La Central de Trabajadores de Cuba (CTC, única) llamó este lunes a realizar actos y desfiles masivos frente a la «estrategia» de Estados Unidos hacia la isla comunista, y en solidaridad con la «hermana» Venezuela, según una convocatoria publicada en el diario oficial Granma.
«Son muchos los desafíos del presente en un contexto político internacional caracterizado por un nuevo enfoque de la estrategia del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, que aun cuando reconoce el fracaso de su política de acoso, agresión y guerra mediática, mantiene medidas que continuaremos denunciando y condenando ante el mundo», señala la proclama sindical.
Entre esas medidas, la Central sindical mencionó «el genocida bloqueo (embargo)», que Washington aplica contra la isla desde 1962, «la injusta inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo y la ocupación del territorio donde se asienta la base naval (estadounidense) en Guantánamo».
Asimismo, la CTC convocó a los trabajadores cubanos a «participar activamente en la celebración de la jornada del 1ro de mayo y a desfilar masivamente» para expresar «el compromiso irrestricto con la hermana República Bolivariana de Venezuela».
El 17 de diciembre los presidentes Barack Obama y Raúl Castro hicieron el histórico anuncio de que ambos países restablecerían relaciones diplomáticas tras medio siglo, pero Washington ha dejado claro que no hay cambio en el objetivo de buscar la democratización de la isla comunista, sino de métodos, pues la política del embargo ha sido ineficaz.
El 9 de marzo, el gobierno estadounidense impuso sanciones a siete funcionarios del gobierno del presidente Nicolás Maduro amparado en un decreto presidencial, en el que califica la situación de Venezuela como una «amenaza extraordinaria e inusual» a la seguridad estadounidense.
La Habana dio ese mismo día «su incondicional apoyo» a su aliado venezolano y calificó las sanciones a Caracas de medida «arbitraria y agresiva».
Venezuela es el principal aliado político y socio económico de Cuba, a la que suministra petrólero con facilidades de pago y compra los servicios de miles de médicos y otros profesionales.
Uruguay ya no recibirá reclusos de la cárcel de Guantánamo, informó este lunes el canciller Rodolfo Nin Novoa, luego de la polémica llegada al país de seis presos liberados por Estados Unidos, durante el gobierno de José Mujica (2010-2015).
«No van a venir más presos de Guantánamo, eso es definitivo», dijo Nin Novoa a periodistas al término de una reunión de gabinete en Punta del Este, según imágenes de canales locales.
Uruguay recibió a seis personas que pasaron más de una década sin juicio en la prisión estadounidense de Guantánamo, en una decisión adoptada por el entonces presidente Mujica a pedido de su par Barack Obama.
Los exdetenidos nunca fueron enjuiciados en Estados Unidos. Llegaron a Uruguay a fines de 2014 y el país se convirtió en el primero de América Latina en recibir detenidos de esa prisión, que Obama ha dicho estar dispuesto a cerrar aunque aún no tiene plan para ello.
Los ex reos que llegaron a Uruguay conviven en una casa en el centro de Montevideo y tienen estatus de refugiados. Se trata de cuatro sirios, un palestino y un tunecino.
Su llegada estuvo precedida de polémica en Uruguay, dentro y fuera de las filas del Frente Amplio, el partido en el gobierno.
Estatus de refugiados
Mujica los visitó por primera vez en febrero, antes de transferir el poder a Tabaré Vázquez.
Un día después, señaló que los refugiados «tienen notorias dificultades con el idioma, tienen problemas de adaptación porque no solo pertenecen a otras culturas, sino que cargan con las consecuencias de trece años de aislamiento en condiciones inhóspitas».
En la prisión estadounidense en la isla de Cuba, inaugurada en 2002 en el marco de la «guerra contra el terrorismo» lanzada por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) tras los atentados del 11 de setiembre de 2001, quedan aún más de 100 detenidos.
Nin Novoa también confirmó que el nuevo gobierno decidió postergar «hacia fin de año» la llegada de nuevos contingentes de refugiados de la guerra en Siria, que comenzaron a ser recibidos en el país bajo el mandato de Mujica.
El canciller sostuvo que Uruguay tiene «carencias de cultura e infraestructura» para acogerlos y se mostró partidario de planificar mejor futuros recibimientos.
A comienzos de año, algunas de las familias sirias estuvieron en el foco de atención por versiones sobre supuestos casos de violencia doméstica. (I)
Alarma por la situación en Venzuela y Ecuador, y el respeto a los derechos de los indocumentados en EEUU.
Abandonó su puesto en medio de una zona de combate cuando fue secuestrado por talibanes en Afganistán.
El Gobierno de Estados Unidos reconoció la inocencia del australiano David Hicks, quien pasó detenido varios años en la cárcel de Guantánamo por terrorismo, informó hoy el abogado del exrecluso.
Stephen Kenny, abogado de Hicks, dijo que se le explicó a él y a su cliente que el Gobierno estadounidense no disputó la inocencia del otrora llamado «talibán australiano» y admitió que la sentencia en su contra no fue correcta, según la cadena local ABC.
Kenny agregó que espera que en menos de un mes la Comisión Militar invalide la sentencia a siete años de cárcel que se le impuso en 2007, después de que Hicks se declarara culpable por apoyar al terrorismo.
«No dudo de que, aunque la Comisión Militar le invalide o no la sentencia, el nombre de David se limpiará en las altas instancias judiciales de Estados Unidos en caso de que debamos acudir a ellas», acotó el letrado.
La defensa de Hicks, que aseguraba que esta confesión se obtuvo bajo coerción, presentó en 2013 una apelación ante el Tribunal de la Comisión Militar de Revisión de Estados Unidos argumentando que el delito no era considerado un crimen de guerra cuando fue detenido en diciembre de 2001 por las tropas estadounidenses que entraron en Afganistán.
El llamado «talibán australiano», quien siempre ha defendido su inocencia, fue trasladado poco después de su detención a la base estadounidense de Guantánamo, donde pasó cinco años.
En 2007 fue sentenciado por el tribunal militar y dos meses después fue trasladado a Australia para cumplir su condena en una cárcel del sur del país y luego bajo arresto domiciliario hasta que en 2008 obtuvo la plena libertad sin restricciones ni vigilancia, lo que le permitió escribir sus memorias sobre sus años en Guantánamo. (I)
El gobierno de Obama multiplica los vuelos nocturnos para vaciar lo antes posible las celdas de la prisión.