Un nuevo contingente compuesto por 25 trabajadores ecuatorianos llegó a Santiago de Cuba, donde participan en la reconstrucción de inmuebles y edificios de la ciudad afectados por el huracán Sandy, que causó graves daños en esa ciudad oriental en octubre de 2012, informaron medios locales.
El grupo está integrado por personal militar y civil, que trabajará durante seis meses en las labores de reconstrucción, indicó el Ministerio de Defensa de Ecuador en informaciones citado por medios cubanos.
Tras el paso del huracán, Ecuador ya envió personal militar que inicialmente trabajó en la rehabilitación y remodelación de la residencia de la Facultad de Ciencias Médicas de la provincia santiaguera.
También se han dedicado a la construcción de viviendas con el empleo de nuevos sistemas como muros cortantes de hormigón armado, para garantizar la calidad y la resistencia a sismos y otros desastres climatológicos propios de esa región.
El compromiso de Ecuador es edificar en total 1.600 casas para los damnificados por el huracán, que ocasionó en la ciudad daños valorados en unos 4.700 millones de dólares, de los que unos 2.600 corresponden a viviendas.
Sandy, que azotó Santiago el 25 de octubre de 2012, causó once muertos, dañó a más de 170.000 viviendas de la ciudad, de las que 15.888 quedaron totalmente derruidas y más de 22.000 registraron derrumbes parciales.
Indonesia ordenó este lunes la suspensión de varios responsables de navegación aérea en el marco de la investigación del accidente del vuelo 8501 de Air Asia, que se estrelló a finales de diciembre en el mar de Java con 162 personas a bordo.
Estas medidas fueron adoptadas mientras los equipos de rescate extendieron este lunes su búsqueda en el mar de Java para hallar los cadáveres de las víctimas y nuevos restos del avión, que pudieron ser arrastrados por las fuertes corrientes.
En el noveno día de operaciones de gran magnitud llevadas a cabo por Indonesia con la ayuda de otros países para encontrar víctimas y restos del Airbus A320-200 que se precipitó al mar el 28 de diciembre, los responsables esperan que los buzos puedan alcanzar el fondo marino tras haberse enfrentado a condiciones difíciles en los días anteriores.
Tres nuevos cuerpos fueron hallados el lunes, por lo que son ya 37 los cadáveres recuperados, sobre un total de 162 personas que iban a bordo del aparato que había despegado desde la ciudad indonesia de Surabaya hacia Singapur y afrontó pésimas condiciones meteorológicas antes de desaparecer de las pantallas de los radares.
Plan de vuelo
Las autoridades indonesias alegan que el aparato adoptó un plan de vuelo no autorizado. El Ministerio de Transporte ordenó que los responsables de navegación y del aeropuerto «suspendan al personal involucrado» en la actividad del vuelo 8501, indicó a la prensa el director general de transporte aéreo, Djoko Murjatmodjo.
Murjatmodjo dijo que se sancionará a cualquier otra aerolínea nacional que viole su plan de vuelo previsto. Añadió que se está además investigando cómo el avión de AirAsia siguió un plan de vuelo no aprobado sin que tuvieran conocimiento de ello las autoridades.
S.B. Supriyadi, uno de los responsables de las operaciones, dijo esperar que «todas las partes» del aparato puedan ser localizadas este lunes. Los equipos de búsqueda han encontrado hasta ahora cinco grandes trozos de la aeronave.
Ello ocurre después de que la Agencia nacional meteorológica indonesia indicara en un informe preliminar que la caída del aparato fue probablemente causada por congelamiento de los motores, una hipótesis prematura según los expertos.
Clima
Fotografías infrarrojo satelitales muestran que el aparato pasó entre nubes donde se registraban temperaturas de entre menos 80 a menos 85 grados Celsius. Sin embargo se ignora por qué otros aviones que siguieron la misma ruta no se vieron afectados por estas condiciones meteorológicas. Por ello se considera esencial hallar las cajas negras del avión para explicar las causas de la catástrofe.
Las búsquedas efectuadas en las costas de la isla de Borneo se extenderán hacia el este, puesto que las fuertes corrientes podrían haber arrastrado partes del aparato, indicó Supriyadi.
«Esperamos que las cajas negras sean encontradas lo antes posible. Si la cola del avión quedó invertida y la puerta de acceso a las cajas negras se encuentra en el fango, tendremos que perforar en el fondo, y eso será algo difícil», explicó Supriyadi.
Por otro lado, el jefe del ejército, el general Moeldoko, propuso a las familias de las víctimas llevarlas a la zona del accidente. «Vamos a llevarlas en un barco de la marina al lugar para que puedan dejar flores, esperando que ello apacigüe el sentimiento de tristeza y pérdida», declaró.
Responsabilidades
A petición de las autoridades, la prioridad para los equipos de búsqueda es localizar los cadáveres de las víctimas, algunas de las cuales se encontraban atadas a sus asientos del avión con los cinturones de seguridad.
El domingo de noche, la hija del comandante de a bordo indonesio, Iriyanto, hizo un llamado a través de la televisión rogando a la población que no acuse a su padre.
«Es simplemente una víctima y aún no ha sido encontrado. Mi familia está de duelo. Siendo su hija, no puedo aceptar esto. Ningún piloto haría algo malo a sus pasajeros», declaró Angela Anggi Ranastianis a la cadena de televisión TV One.
En su última comunicación, el experimentado piloto había pedido al control aéreo autorización para tomar mayor altura y evitar nubes muy amenazantes, antes de perder el contacto.
La noche del pasado sábado, en un incendio que afectó a dos casas de caña guadúa de la ciudadela Franklin Jiménez, en el cantón Arenillas, El Oro, un niño de 4 años de edad murió por quemaduras.
El menor, que tenía capacidades especiales, estaba solo en la vivienda cuando ocurrió el siniestro porque su madre había salido a la casa de unos vecinos en busca de una manguera.
En la otra vivienda se encontraban nueve menores de edad, entre niños y adolescentes. Siete habrían logrado salir de la casa, mientras que dos, de 4 y 5 años de edad, fueron rescatados por un vecino, Bismark Cabrera, quien arriesgó su vida para salvarlos.
“Los dos estaban atrapados en medio de las llamas, lo que hice fue salvarles la vida. Ellos tienen mucho que vivir y hacer en este mundo”, dijo Cabrera, quien minimizó su acción, pero los vecinos lo aplaudieron.
En el lugar del siniestro, los escombros de las cañas guadúa y de algunos enseres quedaron esparcidos. Las dos familias perjudicadas son de escasos recursos económicos y perdieron todas sus pertenencias.
La explosión de un cilindro de gas en el interior de una de las casas impidió el rescate del niño de 4 años que murió. La madre señaló que la causa del incendio pudo ser un cortocircuito. “No tenemos energía y teníamos unos cables conectados a una red de un vecino”, dijo la mujer que lloraba la muerte del último de sus tres hijos.
Gonzalo Tinoco, comandante del Cuerpo de Bomberos de Arenillas, señaló que el fuego fue controlado en menos de diez minutos y que evitaron que a una tercera vivienda lleguen las llamas que alcanzaron unos 10 metros de altura.
En este sector de la ciudad residen, en su mayoría, familias con hijos con capacidades especiales, esto debido a que en abril del año anterior recibieron solares como un beneficio por parte del Cabildo y construyeron sus viviendas de caña guadúa, tablones y zinc.
Hoy se prevé que se realice el sepelio del niño en el cementerio de este cantón. Personal del Cuerpo de Bomberos indicó que emitiría el informe final sobre lo ocurrido, en las próximas horas. Los técnicos del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) recogieron datos para ayudar a las familias damnificadas. (I)