Una fuerte explosión de gas ocurrida hoy en un hospital materno infantil en Ciudad de México dejó dos muertos y 37 heridos, entre ellos 22 bebés y niños, informaron este jueves las autoridades, que no descartan que haya personas bajo los escombros.
Un 30 por ciento del hospital se derrumbó. Los bomberos ya han controlado el fuego y buscan si hay más víctimas o lesionados. Los heridos han sido trasladados a otros hospitales. Diez son empleados del hospital.
El director de Protección Civil de la capital mexicana, Fausto Lugo, informó en una entrevista con la televisión que «es muy probable» que hayan quedado personas atrapadas.
El alcalde Miguel Ángel Mancera indicó que la explosión ocurrió cuando un camión-cisterna de gas abastecía al hospital en la delegación de Cuajimalpa y se perforó una manguera, lo que ocasionó un estallido.
Imágenes difundidas por la televisión muestran grandes daños en una de las áreas del hospital. La explosión ocurrió alrededor de las 7:15 de la mañana, hora local (13:15 GMT).
En México la mayoría de las personas se abastecen de gas mediante las llamadas «pipas», camiones que llevan el gas a las casas y recargan tanques. (I)
Tratando de atajar los graves problemas de obesidad que afectan a México, el gobierno de la capital del país lanzó un peculiar programa para incentivar el ejercicio: regalar medidores de pasos y, más adelante, pasajes de metro a cambio de diez sentadillas.
Desde este lunes, algunas estaciones de metro de Ciudad de México cuentan con las bautizadas «Estaciones de Salud», integradas por máquinas con medidores electrónicos que controlan que el usuario realice las sentadillas correctamente mientras le ofrece información y consejos para su salud.
Al terminar, la máquina emite un comprobante con las calorías quemadas que puede ser canjeado por un podómetro y «la propuesta» de las autoridades es que «posteriormente se canjee por un boleto del metro», dijo a la AFP una fuente de la secretaría de Salud.
«La obesidad y el sobrepeso nos preocupa y nos ocupa mucho. Para mí es el problema número uno de salud pública», manifestó el secretario de Salud de la capital, José Armando Ahued Ortega, al presentar el proyecto ideado por el alcalde izquierdista Miguel Ángel Mancera.
Según cifras oficiales, un 70% de los adultos y un 30% de los niños mexicanos padecen sobrepeso u obesidad, superando incluso en ese último punto los índices de Estados Unidos.
La alcaldía de Ciudad de México dispone de 30 máquinas y 80.000 podómetros para las «Estaciones de Salud», que funcionarán de forma itinerante entre estaciones de metro, autobús y ferias de salud en espacios públicos.
Con más de cinco millones diarios de usuarios, el metro es uno de los medios de transporte más usados en la megaurbe, especialmente por los sectores más populares.
El pasaje de metro aumentó de tres a cinco pesos en diciembre de 2013 (de 0,20 a 0,34 dólares), generando fuertes críticas entre algunos de los usuarios, teniendo en cuenta que el salario mínimo en México es de 70 pesos al día (4,7 dólares). (I)
Padres de los 43 estudiantes mexicanos que desaparecieron y fueron presuntamente masacrados en Guerrero (sur) encabezan este lunes una serie de marchas por Ciudad de México al cumplirse cuatro meses del crimen, para recordar al gobierno que no dejarán de luchar hasta encontrar a sus hijos.
«Ya son cuatro meses que no nos dicen (dónde están). Esta marcha es para que nos devuelvan a los chamacos (jóvenes)», dijo en una de las marchas a la AFP Bernabé Adrajan, padre de Adán, uno de los desaparecidos.
La jornada de protesta arrancó en la mañana con cuatro marchas simultáneas que partieron desde distintos puntos de la capital. En la tarde se convocó otra en el emblemático monumento del Ángel de la Independencia y todas ellas confluirán en un mitin en la central plaza del Zócalo.
Las marchas ocurren en un clima de creciente desconfianza de los padres hacia la investigación oficial de este brutal crimen.
En el sur de la capital miles de alumnos y maestros, muchos provenientes del convulso estado de Guerrero, marchaban portando una gran manta roja con las fotos de los 43 jóvenes, quienes desaparecieron en Iguala (estado Guerrero) en medio de ataques de policías locales coludidos con sicarios del narcotráfico.
Los padres temen que el gobierno quiera echar ya el cierre a un caso que escandalizó al país y la comunidad internacional, y sumió a Enrique Peña Nieto en la peor crisis de su presidencia (2012-2018).
«Lo que queremos es que no se olvide. Que esto no se quede en impunidad», dijo a la AFP Mario Pérez, compañero de las víctimas en la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa (Guerrero).
El paso de los manifestantes, algunos de los cuales portando palos y otros pocos encapuchados, es seguido de cerca por policías antimotines.
Un grupo de manifestantes realizó pintadas en comercios, bancos y en una instalación de la guardia presidencial, en la que escribieron mensajes como «Fue el Estado». (I)
Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace cuatro meses en Iguala, en el sur de México, encabezarán mañana una manifestación por las principales calles de Ciudad de México y un mítin en la Plaza de la Constitución.
Al cumplirse este lunes cuatro meses de la desaparición forzosa de 43 jóvenes de la escuela normal de Ayotzinapa, padres, organizaciones civiles, campesinos, trabajadores, sindicatos y estudiantes participarán el lunes en la movilización.
En la jornada por Ayotzinapa se exigirá al gobierno la presentación con vida de sus hijos, así como abrir una investigación contra el Ejército, porque aseguran que participó en la desaparición.
«Sólo se han enfocado las investigaciones en la policía municipal.
La desaparición de nuestros hijos fue un plan bien estructurado de parte del gobierno federal», dijeron hoy familiares de los normalistas a su paso por la localidad de Ixtapaluca, en el central Estado de México, antes de arribar a la capital.
«Decidimos conjuntar la actividad con la jornada global por Ayotzinapa», dijo Alberto Galindo, de la dirigencia de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala sobre la participación de al menos 10.000 campesinos.
Los alumnos de la escuela rural normal «Raúl Isidro Burgos» desaparecieron el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, a unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, después de ser atacados a tiros por policías municipales. En este episodio hubo además seis muertos y 25 heridos.
Según la fiscalía general de México, los agentes entregaron los estudiantes a miembros del cártel del narcotráfico Guerreros Unidos que los asesinaron y calcinaron sus cuerpos. De los 43 desaparecidos tan sólo se han podido identificar los restos de uno.
Después de cuatro meses de su desaparición, los padres de los estudiantes han seguido buscando a sus hijos y han afirmado que no aceptarán la hipótesis de que están muertos hasta que no haya una comprobación científica.
Según el testimonio de personas detenidas, los jóvenes habrían sido asesinados e incinerados durante unas 14 horas en una fogata en un basurero de Cocula, una localidad vecina a Iguala, tras lo cual los restos fueron arrojados en bolsas de plástico a un río. Por este caso hay cerca de 100 detenidos.
En el basurero y en el río se encontraron cenizas y algunos pocos restos óseos calcinados, que en noviembre fueron enviados a Innsbruck para su identificación.
El 7 de diciembre la Procuradrúa General dio a conocer que se había logrado identificar a uno de los estudiantes, Alexander Mora Venancio, de 21 años.
Las investigaciones por la «desaparición forzada» de 43 estudiantes en México han sido insuficientes y no debe quedar «piedra sin remover», reclamó recientemente Amnistía Internacional (AI). (I)
Decenas de personas se unieron hoy en Ciudad de México al día internacional de viajar sin pantalones en el metro recordando la desaparición de 43 estudiantes del magisterio de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre en el estado de Guerrero.
«Ayotzi vive», se pintaron en la ropa interior los participantes para recordar la desaparición de los alumnos de la escuela del magisterio de Ayotzinapa a manos de autoridades corruptas y el cártel Guerreros Unidos en la ciudad de Iguala.
La alusión a la desaparición de los alumnos extraviados también la hicieron los activistas con mensajes pintados en sus piernas y nalgas.
La jornada del día sin pantalones en el metro, que busca fortalecer la organización en la sociedad, concluyó en Ciudad de México con una multitudinaria concentración en las inmediaciones del Auditorio Nacional.
De acuerdo a testimonios de tres integrantes de Guerreros Unidos capturados, los estudiantes de Ayotzinapa fueron asesinados e incinerados en un basurero del municipio de Cocula, vecino a Iguala.
La versión de los delincuentes no es reconocida por los familiares de las víctimas, quienes siguen buscando a los alumnos.
Algunos restos que la Fiscalía halló en Cocula fueron identificados por forenses de Argentina y Austria como pertenecientes a uno de los desaparecidos, aunque los peritos argentinos aclararon que no fueron testigos de la ubicación de los trozos humanos en el lugar que afirman las autoridades mexicanas.