El presidente italiano Giorgio Napolitano renunció este miércoles a su cargo tras haber garantizado por casi un decenio la estabilidad política en Italia, con lo que se abre una fase incierta de pugnas por su sucesor.
La carta de renuncia fue presentada a la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, quien deberá convocar una asamblea conjunta con el Senado y los representantes de 20 regiones para la elección de su sucesor.
El Parlamento italiano, en sesión conjunta deberá en un plazo de quince días, reunirse para elegir al sucesor de Napolitano, quien renunció anticipadamente al cargo por razones de edad.
Napolitano, que este año cumple 90 años, había anunciado su decisión en un mensaje a la nación por el fin de año.
La renuncia del presidente, veterano militante antifascista, había sido anticipada el martes por el jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, ante el Parlamento Europeo donde elogió su trayectoria.
El cargo será ocupado en forma transitoria por el presidente del Senado, Pietro Grasso.
La elección del sucesor de Napolitano se anuncia difícil ya que la derecha y la izquierda no han logrado al parecer ponerse de acuerdo hasta ahora sobre un candidato de consenso.
El sucesor
El candidato al cargo más importante y estable del país, con mandato de siete años, es tradicionalmente una personalidad por encima de los partidos y una figura que garantiza el equilibrio de la vida política, ya que es la única persona con derecho a disolver el Parlamento y a convocar elecciones legislativas anticipadas.
«Se trata de una fase delicada y difícil» para Italia, reconoció Renzi, quien delineó las características del futuro jefe de Estado: «Debe ser un árbitro equilibrado y sabio», dijo.
Las votaciones para remplazar al excomunista Napolitano, quien aceptó reluctante el segundo mandato en febrero del 2013 debido a que las fuerzas políticas no lograron un acuerdo, son secretas.
Los parlamentarios suelen liberarse de la disciplina de partido, por lo que históricamente no ha sido fácil llegar a una elección.
En 1978, el popular y carismático socialista Sandro Pertini, fue elegido en la 16ª vuelta.
Lanzar falsos candidatos, ‘quemar’ rivales y ocultar el nombre hasta último momento han sido tradicionalmente algunas de las estrategias para elegir a la personalidad que ocupará por siete años el legendario palacio del Quirinal.
Candidatos
La elección presidencial constituye un momento muy solemne para la nación ya que la función de presidente, en una democracia de carácter parlamentario, suele ser ocupada por un mediador político y también un garante de la Constitución.
Estas votaciones resultan además particularmente delicadas y obligan al primer ministro Renzi a medir su fuerza política.
Entre los nombres que suenan para relevarlo figuran Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, Carlo Padoan, ministro de Economía, Roberto Pinotti, ministra de Defensa y el exalcalde de Roma, Walter Veltroni.
El nombre de Romano Prodi, dos veces jefe de gobierno y expresidente de la Comisión Europea, fue propuesto por algunos sectores del Partido Democrático, pese a la humillante derrota del 2013, por la traición de 101 parlamentarios de su propio partido.
«Es evidentemente un gran honor que mi nombre circule, pero no es mi trabajo», declaró Draghi en entrevista al diario alemán Die Zeit publicada este miércoles.
La elección
1.009 «grandes electores» -630 diputados, 315 senadores, 5 senadores vitalicios y 58 representantes de 20 regiones- serán convocados para la elección del sucesor de Napolitano.
Renzi, que espera que su candidato salga elegido en la 4ª votación, cuando es necesaria una mayoría simple de 505 votos y no de dos tercios como en las primeras tres rondas de votación, dispone de 415 parlamentarios.
«Como ocurre en la elección de un papa, la elección del presidente de la República italiana es impredecible, pero al contrario de lo que ocurre en el Cónclave, no cuentan con la ayuda del Espíritu Santo», comentó este miércoles el diario La Stampa.
«Italia sabrá encontrar un presidente a la altura de esa tarea», comentó por su parte el profesor Francesco Clementi, experto en derecho constitucional. (I)
El jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, saludó este martes ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (este de Francia) el trabajo del presidente de su país, Giorgio Napolitano, a «horas de que deje el cargo».
Renzi, que se dirigía ante el pleno dando cuenta de su balance de los seis meses de presidencia italiana de la UE, saludó, al pasar, a «Giorgio Napolitano, europeo convencido, que justamente en las próximas horas dimitirá de su puesto tras una larga trayectoria».
Napolitano, de 89 años, anunció el mes pasado que se retiraría antes de expirar su mandato en 2020.
Este excomunista fue reelegido en 2013 por falta de un acuerdo en el Parlamento sobre un nuevo candidato.
El veterano militante antifascista, amigo del poeta chileno Pablo Neruda, cuando se exilió en la isla de Capri y en Nápoles, deseaba retirarse a una vida tranquila.
El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, consideró este jueves «indispensable» para la lucha contra la amenaza yihadista la puesta en marcha en toda la UE del denominado Registro de Nombres de Pasajeros (PNR), con datos de los viajeros, como nombre, forma de pago o itinerario.
Fernández Díaz hizo estas declaraciones tras presidir la Junta de Gobierno de la Policía Nacional española, en la que el atentado perpetrado el miércoles en París contra la revista satírica Charlie Hebdo, en el que murieron doce personas, ha sido uno de los temas analizados.
Preguntado sobre los instrumentos para combatir el terrorismo yihadista en toda Europa como puede ser el PNR, el titular de Interior dejó claro que no hay Consejo Europeo en el que esta iniciativa, que España defiende e impulsa desde hace más de tres años, no sea debatida.
«Tenemos el firme deseo de que se apruebe esta directiva cuanto antes», subrayó el ministro antes de recordar que en la pasada legislatura el Parlamento Europeo echó para atrás su aprobación.
Hace poco más de un mes la Comisión Europea, los ministros de Interior y el coordinador antiterrorista de la UE volvieron a apostar por aprobar cuanto antes este sistema, al que se resiste buena parte de la Eurocámara.
El registro PNR (Passenger Name Record, en inglés) recaba datos de pasajeros como nombre, forma de pago, itinerario de viaje y datos de contacto, lo que para muchos eurodiputados y para el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) plantea dudas sobre el respeto a la protección de datos personales.
A juicio de Fernández Díaz, la actual amenaza exige conseguir un «equilibrio» entre la lucha contra el terrorismo y la libertad individual.
Respecto a la activación del Plan Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas para proteger estos servicios esenciales y la puesta en marcha de los protocolos correspondientes al nivel 3 de alerta antiterrorista activada, el ministro ha explicado que el despliegue de efectivos, sobre todo de Policía Nacional, puede ser «variable» en función de las circunstancias y las necesidades.
Las infraestructuras críticas también están funcionando «con normalidad», aseguró el ministro.
Fernández Díaz volvió este jueves a condenar el atentado en París que, según dijo, «España siente como propio», y a solidarizarse con Francia, un país «vecino, socio, amigo y aliado» que puede contar con la colaboración y cooperación de nuestro país.