Si usas Android deberías dejar de hacer estas cosas
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¿Te parece que tu móvil Android ya no funciona tan bien como antes? O quizá hayas empezado a sufrir errores frecuentes cuyo origen desconoces. El motivo de todo ello se puede encontrar en que estés utilizando el dispositivo de manera inadecuada. Tal y como te vamos a explicar, hay una serie de cosas que nunca deberías hacer si te quieres asegurar de disfrutar siempre del mejor rendimiento.
Incluso si eres un usuario veterano de Android que ya ha tenido multitud de móviles, de vez en cuando es recomendable que te pongas al día sobre aquellas prácticas que deberías desechar. Por desgracia, es frecuente no prestar atención a todo lo que ocurre en el móvil y sufrir bajadas de velocidad o de eficacia. Afortunadamente, esto es algo que puedes solucionar con facilidad.
Permitir apps en segundo plano
Aunque no hay problema en tener algunas apps funcionando en segundo plano, si dejas que se acumulen muchas, sí se convertirá en un obstáculo para el rendimiento de tu móvil. En ocasiones nos dejamos llevar por la confianza que tenemos en el dispositivo y por saber que puede gestionar todo tipo de apps actuando simultáneamente en el fondo. Pero no hay que arriesgarse de esa manera, sobre todo cuando ya llevas un largo periodo de tiempo utilizando el móvil y quizá se hayan acumulado demasiadas.
Lo mejor que puedes hacer en este punto es comprobar qué tienes en segundo plano y optimizar la configuración. De esa manera ganarás en fluidez y en ahorro de batería. Es tan fácil como abrir el menú de Ajustes, elegir Batería y uso de la misma, y luego analizar cuáles son las apps que hay presentes. Así podrás ver la carga de batería que estará consumiendo cada una. Cierra todas las que no uses de una manera diaria y luego recuerda repetir esta acción de vez en cuando.
Aplazar las actualizaciones
Esto es algo que hemos hecho todos en algún momento. Tu móvil te avisa de la disponibilidad de una actualización, pero en vez de aceptar y dejar que el teléfono la reciba e instale, la pasas y la dejas pendiente. Quizá pienses que el móvil te funciona bien, así que no necesitas la actualización, al menos no de momento. Pero se trata de un error, puesto que las actualizaciones de Android te proporcionan distintas mejoras, como que se solucionen problemas de seguridad o que aumente el rendimiento.
Si no sabes si hay actualizaciones pendientes, haz lo siguiente. Entra en Ajustes, luego baja hasta Sistema y pulsa en actualizaciones de sistema. En pantalla podrás ver un mensaje que te informará de la disponibilidad de actualizaciones o que te confirmará que tienes Android al día. Luego sigue los pasos y ten paciencia, ya que el móvil se tendrá que reiniciar y si hay muchas actualizaciones, posiblemente necesitará un poco más de tiempo del habitual. Pero es mejor hacerlo cuanto antes.
Instalar desde fuentes desconocidas
Para muchos usuarios, uno de los puntos fuertes de Android es poder instalar todo tipo de aplicaciones, incluso las que no se encuentran disponibles en Google Play. Pero eso puede suponer un problema, puesto que, al hacerlo, te estás exponiendo a sufrir problemas de seguridad. Instalar aplicaciones de fuentes desconocidas puede derivar en que sufras la infección de tu móvil con malware o virus, así que siempre es mejor recomendable no hacerlo o limitarlo a situaciones críticas.
Recuerda que la tienda de aplicaciones de Google dispone de miles y miles de apps, por lo que es muy posible que llegues a encontrar lo que necesites dentro de ella. Y si no recuerdas de dónde instalaste las aplicaciones que tienes, no sería una mala idea que hagas un repaso y borres lo que te parezca sospechoso.
No optimizar las notificaciones
Un exceso de notificaciones en tu dispositivo puede llevar a que sufras auténticos quebraderos de cabeza, en especial si tienes costumbre de estar en reuniones o en momentos críticos de tu trabajo. Además, en el caso de que recibas una gran cantidad de notificaciones, también podrían saturar la actividad de tu móvil. Por ello, es una buena idea que desconectes las notificaciones de las aplicaciones en las que no las necesites o que pongas el móvil en modo de no molestar cuando no quieras que te interrumpan. En cualquier caso, siempre es mejor recibir la menor cantidad de notificaciones posible para así no distraerte con ellas.
No liberar espacio
Que te quedes sin espacio de almacenamiento en tu móvil puede ser una situación muy negativa. Las consecuencias de ello incluirán que sufras una ralentización del sistema, que el rendimiento se reduzca o que haya aplicaciones que no puedan cargar. También, por supuesto, podrías tener problemas para continuar descargando contenidos si no cuentas con espacio adicional.
Para saber en qué estado se encuentra la memoria de tu móvil, entra en el menú de Ajustes, baja hasta el apartado sobre tu dispositivo, pulsa en Almacenamiento y analiza la información que te proporcione el sistema. El punto de no retorno en cuanto a mantener la fluidez de tu sistema operativo se encuentra en un espacio de almacenamiento del 10%. Si llegas a este límite técnico, Google indica que es muy probable que comiences a tener problemas con el rendimiento.
Evitar reiniciar
Reiniciar tiene que ser tan habitual en tu teléfono con Android como lo es en tu ordenador con Windows. Es un proceso habitual que nunca hay que olvidar llevar a cabo, ya que ayuda a solucionar problemas de distintos tipos. Al reiniciar podrías evitar problemas con aplicaciones que se cierran solas, contenidos multimedia que no se visualizan como deben o incluso reducciones de velocidad en la interfaz o el navegador.
Un reinicio es mucho más efectivo de lo que puedas imaginar, contando con capacidad para, por ejemplo, solucionar problemas menores que pueda tener tu sistema operativo o las aplicaciones. Los especialistas dicen que, como mínimo, deberías reiniciar tu móvil una vez a la semana.
Otras cosas que no deberías hacer
Si no te has sentido identificado con lo que te hemos contado en los apartados anteriores, te podemos decir que hay otras cosas que quizá estés haciendo y que deberías evitar. Por ejemplo, dejar que algunas aplicaciones acumulen archivos en caché que carguen tu móvil, no gestionar tu batería de manera conveniente o no hacer copias de seguridad. Piensa que el sistema operativo Android es muy profundo y complejo, por lo que hay muchos procesos de los que te podrías beneficiar para que tu móvil funcione mejor. De momento, evita las prácticas que hemos mencionado en este artículo y seguro que tu teléfono funciona a un nivel superior o que, al menos, sufre menos problemas.