Despedida de monseñor Hugolino continuó en Loja

Loja –

Todos ayudaron a arreglar con flores y mantos la iglesia de la parroquia San Juan Bautista hasta donde llegó el féretro de monseñor Hugolino Cerasuolo, pasadas las 07:30 de este sábado. Una misa fue oficiada por monseñor Walter Eras, administrador apostólico de la diócesis.

Desde la noche del viernes pasado, los fieles y miembros de la diócesis de Loja se congregaron en la parroquia del cantón Chaguarpamba. El religioso ha sido muy querido en Loja, por su obra durante más de dos décadas de obispado.

Previamente a su arribo a la iglesia, las muestras de cariño y afecto al sacerdote fueron numerosas. El féretro fue acompañado en procesión por habitantes, que luego asistieron a la misa que se dio en su honor.

Con cánticos y oraciones el pueblo lojano acompañó el féretro, que fue trasladado minutos más tarde hasta el santuario de El Cisne. Ahí se dio otra homilía y fue despedido con aplausos.

“Él no ha muerto, está vivo entre nosotros, nos deja su legado, el amor a María, la fe, la devoción al Santísimo y sobre todo la fidelidad al Señor”, dijo un sacerdote arengando a los fieles que cantaban y daban vivas. Para las 15:00 de este sábado, se tenía prevista la llegada a Loja, donde se ha preparado un recibimiento con honores y su traslado a la Catedral. Allí será expuesto para que el pueblo católico lo despida.

Para las 10:00 de este domingo, la curia ha planificado la última misa y la inhumación de sus restos, que serán sepultados en un sitio guardado para los obispos de Loja en el principal templo religioso de la ciudad.

El viernes pasado, familiares, religiosos y fieles celebraron misas y recordaron su misión en la parroquia San Antonio de Padua (Urdesa norte), donde sirvió más de una década. (I)