La Justicia argentina desestimó hoy por tercera vez la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por el supuesto encubrimiento de los sospechosos del atentado más grave en la historia del país.
El fiscal de la Cámara Federal de Casación Penal Javier De Luca rechazó investigar a la mandataria por la voladura de la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, donde hubo 85 muertos, porque «no hubo delito alguno, consumado ni tentado».
Así, quedó prácticamente cerrada la causa contra la jefa de Estado. El fiscal De Luca desistió de continuar con la apelación que había presentado previamente su colega Germán Moldes, que pedía que se abriera una causa para investigar la denuncia de Nisman, que también alcanzaba al canciller, Héctor Timerman, y a otros dos dirigentes kirchneristas.
Ante el desistimiento de De Luca la Sala I de Casación no tiene un planteo que resolver y es solamente cuestión formal el cierre de la causa, que podría reabrirse si hubiera una presentación de nuevos elementos que así lo ameriten.
De Luca quedó en medio de una polémica porque su colega Moldes, luego de apelar, dijo que en el caso podía intervenir un fiscal de «Justicia Legítima», la agrupación judicial que adhiere al gobierno, y cerrar el caso.
De Luca, que pertenece a dicha entidad, dijo que estaba ofendido por los dichos de Moldes y que él solo resuelve las causas con fundamentaciones jurídicas y no por cuestiones políticas.
Nisman denunció el pasado 14 de enero a Fernández de Kirchner por un supuesto acuerdo geopolítico con Irán y a los cuatro días apareció muerto, con un disparo en la cabeza, en el baño de su departamento.
Esto fue horas antes de presentarse en el Congreso para detallar su investigación.
Pasados más de tres meses, la Justicia aún no determinó cómo fue que ocurrió la misteriosa muerte de Nisman. Es decir, si fue un suicidio o si, como afirma la familia del fallecido funcionario judicial, se trató de un homicidio.
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El gobierno abonó al principio la teoría del suicidio pero a los pocos días la jefa de Estado dijo estar «convencida» de que Nisman no se había quitado la vida y de que se trataba de una «operación» en su contra en la que involucró a sectores destituidos del espionaje local.
Para el gobierno es una buena noticia el cierre de la causa de cara a las presidenciales de octubre próximo, en las que Fernández de Kirchner no podrá presentarse, ya que acumula dos mandatos consecutivos (2007-2011 y 2011-2015).
De todos modos, hay expectativas para saber si la mandataria apoyará a algún candidato del kirchnerismo, que gobierna desde hace 12 años, cuando llegó a la presidencia Néstor Kirchner (2003-2007), el fallecido esposo de la actual jefa de Estado. (I)
La Cámara Federal rechazó ayer un pedido de recusación al fiscal Germán Moldes, que interviene en el caso por la denuncia impulsada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a terroristas.
La Sala I de ese tribunal de apelaciones no hizo lugar a una presentación dada por la defensa del canciller argentino, Héctor Timerman, que había solicitado apartar a Moldes.(I)
La Cámara Federal argentina ratificó este jueves el fallo del juez de primera instancia que desestimó la denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman, informaron a Efe fuentes judiciales.
La Sala I de la Cámara, compuesta por los jueces Eduardo Freiler, Jorge Luis Ballestero y Eduardo Farah, rechazó por mayoría la apelación del fiscal Gerardo Pollicita que pedía abrir una investigación contra la mandataria sobre las acusaciones de Nisman, quien fue hallado muerto en enero pasado con un tiro en la sien, circunstancias que aún no han sido aclaradas.
En su fallo, el tribunal desestimó por dos votos contra uno la denuncia al considerar que no hubo delito: Ballestero y Freiler votaron a favor de rechazar la acusación, mientras que Farah lo hizo en disidencia.
La presidenta Cristina Fernández y el canciller argentino, Héctor Timerman, entre otros, fueron acusados el 14 de enero pasado por Nisman, el fiscal especial encargado de investigar el atentado contra la mutualista judía AMIA ocurrido en 1994.
La mandataria y sus colaboradores fueron señalados en la demanda como los presuntos responsables de orquestar un plan para exculpar a los sospechosos iraníes de provocar el ataque a la AMIA, en el que murieron 85 personas.
Cuatro días después de realizar su denuncia, Nisman fue hallado muerto con un disparo en la cabeza y las causas de su fallecimiento aún no se han esclarecido.
El juez federal Daniel Rafecas rechazó en primera instancia la apertura de una investigación penal por considerar que no había evidencias mínimas para sostener las acusaciones realizadas por Nisman, una resolución que fue apelada por el fiscal Pollicita.
La opinión de Pollicita fue avalada la semana pasada por el fiscal general de Cámara, Germán Moldes, quien en su dictamen consideró «necesario investigar, poner en movimiento el proceso y desentrañar el acontecimiento que ha llegado a nuestro conocimiento».
No obstante, la Cámara no tuvo en cuenta la apelación y resolvió desestimar la denuncia. (I)
La denuncia contra el gobierno de Argentina por un supuesto acuerdo secreto con Irán para eliminar órdenes internacionales de arresto contra sospechosos del atentado a la mutual judía AMIA se apoyó en una «mentira», afirma el canciller argentino Héctor Timerman en una entrevista que se divulgará el domingo.
El fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado muerto un día antes de defender su denuncia ante una comisión del Congreso, se apoyó en la convicción de que, como parte del acuerdo secreto con Teherán, el gobierno actuó para que Interpol cancelara las denominadas «alertas rojas» sobre pedidos de detención a los sospechosos iraníes.
«Es una mentira. Una mentira completa. Nunca he dicho nada de eso. El señor Nisman nunca presentó ninguna evidencia», expresó Timerman en una entrevista grabada para el célebre programa 60 Minutos, de la red de TV estadounidense CBS News, que irá al aire en la noche del domingo.
En la entrevista con CBS News, Timerman también descartó categóricamente que el caso del fiscal Nisman pueda ser comparado a la pesadilla que significó la «guerra sucia» en la década de 1970 en Argentina, con miles de desaparecidos y ejecuciones sumarias.
«No, eso es imposible. Estamos hablando de cosas que fueron terribles, terribles», expresó Timerman, según adelantos de la entrevista divulgados el sábado por la propia cadena CBS News.
El programa 60 Minutos también grabó una entrevista con un exauxiliar de Nisman, Diego Lagomarsino, quien le prestó el arma utilizada en el disparo que provocó la muerte del fiscal.
Lagomarsino afirmó que Nisman le dijo que no confiaba en los 10 guardaespaldas, pero sin embargo aseguró no saber si realmente cometió un suicidio o fue asesinado.
La responsable por las entrevistas en Buenos Aires, la periodista Lesley Stahl, mencionó en un programa de la propia CBS News que «hay evidencias de que (Nisman) se equivocó» al afirmar que el gobierno argentino pidió a Interpol que se cancelen las alertas rojas sobre los sospechosos.
La denuncia de Nisman contra la presidente Cristina Kirchner y el canciller Timerman por la supuesta tentativa de encubrir a los acusados iraníes por el atentado, fue desestimada por un juez de primera instancia, Daniel Rafecas, quien señaló la «inexistencia de delito». Esta decisión es objeto de una apelación.
El fiscal Gerardo Pollicita que imputó a la presidenta argentina por presunto encubrimiento terrorista tras la muerte en extrañas circunstancias del anterior encargado, Alberto Nisman, rechazó este viernes la invitación de diputados oficialistas para comparecer ante el Congreso el próximo lunes.
El fiscal federal, que quedó a cargo de la denuncia presentada por Nisman, que fue hallado muerto días después de imputar a Cristina Fernández, le comunicó al presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Julián Domínguez, que no asistirá al plenario de comisiones al que le habían invitado.
En una nota enviada a Domínguez, Pollicita alegó que la causa está en «estado inicial», bajo secreto de sumario, y que la visita al Congreso «no puede» estar por sobre «la finalidad que debe tener la investigación».
El miércoles, los titulares de tres comisiones de la Cámara baja dominadas por el oficialismo cursaron invitación al fiscal para que el próximo lunes brindara, en una sesión pública, información acerca de su decisión de dar curso a la denuncia iniciada por Nisman.
Pollicita solicitó la semana pasada la imputación de la presidenta Fernández, del canciller Héctor Timerman y los otros acusados por Alberto Nisman, cuatro días antes de fallecer.
Muerte de Nisman
Nisman, encontrado muerto el 18 de enero en circunstancias aún sin aclarar en vísperas de comparecer ante el Congreso para detallar su denuncia contra la presidenta, estaba a cargo de la investigación del atentado en 1994 contra la mutualista judía AMIA, en el que murieron 85 personas.
El fallecido fiscal acusó a Fernández de presunto encubrimiento de los iraníes sospechosos de haber planeado el ataque mediante la firma de un memorando de entendimiento firmado con Irán en 2013.
Basado en la denuncia de Nisman, Pollicita acusó a la mandataria argentina, al canciller y a sus colaboradores de presunto «encubrimiento por favorecimiento personal agravado» y posible «incumplimiento de los deberes de funcionario público».
En la nota remitida hoy al Congreso y cuyo contenido fue difundido por la agencia oficial Télam, Pollicita recordó que los argumentos de su dictamen son públicos y que la Fiscalía «tiene por rol promover la actuación de la Justicia sin sujeción a instrucciones o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura».
La causa está actualmente a cargo del juez federal Daniel Rafecas, quien debe decidir en los próximos días si ordena o no las medidas de prueba solicitadas por Pollicita.
Un mes después del fallecimiento de Alberto Nisman, una testigo que estuvo en el operativo en la casa donde murió el fiscal argentino reveló irregularidades en el protocolo para preservar las pruebas.
Natalia Fernández, de 26 años, relató en una entrevista a el diario Clarín que los agentes repasaron la documentación esparcida sobre la mesa de Nisman, tocaron el teléfono, usaron los baños y la cafetera.
“Tomaban mate y pidieron medialunas. Tocaban todo. Había unas cincuenta personas. La fiscal preguntaba la cortamos acá y la seguimos mañana?”, señaló Fernández.
Aseguró también que los agentes le dieron documentación para firmar cuyo contenido desconoce y que una parte la firmó al día siguiente.
Además, agregó, una agente agarró un teléfono móvil de Nisman con la intención de responder porque recibía llamadas, pero que lo impidió en medio de las burlas de todos.
Detalló que oyó decir a los peritos que “el disparo a Nisman salió a 11 cm de su cabeza”. Asimismo, recordó que la fiscal del caso, Viviana Fein, le mostró una bolsa con cinco “casquillos de bala o algo así”.
Fein aseguró que lo que dijo la joven “no existe, son descabelladas las expresiones que pone en mi boca” y advirtió que “tendrá que hacerse cargo”.
En tanto, el gobierno dispuso custodia para el fiscal Gerardo Pollicita y el juez Daniel Rafecas, que investigan la denuncia del fiscal Alberto Nisman sobre el presunto intento de la mandataria Cristina Fernández de encubrir a terroristas iraníes.
El viernes pasado, Pollicital imputó a la presidenta y espera que Rafecas se haga cargo de la causa hoy y acepte su pedido para poder indagar a Fernández, su canciller Héctor Timerman y otros funcionarios denunciados por Nisman.
Hoy también está prevista la Marcha del Silencio, convocada por fiscales y apoyada por la oposición en memoria de Nisman. Partirá del Congreso y concluirá en la emblemática Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
Horas antes, el gobierno de Cristina Fernández, que ha criticado con dureza la convocatoria por considerar que tiene sesgo político, hará un acto oficial en la central nuclear de Atucha II, donde estaría la mandataria. (I)
La presidenta de Argentina dijo que está dispuesta a ‘aguantar’ lo que sea necesario, luego de ser imputada por presunto encubrimiento a terroristas.
El jefe de gabinete argentino, Jorge Capitanich, rompió ayer un artículo del diario Clarín que señalaba que el fiscal Alberto Nisman había preparado un pedido de detención de la presidenta Cristina Fernández por el supuesto encubrimiento de iraníes en el atentado a un centro judío de Buenos Aires.
En su rueda de prensa diaria, Capitanich hizo trizas dos páginas con esa versión publicada por Clarín el domingo pasado y afirmó que existe “una confrontación política urdida desde los medios opositores”.
Según Clarín, Nisman escribió al menos dos versiones de su denuncia contra Fernández. Señaló que en el departamento del fiscal, donde fue encontrado muerto, la Policía descubrió en el cubo de la basura una versión parcial de la acusación presentada contra Fernández, la cual contemplaba un pedido de desafuero y de detención de la mandataria y del canciller Héctor Timerman.
La información de Clarín fue desmentida horas después por el juez del caso, Ariel Lijo, quien aclaró que las tachaduras fueron realizadas por el propio juzgado y que en la denuncia de Nisman no consta “ninguna petición sustancial respecto de los presuntos imputados”.
La fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Nisman, aclaró que en el departamento del fiscal no se encontró un borrador de la denuncia.
El Grupo Clarín en un comunicado lamentó “que el gobierno haya decidido cruzar un nuevo límite en la escalada de intolerancia y agresión contra la prensa…”.(I)
El Gobierno argentino calificó este miércoles de «endeble» la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por negociar un supuesto «plan criminal de impunidad» para los presuntos autores del atentado contra la mutual judía AMIA.
El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, consideró que el fiscal fue engañado al creer en los datos que le suministraron para formular la denuncia contra la presidenta y algunos de sus colaboradores, entre ellos el canciller, Héctor Timerman.
«No hay absolutamente nada, es algo totalmente endeble, sin concepto», dijo el funcionario a la prensa tras la publicación de las 300 páginas de la denuncia presentada hace una semana por Nisman, quien fue hallado muerto en su apartamento de Buenos Aires el domingo por la noche.
Fernández sostuvo que el fiscal creyó en una «doble SIDE (Secretaría de Inteligencia)», al reiterar que los espías citados en su presentación judicial no trabajan para el Gobierno.
Al ser consultado por un periodista si creía que Nisman actuó con ingenuidad, el funcionario respondió: «Usted lo dijo mejor que yo».
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, coincidió con el secretario general de la Presidencia y subrayó que «son falsos» muchos de los datos que figuran en la denuncia de Nisman.
Ambos funcionarios pidieron prudencia «hasta que estén todas las pericias» antes de calificar la muerte del fiscal.
Nisman estaba a cargo de la investigación del mayor atentado contra intereses judíos ocurrido en Argentina, el ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que causó 85 muertos en 1994.
La semana pasada, el fiscal denunció a Fernández y otros dirigentes oficialistas por considerar que el memorándum de entendimiento con Irán, aprobado en 2013 para investigar el atentado, incluía el supuesto encubrimiento de algunos de los acusados a cambio de relaciones comerciales e intercambio de petróleo por granos en el marco de la crisis energética argentina. (I)
La pericia para detectar restos de pólvora en las manos del fallecido fiscal argentino Alberto Nisman, artífice de la denuncia judicial más grave que haya enfrentado la presidenta Cristina Fernández, arrojó un resultado negativo, se informó este martes oficialmente.
La fiscal Viviana Fein dijo a Radio Mitre que «el resultado del barrido electrónico en la búsqueda de residuos en las manos» del colega que había denunciado a Fernández por el supuesto encubrimiento de los sospechosos del atentado en 1994 a una mutual judía de Buenos Aires, «lamentablemente dio negativo».
La fiscal, sin embargo, puntualizó que éste «no es un resultado inesperado» debido al «calibre pequeño del arma» utilizada.
«Al ser un arma de calibre 22, al no ser un arma de guerra, usualmente no permite que el barrido electrónico dé un resultado positivo» dijo Fein, quien aclaró que el resultado obtenido «no descarta que él haya disparado (el arma) » y, en ese sentido, recordó que la autopsia señaló que no hubo terceras personas al momento de la muerte del fiscal.
Nisman fue hallado con un disparo en la sien derecha, una pistola el calibre 22 y un casquillo de bala al lado de su cuerpo en el baño de su apartamento, cuyas puertas no habían sido violentadas.
«Hay muchas medidas de prueba y hay que esperar que arrojen resultados, también con respecto a los estudios de sangre encontrada en el arma, en el lugar», afirmó la fiscal.
Fein explicó que «se están practicando cotejos directamente con ADN para que el resultado sea categórico» y se sepa si la sangre hallada «se correspondía con el doctor Nisman» o es de otra persona.
Nisman fue encontrado muerto la madrugada del lunes, pocas horas antes de una cita en el Congreso en la que tenía previsto explicar con qué pruebas contaba. Cinco días antes, había acusado a Fernández de idear un plan para garantizar la impunidad de los iraníes acusados del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994 que causó 85 muertos.
La semana pasada Nisman había pedido a un juez que citara a Fernández, al canciller Héctor Timerman y a allegados al gobierno, entre otras personas, para ser interrogados por ejecutar y participar en ese supuesto plan.
«La presidenta y su ministro de Exteriores tomaron la decisión delictiva de fabricar la inocencia de Irán para saciar los intereses comerciales, políticos y geopolíticos de Argentina», dijo Nisman en un informe a la prensa al que tuvo acceso The Associated Press.
La mandataria ha rechazado las acusaciones del fiscal y el martes vinculó la muerte del principal investigador del atentado a la AMIA con el próximo juicio a ex miembros del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y ex funcionarios judiciales por maniobras de encubrimiento en la investigación inicial del ataque.
«Lo más importante es advertir que se intenta hacer con el juicio de encubrimiento lo que se hizo con el juicio principal 21 años atrás: desviar, mentir, tapar, confundir», escribió la mandataria en su perfil de Facebook.
En tanto, el jefe de gabinete Jorge Capitanich dijo que «es absolutamente imposible aceptar denuncias falsas» pero «es necesario que el esclarecimiento (de la muerte de Nisman) por parte del Poder Ejecutivo sea claro, contundente e indubitable».
En las próximas horas está previsto que declaren ante la justicia los 10 policías que custodiaban a Nisman, quien había recibido amenazas durante su investigación del atentado, que comenzó diez años atrás.
Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, que acusó el miércoles pasado a la presidenta argentina de encubrir a Irán en la causa por el atentado antisemita de 1994, Cristina Fernández, jueces y ciudadanía reclaman aclarar un fallecimiento investigado como suicido o «instigación al suicidio».
El lunes, mientras el país digería la sorpresiva muerte del fiscal, por un disparo en la sien derecha con un arma prestada -según la investigación- y horas antes de explicar al Congreso su grave denuncia contra Kirchner y su canciller Héctor Timerman, la Presidenta guardó silencio que rompió en la noche con una carta.
Antes, la Presidencia anunció la desclasificación de información de Inteligencia relacionada con la investigación del atentado contra la mutual judía AMIA de 1994, solicitada la semana pasada por Nisman.
Grupos de oposición convocaron a miles de personas en varias ciudades del país, especialmente en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, que con el lema «Yo soy Nisman», pidieron justicia y «fin a la impunidad K» (K, en referencia al gobierno Kirchner).
Cacerolazos y bocinazos de autos se escucharon en otros barrios de la capital, casi a la misma hora en que Kirchner divulgó una larga carta en Facebook y Twitter, las redes donde corrieron cadenas y hashtag durante la jornada llamándola #CFKasesina, entre otros insultos.
«AMIA. Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes», tituló Kirchner en una carta crítica al fiscal Nisman.
«No se debe permitir que una vez más se intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa principal», dijo en referencia a la causa por el ataque a la mutual judía AMIA, que dejó 85 muertos y 300 heridos y lleva 20 años sin esclarecerse.
Desclasificación de información
La Presidenta argentina se preguntó quién «ordenó» a Nisman interrumpir sus vacaciones en España y presentar una denuncia de 350 hojas -«¿su escrito?»-, que tal vez «debía tener preparadas con anterioridad» o «tal vez alguien se las dio cuando volvió».
Así como el gobierno ordenó desclasificar material que pedía el fiscal difunto, el juez Ariel Lijo, que recibió la denuncia de Nisman, también dispuso medidas urgentes para preservar las escuchas telefónicas en las que se basa el pedido de indagatoria de Kirchner.
La semana pasada, cuando la denuncia de Nisman sorprendió a los medios y enojó al gobierno, se indicó que Lijo estaba de vacaciones hasta febrero y su reemplazante, la jueza María Servini de Cubría, consideró no tomaría el caso.
Lijo dispuso «medidas urgentes» para incautar más de 300 discos compactos con las grabaciones telefónicas obtenidas con la intervención de líneas telefónicas de un ciudadano iraní y hombres cercanos al gobierno.
Las organizaciones judías AMIA y la DAIA convocaron a un acto para el miércoles en Buenos Aires al que invitan a todas la ciudadanía bajo el lema «verdad y justicia».
El gobierno insistió en que se trató de un suicidio, aunque dirigentes oficialistas y de oposición también hablaron de un «suicidio inducido».
El diputado oficialista Andrés Larroque, que está imputado en la causa, dijo que hay que investigar «quien empujó al fiscal a esta decisión».
La fiscal que lleva la investigación de la muerte de Nisman, Viviana Fein, dijo que «se podría hablar de un suicidio».
«El cuerpo no fue golpeado ni sometido a maltrato, no descarto una instigación. No decimos que esté resuelta la causa» y aclaró que resta el examen toxicológico del cuerpo.
«La causa está caratulada como muerte dudosa», afirmó la fiscal, que también informó que «el arma que se encontró con él no era propiedad del fiscal Nisman, era de un colaborador, lo estamos corroborando».
La firma en enero de 2013 de un memorándum de entendimiento con Irán -denunciado como «inconstitucional» por la AMIA y otras organizaciones judías- tensó las relaciones entre el gobierno kirchnerista y esta comunidad, la mayor de América Latina.
El gobierno ha defendido el acuerdo bilateral con Irán para investigar a los acusados de planificar el ataque. Cinco exfuncionarios iraníes, entre ellos un expresidente, actuales ministros y dirigentes religiosos locales, tienen pedido de captura internacional de Interpol a solicitud de la justicia argentina.
Desde marzo de 2012, espera fecha un juicio contra el expresidente Carlos Menem (1989-1999) acusado de «encubrimiento agravado» de la llamada «conexión local», que dio la logística para perpetrar el atentado. (I)