El control parental puede frenar a muchos hijos de continuar con sus costumbres. En una gran cantidad de casos, los niños y preadolescentes aceptarán que introduzcas un sistema que limite el tiempo durante el cual pueden reproducir vídeos en YouTube. Pero otras muchas veces, harán todo lo que sea para evadir el control parental sin que lo sepas. Toma nota de las posibles soluciones por las que están optando con la intención de continuar viendo los vídeos de los youtubers de moda.

Soluciones sencillas

El concepto del control parental suena bien, pero, salvo en casos concretos, en la práctica tiene muchas limitaciones. Y el problema es que, como padre, tampoco puedes actuar como un perro cancerbero bloqueando todas las aplicaciones del móvil o del ordenador de los niños. Porque todo tiene sus límites. Y de esos límites, de ese sentido común que tú tienes, es de lo que primero se aprovechan ellos.

Así, la primera técnica por la que optará tu hijo para seguir viendo vídeos de YouTube es acceder a webs alternativas donde estén republicados los vídeos de sus youtubers favoritos.

Es muy posible que no tenga problemas en encontrar el contenido que quiere y que tú no hayas bloqueado el acceso a Vimeo, Dailymotion, Dtube o muchas otras webs. Ocurre lo mismo si el bloqueo que has hecho es de TikTok, dado que lo primero que hará el niño será irse a YouTube en busca de vídeos originarios de esta otra plataforma. Por ello, tienes que pensar en paralelo y fuera de la caja para no limitarte a las opciones básicas.

Si ya has bloqueado todo lo bloqueable, ojo, porque tus hijos no son tontos. Seguro que no has bloqueado sus aplicaciones de mensajería, como WhatsApp. Y ya te imaginas que los niños tienen amigos fieles que harían lo que fuera por ellos. ¿Cómo van a comentar el último vídeo de su influencer favorito si ambos amigos no ven el vídeo? Lo que hará el amigo de tu hijo será descargarse el vídeo y enviárselo por archivo adjunto en la aplicación de mensajería que usen. Y el problema es que quizá te sientas bajo control porque sabes todo lo que ocurre en el WhatsApp de tus hijos cuando, en realidad, tienen alguna otra aplicación de mensajería. ¿Recuerdas que hace tiempo, un día totalmente al azar, te pidió instalar Line para enviar stickers y emojis? Pues ya te puedes imaginar para qué lo está usando. O quizá esté descargando vídeos de YouTube desde Telegram.

Y, no menos importante, los preadolescentes tienen muchos recursos alternativos. Es posible que tu hija haya empezado a jugar mucho más a la Nintendo Switch que hace unos meses. ¿A qué jugará si no le has comprado ningún juego nuevo? Es posible que te diga que sigue jugando a Animal Crossing, pero lo más probable es que esté viendo YouTube en la consola. Si cuando te ve empieza a pulsar botones de forma aleatoria… ¡Comienza a sospechar! Y cuando te decimos Switch también podemos cambiar la consola por la televisión Smart que haya en el salón y en la cual te hayas encontrado a tu hija alguna noche fuera de horas «viendo maratones de series». Pensar un poco mal no te va a venir mal para cazarlos.

Los métodos más complicados

Todo eso que te hemos contado será lo primero que harán tus hijos para intentar saltarse el control parental de YouTube. No obstante, si son un poco manitas y tienen experiencia con tecnología, es posible que estén poniendo en práctica soluciones un poco más complejas. Algunas de ellas, desgraciadamente, podrían estar por encima incluso de tus conocimientos. Eso lo complicaría todo. Para más inri, no descartes que lo que saben sobre el tema lo hayan aprendido en YouTube.

Por ejemplo, es posible que tu hijo ya sepa cuál es la contraseña que utilizas con el control parental y que esté activándolo y desactivándolo a voluntad cuando te despistas. O quizá aproveche momentos en los que no tienes acceso a tu teléfono para desbloquearlo, porque seguro que por seguridad tienes su huella o su cara en el registro, y hacer el ajuste que necesite a fin de darse más tiempo de YouTube. En casos más avanzados, no te sorprendas si tus hijos están usando páginas proxy para poder entrar en YouTube sin dejar rastro y sin sufrir los bloqueos. A veces encontrar un proxy no es tan difícil como puedas imaginar. ¿Sabías que Google Translate genera una dirección proxy cuando pones una URL para traducirla? Y sí, cuando le dices a la herramienta que traduzca una dirección de YouTube, lo hace sin problemas, dando campo abierto para la reproducción del vídeo.

O el niño podría tener un servicio de VPN gratuito y cambiar de servidor cada vez que le apetezca para continuar viendo YouTube sin limitaciones en su móvil u ordenador. ¿Te imaginas lo simple que hace este recurso el saltarse los bloqueos de tiempo de visión que hayas configurado?

¿Qué hacer entonces?

Es una situación peliaguda. Hay tantas formas en las que tu hijo podría saltarse las defensas del control parental que lo primero que es posible que te venga a la cabeza es que se trata de una situación desesperante. Y a continuación, pensarás que da mucha pereza continuar con la batalla. Al final, lo más conveniente puede ser optar por el diálogo e intentar llegar a algún tipo de acuerdo. A nadie le gusta que sus hijos se pasen 8 horas al día en YouTube, y hay infinidad de estudios que explican que la plataforma aporta un contenido nocivo para el desarrollo de los niños y preadolescentes, pero hay que encontrar un punto medio.

En cualquier caso, intenta mejorar la configuración del control parental, infórmate más de lo que hacen tus hijos cuando usan tus dispositivos y es muy probable que al final alcances una situación satisfactoria. Pero también mantente alerta para evitar adicciones. ¡Ser padre en los tiempos de YouTube no es fácil!