.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) generó una lista de productos que son eficaces para eliminar el coronavirus, así como otros virus y bacterias.

Como el SARS-CoV-2 es nuevo, aún no hay un producto específico diseñado para eliminarlo, sin embargo, el jabón y el alcohol son dos de los más eficaces y de fácil uso y alcance. También está el cloro y el amonio cuaternario. La mayoría tienen un efecto desengrasante, lo que permite romper la capa lipídica del virus y desactivarlo.

Leer las etiquetas antes de adquirir un producto: desinfección de la vivienda

Rosa Morales, profesional en bioquímica y farmacéutica, y subdecana de la Facultad de Ingeniería e Industrias de la Universidad UTE, explica que hay que partir por conocer si en el grupo familiar hay un integrante que tenga una sensibilidad a alguna sustancia, alergias o problemas respiratorios, antes de emplear los químicos para la desinfección.

Al comprar un producto, se debe asegurar que tenga la etiqueta adecuada con las indicaciones de uso, cuidados y protección que se requiere para aplicar la sustancia. Debe contener la información respecto al tiempo que se debe dejar actuar y la dosis requerida para la disolución, en caso de que sean sustancias en estado puro.

Ello también permitirá conocer cuáles son sus efectos, sustancias activas y en qué superficies y áreas se puede aplicar y en cuáles no. Por ejemplo, el jabón es uno de los más utilizados y efectivos con el que se puede limpiar pisos, inodoros, paredes, mesas, encimeras y más.

El alcohol es ideal para casi cualquier superficie. Se recomienda que sea al 70%. Para desinfectar, se puede usar un atomizador y dejar secar al aire o secar el exceso con papel y desechar las toallas. Si se quiere sanitizar el dormitorio o sala, se rocía el producto y, luego de unos minutos, se abren ventanas o puertas para ventilar. Hay que tomar en cuenta que el producto es inflamable, por lo que no debe haber contacto con el fuego.

Otros productos caseros como el vinagre y bicarbonato también son recomendados porque son desengrasantes, añade Morales. Se puede aplicar en grifería de baño o cocina.

En la lista también está el cloro que para utilizarlo se diluye en agua. Lo recomendable es una parte de hipoclorito de sodio y 10 de agua. Con esa solución se desinfectan lavabos, inodoros, mesones y azulejos de paredes y pisos. No se recomienda en muebles de madera porque puede afectar el acabado, tampoco en sillones o textiles teñidos.

Respetar el tiempo para que actúe el producto y sea efectivo: desinfección de la vivienda

Antes de aplicar un desinfectante, se debe limpiar con agua y jabón la superficie y luego enjaguar. Después, se coloca el producto para la desinfección y se deja actuar según indique la etiqueta. Cada sustancia tiene su tiempo, que puede ser entre cinco a diez minutos. Este periodo es fundamental para que haga efecto y elimine cualquier virus y bacteria. Tras este tiempo, se puede retirar el exceso con un paño y volver a utilizar la superficie.

Nunca mezcle sustancias con la idea de potenciarlas

La especialista enfatiza en que nunca se deben mezclar los químicos pues esta operación genera gases y reacciones que resultan tóxicas. Por ejemplo, el cloro combinado con el amonio cuaternario genera gases nocivos como el dióxido de nitrógeno o dióxido de carbono.

Tampoco se debe mezclar el cloro con alcohol porque da paso a una sustancia conocida como cloroformo, que afecta, por ejemplo, al sistema nervioso.

El vinagre y el agua oxigenada no deben ir juntos. Se puede generar un ácido peroxiacético, muy irritante para las vías respiratorios y ojos.