Aunque muchos dirán: “¡y qué, es sólo un circo!”, los representantes de Ringling Bros, uno de los espectáculos más tradicionales en el mundo, pone nuevamente a discusión la forma en que los legisladores nacionales llegaron aprobar la propuesta del Partido Verde… y no han debatido nada sobre actos como las corridas de toros.

“(Las autoridades) han preferido apoyarse en la distorsión generada por los grupos animalistas que en realidad no hacen nada para salvar a las especies en peligro”, señaló Stephen Payne, portavoz del circo.

Debido a que desde el año pasado en varias entidades de la República se prohíbe el uso de animales en espectáculos circenses –el próximo 8 de julio la medida será nacional- el Ringling Bros decidió cancelar todas las funciones que tenía programadas en México y anunció que –al menos este año- no hará más intentos para presentarse en el país.

Los representantes del circo internacional explicaron que se acercaron a las autoridades mexicanas para explicarles de las medidas que ellos aplican para el cuidado de los animales, además de señalar que “un porcentaje de los boletos va a asociaciones de defensa de los animales y conservacionistas»… pero ni así.

La agencia AP, para la que el Payne habló, fue incisiva al criticar la postura de las autoridades mexicanas que por un lado prohíben realizar actos con animales a circos que comprueban el buen trato a sus animales, pero por el otro no hacen nada para acabar con las corridas de toros “que terminan con la muerte del animal tras una larga sesión de estocadas con lanzas y espadas”.

Por otra parte, el líder de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC), Armando Cedeño, denunció que la aplicación de la ley que prohíbe realizar funciones con animales ha orillado a que diferentes circos envíen a un “depósito” a por lo menos 70 caballos, camellos, tigres, etc. El “depósito” se encuentra en Tizayuca, Hidalgo, y claro, no tiene condiciones muy favorables.

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*Vía Proceso, La Jornada

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