La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) anunciará el próximo lunes en Buenos Aires un proyecto para la celebración de una bienal organizada por ese organismo de integración regional, indicó este miércoles la institución, con sede en Quito.
El secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, viajará a la capital de Argentina, cuyo Gobierno pedirá a los cancilleres de los países miembros que otorguen un mandato para la elaboración de este proyecto y su reglamento en la próxima reunión de sus ministros de Relaciones Exteriores.
La Secretaría General de Unasur, en un comunicado que no ofrece detalles sobre la bienal, señala que la agenda de trabajo de Samper comenzará el lunes.
Ese día, con motivo del «Foro Latinoamericano por la Identidad y la Integración», se conmemorará la toma de posesión del cargo del que fue el primer secretario general de Unasur, el expresidente argentino Néstor Kirchner, en un acto que contará con la presencia de su viuda y actual mandataria, Cristina Fernández.
También el lunes 4 tendrá lugar la X Reunión del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, agrega la nota.
El martes 5 de mayo se celebrará el segundo «Café Unasur», un encuentro del secretario general con estudiantes de la Universidad Católica Argentina (UCA).
«Café Unasur», inaugurado el 12 de marzo en Quito, es un espacio de debate con el que el organismo suramericano pretende llegar a la sociedad por medio del diálogo sobre temas sociales, económicos y políticos que afectan a los países de la región.
La primera edición fue un taller en el que doscientos estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE) dialogaron con el secretario general y expresidente colombiano acerca de empleo, derechos humanos, medioambiente y educación.
Además, Samper asistirá al lanzamiento de un libro sobre recursos naturales y defensa que tendrá lugar en el Ministerio de Defensa de Argentina.
En fechas posteriores, Samper viajará a Brasil, donde desarrollará una amplia agenda de trabajo, indicó el organismo. (I)
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) propuso el miércoles que una fuerza de paz regional acompañe el eventual fin del conflicto colombiano al término de los diálogos entre Bogotá y la guerrilla de las FARC.
El secretario general del organismo, Ernesto Samper, dijo a la prensa que Chile y Argentina han sido consultados sobre la posibilidad de que su fuerza denominada Cruz del Sur, creada hace un lustro, pudiera acompañar el proceso de desmilitarización a raíz del acuerdo de paz.
«A este contingente han mostrado su voluntad de sumarse otros del hemisferio, y es una fuerza de paz que por primera vez aparece en Sudamérica», expresó Samper con ocasión de una conferencia sobre la paz en Colombia en la sede de la secretaría de la Unasur, en las afueras de Quito.
El expresidente colombiano añadió que «por eso nosotros pensamos que esta fuerza pudiera ser útil en el proceso de desmilitarización que se debe iniciar a partir de la firma de los acuerdos de paz».
Tras el acto académico, en el que participaron los fiscales de Colombia, Eduardo Montealegre, y de Ecuador, Galo Chiriboga, Samper consideró que una fuerza de paz regional «sin ningún tipo de compromiso hegemónico» podría dar un «valor agregado al proceso que viene adelante, con la desmovilización y el desarme» de las FARC.
Apuntó que la iniciativa fue presentada al mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, y que espera hacerlo a los delegados de Bogotá y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) que sostienen negociaciones de paz en La Habana desde noviembre de 2012 sobre una agenda consensuada de seis puntos.
Desde entonces las partes han alcanzado acuerdos sobre desarrollo rural, participación ciudadana y política antidrogas, aunque han dejado 28 aspectos de estos puntos pendientes.
Falta por terminar la reparación de las víctimas, el desarme y el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo. Ambas partes coinciden en que «nada está acordado hasta que todo esté acordado».
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo con participación de guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, fuerzas militares y bandas narcotraficantes, el cual ha dejado oficialmente al menos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados.
Las FARC cuentan con unos 8.000 combatientes, según cifras oficiales.(I)
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, ha accedido a liderar un esfuerzo regional de mediación entre Venezuela y EE.UU., una tarea a la que dedicará «todas las herramientas diplomáticas» para tratar de lograr un «diálogo de alto nivel» que rebaje la creciente tensión entre las dos naciones.
En una entrevista con Efe en Washington, Patiño anunció que acepta la propuesta que le ha hecho el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para encabezar un «grupo de facilitadores» de los diferentes organismos de integración latinoamericanos, con el fin de impulsar un diálogo entre Estados Unidos y Venezuela.
«Si eso puede favorecer el diálogo y eso puede permitir disminuir las tensiones, lo haremos con mucho gusto (…). Utilizaremos todas las herramientas diplomáticas, los niveles de comunicación, los espacios de acercamiento que haya entre los países de ALBA, Celac, Unasur, hacia los Estados Unidos», dijo Patiño.
El canciller ecuatoriano cree que EE.UU. y Venezuela, enfrentados por las sanciones estadounidenses impuestas este mes a funcionarios venezolanos, «están interesados en entrar al diálogo», aunque «tal vez les hace falta un pequeño apoyo, una ayuda de países hermanos».
«Si logramos, a través de una facilitación nuestra, que los dos países se pongan a dialogar al más alto nivel, será un gran éxito», afirmó Patiño, que no quiso especificar cómo se articulará el diálogo ni cuál espera que sea el resultado de las conversaciones.
La creación del grupo de «facilitadores» se decidió este martes en una reunión de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), y se prevé que ayuden a ese esfuerzo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom).
Celac
Patiño, cuyo país ocupa la presidencia pro témpore de la Celac, aseguró que hay «conversaciones» para que ese organismo emita un comunicado sobre la tensión entre EE.UU. y Venezuela, como ya han hecho la Unasur y la ALBA, y que está «esperando que haya un nivel de consenso» suficiente entre los 33 países miembros.
«El Ecuador ha rechazado la decisión de los Estados Unidos (sobre Venezuela), pero hemos considerado que tenemos que contrarrestarla con un llamado al diálogo (…) para que cese este tipo de intervencionismo, de injerencismo, absolutamente ilegítimo», afirmó.
El ministro opinó que el decreto con sanciones aprobado por EE.UU. «lastima» el ambiente para la Cumbre de las Américas que se celebrará en abril en Panamá, y que «debe ser una cumbre de la alegría», dado que contará por primera vez con la presencia de un jefe de Estado de Cuba y reunirá a «todos los países americanos».
«Ojalá podamos, de aquí al 10 de abril, tener la posibilidad de acercar en una mesa de diálogo a los dos países (EE.UU. y Venezuela), a efectos de que no se ensombrezca la Cumbre de las Américas», señaló Patiño.
El ministro ecuatoriano se mostró «convencido» de que habrá una conversación durante la Cumbre entre los presidentes estadounidense, Barack Obama, y cubano, Raúl Castro, y dijo que «ojalá sea posible» también un diálogo entre el líder norteamericano y Maduro.
Respecto a la relación entre Ecuador y EE.UU., Patiño aseguró que «hay una base de diálogo» para cooperar en varios temas, incluida una mediación si prospera la iniciativa de diálogo con Venezuela.
«Tenemos grandes diferencias en la política internacional, muy grandes. Sin embargo, nos respetamos (…). Sabemos diferenciar lo uno de lo otro» y el «diálogo fluye» en temas bilaterales, sostuvo.
Auencia ante la OEA
El canciller ecuatoriano, que acudió a Washington para asistir a una Asamblea General extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), volvió a acusar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de demostrar «un enorme sesgo político».
Ecuador dejó esta semana vacío, por cuarta vez consecutiva, el asiento reservado a los Estados en las audiencias que celebra bianualmente la CIDH para tratar temas de derechos humanos, y Patiño dijo que es «muy poco factible» un diálogo con la Comisión.
«Ellos han violado sus estatutos, se arrogan funciones que no les corresponden, llaman a una audiencia general (para tratar) temas específicos. No saben respetar, el problema con la Comisión Interamericana es que están confundidos de territorio, yo creo que están en otro mundo», señaló Patiño.
El canciller criticó que, durante una audiencia este martes, la CIDH pidiera a Ecuador explicaciones por la muerte de tres líderes indígenas del pueblo Shuar, que viven en la región amazónica del país, donde se llevan a cabo proyectos de explotación petrolera.
«No le corresponde a la CIDH preguntarle al Estado ecuatoriano por qué murió una persona. En su momento lo sabrán, porque la fiscalía ecuatoriana está investigando el caso (…), pero no podemos caer en el juego, en esa politización barata a la que ha llegado la Comisión», aseveró. (I)
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, solicitó este miércoles al Gobierno Nacional que encabece el «grupo de facilitadores» de los diferentes organismos de integración latinoamericanos, propuesto durante la Cumbre de la ALBA, para promover la mediación entre Estados Unidos y Venezuela.
«Le hemos solicitado a Ecuador, a través de su canciller Ricardo Patiño, dado que Ecuador es presidente de la Celac, que sea Ecuador el que encabece y coordine esa comisión especial de cancilleres de América Latina y el Caribe para defender a Venezuela», dijo Maduro.
La declaración final de la cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) se celebró el martes en la capital venezolana y acordó la creación de ese grupo de mediación junto a otros bloques de integración del continente.
Entre estos, Maduro enumeró a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom) que, según la declaración leída por el presidente venezolano al final de la Cumbre, buscará «aliviar las tensiones y garantizar la resolución amigable» entre EE.UU. y Venezuela.
La ALBA instó a Washington a cambiar su actitud hacia Venezuela y a derogar una orden ejecutiva que ha levantado ampollas entre los países que integran estos organismos junto a Caracas y que han calificado de «injerencista».
Maduro defendió el miércoles que esta «comisión diplomática» actuará como un «arco especial de protección» para «proteger» a Venezuela de la «amenaza» estadounidense, exigiendo además que se derogue la orden ejecutiva firmada por el presidente de EE.UU., Barack Obama.
Obama declaró el 9 de marzo una «emergencia nacional» por la «amenaza inusual y extraordinaria» por la situación que, a su juicio, Venezuela representa para la EE.UU., junto con una ampliación de las sanciones a varios funcionarios venezolanos incluidas en una ley aprobada en diciembre pasado por Washington.
«Tenemos que lograr que se derogue ese decreto, porque ese decreto es una espada aquí, en el cuello de la patria, para que el imperialismo cuando le dé la real gana haga con nuestro país lo que quiera», sostuvo el miércoles Maduro sobre el texto.
«Un pueblo de guerreros y de guerreras que gana la paz, es la estrategia, si nos tocara algún día tomar el fusil lo tomaríamos y sería el final del imperio estadounidense en la historia, pero no, nosotros lo que queremos es tomar el lápiz, el cuaderno, el libro para estudiar, para formar», apuntó. (I)
El gobierno de Caracas afirma en una carta abierta a los estadounidenses que «Venezuela no es una amenaza» para Estados Unidos, una semana después de que Washington impusiera sanciones contra siete funcionarios venezolanos a los que acusa de violaciones de derechos humanos y corrupción.
«Venezuela no es una amenaza, sino una esperanza», afirma el gobierno de Venezuela en una carta abierta «a la gente de los Estados Unidos» que publica hoy en el diario «The New York Times».
En la carta, que ocupa una página entera en ese diario y está firmada por el ministerio de Asuntos Exteriores venezolano, Caracas critica a Washington por haber declarado a Venezuela «una amenaza para su seguridad nacional y la política exterior».
El gobierno del presidente Nicolás Maduro califica la medida de «unilateral y agresiva», así como de «infundada». Además considera que viola «los principios básicos de la soberanía y la libre determinación de conformidad con el derecho internacional».
Y recuerda que esta medida «desproporcionada» ha sido rechazada «por unanimidad» por los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y los doce Estados miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
En su carta, el gobierno de Venezuela rechaza «el unilateralismo y el intervencionismo» con el que, a su consdieración, ha actuado el gobierno estadounidense al imponer sanciones contra funcionarios venezolanos.
«Presidente Obama, sin ninguna autoridad para interferir en nuestros asuntos internos, emitió unilateralmente un conjunto de sanciones contra funcionarios venezolanos con implicaciones potencialmente de largo alcance, lo que interfiere en nuestro orden constitucional y nuestro sistema de justicia», señala la carta abierta.
El gobierno de Nicolás Maduro acusó a Obama de tratar de «gobernar los venezolanos por decreto». Recordó que la soberanía de Venezuela es «sagrada». Y consideró que el decreto presidencial de Obama es «una orden tiránica e imperial y nos empuja de nuevo en los días más oscuros de la relación entre Estados Unidos y América Latina y el Caribe».
En su carta, Caracas exigió a Washington que ponga fin inmediatamente a «las acciones hostiles contra los venezolanos y la democracia» y pidió la abolición de la orden ejecutiva que declara Venezuela una amenaza para la seguridad nacional.
Preguntado sobre la carta abierta del gobierno venezelano en el New York Times, el senador republicano Marco Rubio aseguró: «Yo no creo que Venezuela sea una amenaza, el régimen de Maduro es una amenaza».
Gobierno de Maduro
«El régimen de Maduro oprime a su propio pueblo y está creando una crisis humanitaria que puede impactar a Estados Unidos, pero en este momento está afectando al pueblo venezolano», dijo el republicano Rubio al término de una audiencia sobre Venezuela en el subcomité para el Hemisferio Occidental del Senado.
Rubio, que preside ese subcomité, recordó que Venezuela «apoya directamente a Irán y Siria, a grupos terroristas como las FARC y a narcotraficantes que están mandado droga a Estados Unidos».
«El régimen de Maduro representa no simplemente una amenaza al pueblo norteamericano, representa una amenaza a la región y a una amenaza al pueblo venezolano», añadió Rubio, quién dijo no entender el silencio de los gobiernos latinoamericanos ante la violación sistemática de derechos humanos que ocurre en Venezuela.
El pasado 9 de marzo, el presidente Obama aplicó las sanciones contra siete funcionarios venezolanos, presuntamente culpables de violaciones de derechos humanos y de corrupción pública. (I)
El expresidente de Ecuador, Osvaldo Hurtado, dijo hoy que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) han cometido una «injustificable omisión» al no pronunciarse sobre lo que calificó de «diarios atropellos» del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Hurtado, presidente de Ecuador entre 1981 y 1984, dio a conocer su opinión ante la decisión del presidente estadounidense, Barak Obama, de declarar una «emergencia nacional» por la «amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos» que a su juicio supone la situación en Venezuela.
«A muchos latinoamericanos nos preocupa que haya sido Estados Unidos, y no la OEA, Unasur o los gobiernos hermanos de América Latina, el que llame a que se respete la Carta Democrática Interamericana sistemáticamente violada por los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en los años en que desmantelaron el Estado de Derecho», dijo en un comunicado enviado a Efe.
Hurtado, hoy en día en la oposición, señaló que a quienes sufrieron «atentados y prisiones» durante las dictaduras militares de los años setenta les asombra «que guarden silencio líderes políticos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay que padecieron similares escarnios».
El exgobernante dijo que esa misma situación afecta hoy a representantes de la oposición venezolana como Leopoldo López, el alcalde de Caracas Antonio Ledezma y numerosos lideres estudiantiles y populares «por ejercer el derecho a las libertades de expresión, reunión y protesta, propias de una sociedad democrática».
Hurtado, líder democristiano de Ecuador, ha hecho fuertes criticas contra los gobiernos que se autodenominan progresistas en la región y, especialmente, contra los que defienden el «Socialismo del Siglo XXI».
El expresidente, que llegó al poder en 1981 cuando era vicepresidente y tras la muerte del exmandatario Jaime Roldós, también ha mantenido, en ocasiones, fuertes pulsos políticos con el actual gobernante de Ecuador, el izquierdista Rafael Correa.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, agradeció hoy a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) su apoyo para apuntalar redes de distribución de alimentos para combatir el desabastecimiento y censuró la reacción opositora ante ello.
Se creará «una comisión especial» de la Unasur «para apoyar a Venezuela» y ante ello la reacción de algunos opositores fue «como si le hubieran mostrado un crucifijo a un vampiro y empezaron a pegar gritos, chillidos y a protestarle al secretario general (de la Unasur, el expresidente colombiano) Ernesto Samper», expresó Maduro.
«Cómo es eso que Suramérica va a venir a ayudar a Venezuela?», agregó en una cadena nacional obligatoria de radio y televisión al sintetizar expresiones críticas de opositores al anuncio de Unasur tras una visita de cancilleres efectuada a Caracas este viernes.
«Ustedes pueden entender que alguien se oponga a que nos ayuden?», preguntó Maduro a sus conciudadanos.
La reacción opositora «solo es un tema de mezquindad y malos sentimientos», añadió en una alocución a propósito de la inauguración de un supermercado estatal construido con ayuda brasileña.
El apoyo de Unasur ayudará al Gobierno «a vencer la guerra económica», dijo el gobernante, que denuncia «un desabastecimiento y una inflación inducida» dentro de un plan para derrocarlo e incluso asesinarlo, y cuya autoría le atribuye a sus opositores y al Gobierno de EE.UU., país que ha rechazado reiteradamente tal acusación.
Al respecto, la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, repitió hoy en una entrevista sabatina con el canal internacional Telesur, con sede en Caracas, que «la política exterior estadounidense es belicista e imperialista» y rechazó las que llamó «constantes acciones injerencistas de EE.UU. contra Venezuela».
Tras sostener que Unasur actúa en previsión de acciones militares estadounidenses como la invasión a Libia en 2011, la canciller advirtió que podría ocurrir lo mismo en América Latina y el Caribe «si las pretensiones contra Venezuela llegasen a concretarse».
«De allí las expresiones de solidaridad de los organismos de integración, como la Unasur, a favor del pueblo y del Gobierno legítimo y constitucional de Venezuela», remarcó.
La presencia de una comisión de la Unasur en Venezuela «realmente fue algo muy positivo» y sus integrantes «pudieron tener las pruebas (…) de que se pretendía derrocar al Gobierno constitucional y legítimo de Venezuela, incluso asesinar al presidente, y con ello lograr una escalada de violencia sin límite», añadió Rodríguez.
La comisión de la Unasur la integraron Samper y los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira; Colombia, María Ángela Holguín, y Ecuador, Ricardo Patiño.
La comisión de la Unasur pidió al Gobierno y a la oposición resolver sus desavenencias en las parlamentarias que el organismo regional dijo se celebrarán en septiembre próximo para renovar la totalidad de los escaños de la unicameral Asamblea Nacional (AN, Parlamento), cuya mayoría es actualmente afín a Maduro.
Samper indicó haber recibido con «preocupación» la información sobre supuestos planes golpistas contra Maduro y advirtió que «todos los Estados de Unasur sin excepciones (…) rechazan y rechazarán cualquier intento de desestabilización de la democracia».
«El señor Samper al parecer vino aquí a montar una provocación contra la oposición venezolana para producir nuestra inasistencia» a la reunión que además sostuvo con algunos opositores, comentó el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, quien no asistió al encuentro.
Lo hicieron, en cambio, entre otros, el dos veces candidato presidencial por la MUD Henrique Capriles, quien escribió en Twitter que se trató de una «reunión informal» en la cual él expuso «la verdad de la situación en Venezuela, empezando por la separación de poderes que NO existe».
El Tribunal Supremo de Justicia venezolano (TSJ) aseguró a la delegación de la Unasur que el poder Judicial actúa dentro del marco constitucional y afirmó que en el país existe «plena autonomía e independencia de los Poderes del Estado».(I)
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, calificó hoy como «muy positiva» la reunión convocada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se realizó este viernes en Caracas y que buscaba el acercamiento del gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición.
Holguín dijo desde la caribeña ciudad de Cartagena de Indias, en donde se celebra un encuentro de líderes políticos y empresariales del Pacífico, que sus colegas de Brasil, Mauro Vieira, y de Ecuador Ricardo Patiño, coincidieron en afirmar que las elecciones legislativas ayudarán a estabilizar la situación de Venezuela.
«De ahí ya se va a fijar pronto una fecha para las legislativas que son muy importantes, porque creemos que las soluciones en Venezuela pasan por esas elecciones que esperamos generen la estabilidad necesaria», indicó Holguín.
La ministra colombiana señaló además que durante el encuentro, liderado por el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, los cancilleres hablaron con magistrados del Tribunal Supremo venezolano sobre los procesos contra el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y el líder opositor Leopoldo López, entre otros.
«Nos reunimos con el presidente Nicolás Maduro que nos comentó situaciones y realidades que en su visión vive Venezuela y luego nos reunimos con varios integrantes de partidos opositores», agregó Holguín al aclarar que su visita buscaba principalmente saber la posición de las partes.
«Les dijimos que queríamos oírlos sobre el tema electoral, oír de primera mano de todos los actores y del gobierno venezolano lo que allí está pasando», puntualizó. (I)
El Gobierno de Brasil reiteró hoy su «gran preocupación» por la situación en Venezuela tras la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y afirmó que «son motivo de creciente atención» las «medidas» que «afectan directamente a partidos políticos y representantes democráticamente electos».
En una nota oficial divulgada por la cancillería, el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff también manifestó su preocupación por «iniciativas tendentes a abreviar el mandato» de Nicolás Maduro.
El comunicado considera «imperiosa la pronta retomada del diálogo político auspiciado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)» por medio de los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, el cual, recuerda la nota, contó con un «apoyo decisivo de la Santa Sede».
La Unasur, con intervención también del Vaticano, propició el diálogo político que llegó a haber el año pasado entre el Gobierno venezolano y la oposición, que sirvió para contener una violenta ola de protestas que dejó 43 muertos y cientos de heridos y detenidos.
Sin embargo, un mes después de los primeros encuentros, los partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunciaron la suspensión del diálogo por falta de «gestos» del Gobierno ante una lista de solicitudes que habían formulado.
En el comunicado, Brasil «reitera su disposición de contribuir en forma activa con el Gobierno venezolano y con todos los sectores implicados en la retomada de ese diálogo», ya propuesta por la Unasur, que anunció para los «próximos días» una visita de los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador a Caracas.
El comunicado también «insta a los actores políticos venezolanos, así como a las fuerzas sociales que los apoyan, a abstenerse de todo acto que pueda crear dificultades a ese anhelado diálogo».
También subraya que «la finalidad última es ayudar a Venezuela, en el marco de su Constitución, a desarrollar las condiciones para que el país pueda retomar el desarrollo económico y social, en un clima de paz y concordia».
La semana pasada, tras la detención del alcalde Ledezma, acusado de participar en una supuesta conspiración para derrocar a Maduro, el Gobierno de Rousseff también había manifestado su «preocupación» mediante una nota oficial.
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Ese comunicado también instó a los venezolanos «a trabajar por la paz» y por la preservación de la democracia y subrayó el compromiso de Brasil «de contribuir, siempre que sea solicitado, en la reanudación del diálogo político y constructivo en Venezuela». (I)
El gobierno brasileño manifestó «gran preocupación» por la crisis política que vive Venezuela y se comprometió a colaborar con el país caribeño para que retome «un diálogo político amplio y constructivo».
«El gobierno brasileño acompaña con gran preocupación la evolución de la situación en Venezuela e insta a los actores involucrados a trabajar por la paz y el mantenimiento de la democracia», indicó la cancillería brasileña en un comunicado divulgado anoche.
El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff reiteró su «compromiso de contribuir, «siempre que se le solicite», para que se reanude el diálogo entre gobierno y oposición.
En tal sentido, Brasilia respaldó la propuesta del secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, de preparar una visita a Venezuela de los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador.
La idea es que los ministros de Relaciones Exteriores Mauro Vieira, de Brasil; María Ángela Holguín, de Colombia; y Ricardo Patiño, de Ecuador, viajen a Caracas la semana entrante para mantener reuniones preparatorias de un encuentro extraordinario del Consejo de Cancilleres de la Unasur.
La convocatoria se realiza en el marco de un agravamiento de la crisis política venezolana, cuyo último capítulo tuvo lugar el jueves, cuando fue arrestado el alcalde de Caracas Antonio Ledezma, a quien se le acusa de conspirar contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La alianza opositora venezolana Mesa de Unidad Democrática (MUD) rechazó la acusación y calificó la detención del regidor como un «golpe propinado desde el Estado (…) contra la institucionalidad democrática». (I)
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reiteró este miércoles su rechazo a las sanciones de Estados Unidos a funcionarios de Venezuela, a quienes acusa de violación de los derechos humanos, tal como ya hiciera en la reciente cumbre del bloque celebrada a finales de enero en Costa Rica, dijo el organismo en un comunicado.
La nota «reafirma» la «preocupación» de Celac ante la ley estadounidense que «aplica sanciones unilaterales» contra Venezuela y subraya la necesidad de respetar «el compromiso de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado».
El organismo se pronunció así en un comunicado difundido por la Cancillería de Ecuador, país que ocupa la presidencia de turno del bloque, formado por 33 países.
Ese compromiso de no intervención, indica la nota, figura en la «Proclama de la América Latina y el Caribe como zona de Paz», que fue adoptada en la segunda cumbre de la Celac, celebrada en La Habana en enero de 2014.
«La Celac saluda e insta a la promoción del diálogo y cooperación entre Estados miembros como un medio para fomentar el desarrollo político, social y económico de sus miembros», indica el comunicado, que «urge a los Estados a abstenerse de cualquier acción que pueda afectar dicho diálogo».
El pronunciamiento de la Celac se produce después de que el lunes, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) decidiera buscar canales que favorezcan el dialogo «directo» entre Estados Unidos y Venezuela para frenar las sanciones impuestas por Washington.
En una reunión en Uruguay, que ejerce la presidencia de turno del organismo, entre el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, y los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira; de Venezuela, Delcy Rodríguez, y de Ecuador, Ricardo Patiño, se aprobó promover los canales de comunicación en un marco de respeto entre estados y del principio de no intervención.
«Se van a aplicar medidas que merecen una reacción inmediata de Unasur y, por esta razón, nos hemos constituido en esta reunión y esperamos que nuestra acción favorezca a la paz, a la concordia, al diálogo no solamente entre nosotros como estados parte de Unasur, sino también evitar que países extrarregionales pudieran afectar esa tranquilidad, paz y estabilidad de nuestros estados», dijo Patiño el lunes.
Con anterioridad, el 4 de febrero, las denuncias del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre intentos de agresión de Estados Unidos a su país, centraron una reunión en Caracas entre el mandatario y Samper.
El responsable de la Unasur aseguró entonces que cualquier intento de desestabilización que se produzca en una democracia o de desestabilizar a un Gobierno contará con el «rechazo unánime» de todos los países de la Unasur.
En declaraciones a la prensa tras la reunión que mantuvo con Nicolás Maduro, el secretario general de la Unasur resaltó que «la democracia, con la paz y los derechos humanos forman parte de la trilogía fundamental» de la organización panamericana que encabeza.
El presidente venezolano dijo, por su parte, que pidió a Samper y a la Celac que establezcan un «escudo protector» alrededor de su país para «evitar agresiones».
Maduro explicó que le proporcionó al responsable de la Unasur «datos, información, alguna muy confidencial» de «elementos muy preocupantes» y pronunciamientos de portavoces del Pentágono y del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden. (I)
Un grupo de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) anunció ayer que buscará canales que favorezcan el diálogo “directo” entre Estados Unidos y Venezuela, con el fin de favorecer “la paz y la concordia”, tras las sanciones estadounidenses contra funcionarios venezolanos.
Dicha decisión se adoptó en una cita mantenida en Uruguay entre el secretario de la Unasur, Ernesto Samper, y los cancilleres Mauro Vieira (Brasil), Delcy Rodríguez (Venezuela) y Ricardo Patiño (Ecuador).
Patiño dijo que han pedido al ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, que convoque una reunión extraordinaria para informar a los cancilleres del resto de los doce países de Unasur sobre los resultados de la reunión.
Almagro no participó en la reunión, pero sí recibió a los participantes como representante del país a cargo de la presidencia del ente regional.
Según Patiño, Samper, Rodríguez, Vieira y él analizaron el impacto que pueden tener las medidas que el Gobierno de EE.UU. ha tomado en los últimos días con relación a Venezuela, como las sanciones a funcionarios de ese país, y los efectos que pueden tener sobre la paz en la región.
“Se van a aplicar medidas que merecen una reacción inmediata de Unasur y por esta razón nos hemos constituido en esta reunión y esperamos que nuestra acción favorezca a la paz, a la concordia, al diálogo no solamente entre nosotros como estados parte de Unasur, sino también evitar que países extrarregionales pudieran afectar esa tranquilidad, paz y estabilidad de nuestros Estados”, dijo.
Patiño no precisó cuál será el proceso para establecer los canales de diálogo.
La canciller venezolana tildó de “muy positiva” la reunión, porque hubo “un intercambio franco” entre los cancilleres, que manifestaron su “disposición” a seguir acompañando a Venezuela en mecanismos de solidaridad y acompañamiento. “Nosotros informamos ampliamente a la comisión de cancilleres y a Samper de la posición injerencista de los EE.UU. destinada a generar zozobra psicológica en la población venezolana, situaciones de penuria económica”, indicó Rodríguez.
“Manifestamos nuestra preocupación de cómo se están dando señales claras de la administración estadounidense incluso más graves que las que vivimos previas al golpe de Estado del 2002”, sentenció. (I)
43
personas murieron en Venezuela durante las protestas.
Sanciones
Activos y visados
No se conoce lista
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dispuso la semana pasada que se sancione a funcionarios venezolanos, considerados responsables de hechos de corrupción y de violaciones de derechos humanos en ese país, con la congelación de activos y la prohibición de visados para ellos y sus familias. El gobierno estadounidense no dio a conocer el listado de señalados.
Una comisión de la Unasur se mosotró preocupada ante sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela y anunció que buscará abrir «canales de diálogo» entre ambos países, dijo este lunes el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, al finalizar una reunión de cancilleres de la Unión en Montevideo.
«Hemos decidido buscar canales de diálogo, comunicación, con el gobierno de los Estado Unidos que favorezcan el diálogo directo entre los dos países, Estados Unidos y Venezuela en el marco del respeto de los Estados y el principio de no intervención», señaló Patiño.
La comisión, formada además de Patiño por los cancilleres de Brasil y Venezuela, Mauro Vieira y Delcy Rodríguez, y el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, recibió un informe sobre «la situación que vive Venezuela».
«Nos han manifestado el impacto que podrían causar las medidas que el gobierno de los Estado Unidos ha tomado en los últimos días, sobre el pueblo de Venezuela, sobre su gobierno y la preocupación que pudieran estas decisiones tener sobre la paz en la región», añadió.
Estados Unidos sancionó a funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro bajo señalamientos de corrupción y violaciones de derechos humanos.
Medidas
La medida, que incluye la cancelación de visas y en algunos casos la congelación de bienes, fue justificada por Estados Unidos como una respuesta al intento del gobierno de Maduro de «sofocar a la disidencia» venezolana, tras las protestas contrarias al gobierno de hace casi un año, que dejaron 43 muertos.
Las sanciones tensaron aún más las ya deterioradas relaciones entre ambos gobiernos.
La semana pasada, Maduro acusó, sin ofrecer pruebas, al vicepresidente estadounidense Joe Biden de encabezar una conspiración para derrocarlo.
Venezuela atraviesa una crisis económica impulsada por el desplome de los precios del crudo, que perdió 60% de su valor en 7 meses.
Con las mayores reservas petroleras del mundo, Venezuela acumula 3 trimestres de recesión y escasez de un tercio de los productos básicos.
Samper expresó la preocupación de la comisión que integró ante las medidas tomadas por Estados Unidos y anunció que ésta solicitó a Uruguay – que ostenta la presidencia pro témpore de la Unasur – llamar a una reunión extraordinaria de todos los cancilleres del grupo.
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) está formada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
La estatua del fallecido expresidente argentino Néstor Kirchner (2003-2007), instalada en el frente de la sede la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Ecuador, le costó a la administración de su viuda y sucesora Cristina Fernández cerca de un millón de pesos ($ 116.000), informó este martes la prensa local.
El monumento fue hecho en bronce por un escultor argentino, Miguel Gerónimo Villalba. Fue contratado de forma directa por la Cancillería argentina para que realizara una réplica en bronce de un monumento del ex presidente que había hecho en 2011, al cumplirse un año de su muerte, precisó este martes el diario «La Nación».
Según informó la Cancillería al periódico, la estatua de 2,28 metros de altura y unos 600 kilogramos de peso costó 977.800 pesos, un costo que al igual que su sistema de adjudicación directa causó hoy polémica.
La estatua fue trasladada en avión e inaugurada en diciembre pasado por Fernández de Kirchner al frente del nuevo edificio de Unasur cerca de Quito.
La ley de contrataciones públicas establece que el Estado está obligado a llamar a licitación toda vez que un gasto supere los 200.000 pesos, pero prevé la contratación directa en los casos en que la ejecución «deba confiarse a empresas, artistas o especialistas que sean los únicos que puedan llevarlos a cabo».