Padres confían en que la chica estadounidense no haya muerto en manos de ISIS

«Esta noticia nos deja preocupados. Sin embargo, todavía tenemos esperanza de que Kayla siga viva», afirmaron los padres.
 

Padres de la joven que habría muerto a manos de ISIS confían que siga con vida

«Esta noticia nos deja preocupados. Sin embargo, todavía tenemos esperanza de que Kayla siga viva», afirmaron los padres.
 

Ataque a hotel en Trípoli acaba con la inmolación de los asaltantes

Varios asaltantes parapetados en un conocido hotel de Trípoli se hicieron estallar este martes tras varias horas de asedio de las fuerzas de seguridad libias, en un ataque reivindicado por la rama libia del grupo Estado Islámico (EI).

«Perseguidos y rodeados por las fuerzas de seguridad en el piso 21 del hotel, los asaltantes han hecho detonar el cinturón de explosivos que portaban», indicó el portavoz de las operaciones de seguridad en Trípoli, Issm al Nas. Otra fuente de seguridad confirmó la información, aunque no confirmó el número de bajas en esta segunda explosión.

Las fuerzas del orden libias rodeaban desde hacía unas horas el hotel Corinthia, muy frecuentado por extranjeros, después de que varios hombres armados hicieran estallar un coche bomba y mataran al menos a tres guardias de seguridad, antes de entrar en el establecimiento.

Al menos cinco personas resultaron heridas en el ataque, según las mismas fuentes, entre ellas, dos empleadas filipinas que se vieron afectadas por la explosión.

Varias ambulancias estaban apostadas en las inmediaciones del hotel. Por el momento no está claro si hay huéspedes en el interior de este establecimiento, frecuentado por el cuerpo diplomático y por miembros del gobierno.

En un breve comunicado en Twitter, la rama del EI en Trípoli reivindicó el asalto al hotel, indicó el observatorio SITE Intelligence.

«Se trata de una situación en evolución, lo que sabemos es lo que están diciendo en las noticias», aseguró por teléfono a la AFP Matthew Dixon, portavoz de esta cadena hotelera con sede en Malta.

«Nuestros pensamientos están con el personal y los huéspedes», añadió, si bien «no tenemos más información».

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, expresó su preocupación por el ataque, condenándolo y expresando su solidaridad con las víctimas y sus familias».

«No se debería permitir que estos ataques minen el proceso político», aseguró en un comunicado, en referencia a la nueva ronda de negociaciones auspiciadas por la ONU entre facciones rivales libias que comenzaron este lunes con vistas a implementar una hoja de ruta para crear un gobierno de unidad.

El lujoso hotel Corinthia, centro de reunión de oficiales gubernamentales, empresarios extranjeros y diplomáticos, era considerado un lugar seguro y un oasis en medio del caos instaurado en la ciudad desde la caída del coronel Muamar Gadafi.

Allí se reunieron el primer ministro británico David Cameron y posteriormente el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy con altos oficiales tras el cambio de régimen.

Pero la seguridad ha decaído desde octubre de 2013, cuando el primer ministro Ali Zeida fue secuestrado allí por hombres armados, que lo liberaron horas después.

Las milicias que derrocaron al dictador Gadafi se disputan el territorio y las riquezas petroleras de Libia y controlan las dos ciudades más importantes del país, Trípoli y Bengasi (este). La situación se ha agravado en los últimos meses, con la aparición de dos gobiernos y dos parlamentos paralelos.

Ecuador tiene un "régimen híbrido", según informe sobre democracia pedido por la BBC

América Latina «es incapaz de progresar en la democratización» y solo dos países de la región -Uruguay y Costa Rica- califican como «democracias plenas», según un informe de The Economist Intelligence Unit (EUI) realizado para la cadena británica de noticias BBC.

El estudio intenta cuantificar, con un índice que va de 0 a 10, el estado de la democracia liberal en 165 estados independientes y dos territorios.

Los países son clasificados en cuatro categorías: aquellos que cuentan con «democracias plenas», los que son «democracias imperfectas», aquellos que tienen modelos «híbridos» y los «regímenes autoritarios».

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores evaluaron no solo el clásico acceso a las urnas, sino cinco factores más: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionalidad del gobierno, participación política y cultura política.

«Elegimos estos criterios para dar una definición más fuerte, amplia y sólida que no sea solo tener elecciones y tener respeto a las libertades civiles», le explica a BBC Mundo Irene Mia, directora regional de Latinoamérica en EIU.

Y bajo esos parámetros, América Latina experimentó una regresión respecto del índice del año anterior.

«A pesar de la democratización en América Latina en las décadas recientes, muchos países de la región cuentan con democracias frágiles», se lee en el informe.

Sin embargo, entre los expertos no hay consenso sobre cómo definir –ni menos, medir- la democracia.

Debilidad

De acuerdo con el estudio de EIU, en América Latina «los niveles de participación política son generalmente bajos y la cultura democrática es débil».

La mayor parte de los países de la región, según el estudio, ha logrado establecer «elecciones libres y justas» y el respeto a las libertades civiles.

De hecho, en ambos factores, Latinoamérica se posiciona mejor que sus pares de Medio Oriente, África y Europa del Este.

Pero el proceso democrático está estancado, asegura el documento.

«Democracias plenas»

La región «es incapaz de progresar en la democratización», señala el estudio. A excepción de Uruguay y Costa Rica, con índices de 8,17 y 8,03 respectivamente, lo cual permite incluirlos en la categoría de «democracias plenas».

Estas, según el EIU, se entienden como países donde no solo las libertades civiles y políticas básicas son respetadas, sino que son la base de una «cultura política que conduce al florecimiento de la democracia».

En términos generales, la democracia plena mejor evaluada, con el número uno del índice, es Noruega, con 9,93.

Del otro extremo, en América Latina, Cuba (3,52) y Haití (3,82) son los peor evaluados. Ambos países son considerados por el informe de EIU como «regímenes autoritarios».

Sin embargo, el concepto de «democracia popular o participativa», como define el gobieno cubano su propio sistema político, no es comparable al concepto de «democracia liberal», bajo el cual se entiende el índice.

De todo el listado, el país menos democrático es Corea del Norte, con un índice de 1,08.

«Democracias imperfectas»

Chile (7,80), Brasil (7,38), Panamá (7,24), Argentina (6,84), México (6,68), Colombia (6,55), Perú (6,54), El Salvador (6,53) y Paraguay (6,26) están consideradas por el índice como «democracias imperfectas».

Esta categoría abarca aquellos estados que, según el estudio, tienen elecciones libres y justas, libertades civiles básicas respetadas, pero presentan debilidades en otros aspectos como gobernabilidad, bajos niveles de participación y una cultura política poco desarrollada.

Sin embargo, los límites entre las categorías del informe son difusos, según le explica a BBC Mundo Francisco Panizza, profesor e investigador de London School of Economics (LSE) y experto en Democracia y Derechos Humanos en América Latina.

«Muchos otros índices ponen a un país como Chile como una democracia plena (…). No existen las democracias perfectas, pero yo diría que países como Chile, Brasil, Uruguay, son democracias en general de buena calidad», señala el experto.

«Regímenes híbridos»

Otra categoría que identifica el índice de EIU son los «regímenes híbridos».

En estos sistemas existen, según el estudio, irregularidades sustanciales en las elecciones que usualmente las alejan de ser libres o justas, el gobierno presiona a los partidos de oposición y cuentan con serias debilidades más prevalentes que las democracias imperfectas.

Además, en esos países, el Estado de Derecho es débil y el poder judicial no es plenamente independiente.

El EIU enmarca en este grupo a Ecuador (5,87), Honduras (5,84), Guatemala (5,81), Bolivia (5,79), Nicaragua (5,32) y Venezuela (5,07).

Sin embargo, según el profesor de London School of Economics, el punto de división entre democracias imperfectas y regímenes híbridos «no está hecho con demasiado rigor».

Por ejemplo, en el caso de Bolivia, asegura Panizza, «en muchos sentidos el gobierno de Evo Morales profundizó la democracia al integrar y dar participación a amplios sectores excluidos de la sociedad, como los indígenas».

«En Ecuador no cabe duda de que la reelección de Correa reflejó muy claramente la popularidad que tiene el presidente Correa en Ecuador», dice el académico.

Otros países como Nicaragua, Guatemala y Honduras «tienen problemas en lo que tiene que ver con la neutralidad del Estado, la vigencia del Estado de Derecho y uso de la libertad de prensa, pero aun así las elecciones siguen siendo libres y sin coerción, por lo que no podría hablarse de regímenes híbridos».

Riesgos

El informe advierte que existen riesgos que afectan a la democracia en general en la región.

«El crimen descontrolado en algunos países –particularmente la violencia y el tráfico de drogas- así como la corrupción, están teniendo un impacto corrosivo sobre la democracia en América Latina», explica el informe.

Pero estos no son los únicos peligros. «Los problemas más graves para la democracia en la región siguen teniendo que ver con las debilidades institucionales de los Estados, los continuos niveles de desigualdad socioeconómica y los bajos niveles de educación», le explica a BBC Mundo Francisco Panizza, profesor e investigador de London School of Economics (LSE) y experto en Democracia y Derechos Humanos en América Latina.

Un índice más preciso debiera contemplar también estos factores, apunta Panizza.