Renault Mégane E-Tech, un enchufable familiar muy asequible
Renault Mégane. Renault Mégane E-Tech, un enchufable familiar muy asequible. En la rama de lo híbrido enchufable tenemos coches muy destacados, pero pocos como el Renault Mégane E-Tech que repasaremos a continuación. Un modelo con el que la marca ha decidido dar el siguiente paso a la electrificación, haciendo de él uno muy prestacional y característico. Tanto, que a estas alturas es ya de los más vendidos. Con un precio asequible, conocemos su ficha técnica. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Que Renault es una potencia en la tecnología eléctrica no es nuevo. Desde hace años, y ya cuando otras marcas aún ni se lo planteaban, la marca francesa apostaba ya por modelos 0 emisiones como el Twizy o el Fluence. Y por supuesto el Zoe, el eléctrico protagonista de la firma gala y el más vendido de Europa.
Por este potencial y por su bagaje en la Fórmula 1, que desde hace años ha apostado por motores híbridos, sorprendía que Renault no se hubiera lanzado a crear variantes con esta tecnología. Y ante esta dirección, la cual tiene ya una gran muestra de rendimiento en todos sus modelos, contamos con coches como el Renault Mégane E-Tech, que se suma a su hermano Clio.
La diferencia entre ambos es que el segundo es un híbrido convencional, no enchufable, mientras que el primero, el que nos atañe, es un híbrido enchufable, un PHEV, que se presta como lo mejor de la variante. Este es un modelo de bajas emisiones, pero con un carácter y precio de lo más significativos.
Así, con todo, tenemos un Mégane que ha sabido evolucionar desde su motorización de combustión interna hasta dar el salto a lo electrificado, esta vez con un diseño más familiar, como se ve en su estructura mucho más larga, tipo ranchera, pero de la que tampoco pierde un ápice de lo que fue el Mégane de toda la vida. Nacido en 2020, tiene una potencia de 159 CV. Sus rivales más directos son el Seat León e-Hybrid y el Volkswagen Golf eHybrid.
- Tipo: híbrido enchufable (PHEV).
- Año de fabricación: 2020
- Precio: 30.000 euros
- Capacidad: 7 plazas
- Potencia: 159 CV/7,9 kWh
- Aceleración: 9 segundos/100km/h
Diseño
Si lo vemos bien y de un vistazo profundo, sí que encontraremos diferencias, sobre todo en la zaga, la parte trasera, donde se pronuncia muy bien el estilo de coches más familiares y rancheras. Pero si lo hacemos simplemente desde el lado de la estética superior y las líneas del mismo, lo que se nos antoja es que el E-Tech es simplemente una evolución del Mégane de siempre.
Con todo, lo que destaca, más allá de la clara notoriedad de su estilo familiar, es que es un modelo que no ha perdido nada de lo atractivo que ha sido con el paso del tiempo el clásico convencional, de ahí que también sea un punto bien a valorar. Esto es algo que se tiene muy en cuenta, también porque no todas las evoluciones de las marcas han sabido seguir su tónica general.
En esas, esta versión del Mégane emplea los mismos modos de conducción del Captur E-Tech a través del sistema Multi-Sense y como en el resto de versiones electrificadas, luce detalles estilísticos propios de esta versión híbrida y la tapa de carga está situada a la derecha. Con líneas muy elegantes y claramente en sintonía de su homólogo, se presta como un coche muy interesante. También gana en su cambio (a mejor) de la calandra delantera, y los faros, tanto frontales como traseros, que incorporan tecnología LED.
Versiones
Como mencionábamos, esta gama híbrida e híbrida enchufable, de la mano de su denominación E-Tech con los Clio, Captur y Mégane, representan tres versiones de sus modelos convencionales, incluso de algún 100% eléctrico. En lo que tiene que ver con el Mégane, este es el Sport Tourer, un familiar que se ha visto con todo lo bueno de su referencia turismo.
De esta manera, tal y como anuncia la gala, las distintas versiones del mismo están pensadas para responder a todas las actividades del conductor. Eso sí; en lo que se refiere a las configuraciones mecánicas, apenas hay diferencias notables. Uno de ellos es la S-Line, la más clásica.
Y es que este, siguiendo con la línea vista en los coches de combustión, continúa marcando el patrón con una silueta más corta en la zona trasera. Por todo lo demás, es exactamente el mismo modelo. En lo que respecta a la potencia, este tiene unas prestaciones de 159 CV y una batería de 7,9 kWh, mientras que en el compacto estas son de 9,8 kwh y 162 CV.
Motor y baterías
Pasando al lado de las motorizaciones y mecánica, quizá el aspecto más importante, es que contamos con un Renault Mégane E-Tech híbrido enchufable que lo hace ser realmente característico y potente, esto si lo medimos también frente a otros modelos similares de otras marcas, como puede ser el Seat León eHybrid, por ejemplo.
Aquí, este de la casa gala utiliza un sistema de propulsión que combina un motor 1.6 atmosférico de cuatro cilindros de 91 CV con dos bloques eléctricos, uno de 72 CV y otro de 31, para desarrollar un total de 159 CV. Si lo comparamos con su especificación turismo, gana unos 4 CV extra.
El mismo, por su parte, se alimenta de una batería de iones de litio de 7,9 kWh que es lo que le permite funcionar en modo eléctrico durante 50 kilómetros (hasta 65 si se circula solo por ciudad). Con todo, esto hace que pueda alcanzar los 135 km/h de velocidad máxima y consiguiendo la etiqueta Cero de la DGT. Es el aspecto que recibe los cambios más destacados, puesto que en el resto de áreas hay que fijarse mucho para notar las diferencias.
Consumo
Coincidiendo con la actualización de su cuarta generación, Renault aprovecha este Mégane E-Tech para lanzar novedades a pares en la gama, la más relevante de todas, esta nueva variante híbrida enchufable con 160 CV y 65 km de autonomía eléctrica en ciudad. Asimismo, y en relación a su motorización, lo que vemos es que sigue teniendo unos consumos de electricidad bastante menores que otros modelos.
Con todo, y según los estudios oficiales y de la propia firma, este familiar francés ha demostrado ser bastante eficiente, consumiendo una media de 4,75 litros cada 100 kilómetros (21,05 km/l). Esto, en líneas generales (que no precisas) supone un gasto de 22,73 euros.
Si medimos estas cifras con algunos PHEV que podemos encontrar en el mercado, lo cierto es que este no se aleja tanto de ellos. De hecho, hasta les gana la partida. Por ejemplo, registra un consumo más elevado que los Skoda Superb Combi iV y Renault Captur E-TECH, ambos con 4,20 litros. Pero sí que lo hizo mejor que el Seat León eHybrid, que tiene cifras de 4,90 litros a los 100 km. El primero de la lista es el Ford Kuga Plug-in Hybrid, con solo 3,80 litros.
Interior y acabados
Está claro que para la marca del rombo, el Mégane sigue siendo un coche importante. Y no es únicamente porque los compactos siguen siendo los coches más vendidos frente a los SUV, sino porque en Renault el Mégane se vende mucho más que el Kadjar, su equivalente en formato SUV.
Así, la actualización del Renault Mégane se centra en la tecnología con la adopción de motorización híbrida enchufable E-Tech, dejando el aspecto estético, exterior e interior, en un segundo plano. Es por esto que, si bien su habitabilidad es buena y bastante completa, quizá los que puedan ser los conductores más exigentes echen en falta alguna serie de detalles más.
En primer lugar, resalta muy bien porque, al entrar, se conforma con una buena relación de espacio en todo el coche. Tanto para el mismo conductor a la hora de ponerse manos al volante, como del copiloto y resto de pasajeros traseros. Más allá de esto, el cambio más resultón se ve en la consola central.
La pantalla táctil del sistema multimedia pasa de 8,7 pulgadas en el modelo saliente a 9,3 pulgadas en este nuevo Mégane (aunque la pantalla de 7 pulgadas se mantiene para los acabados más básicos). El maletero de esta versión que presentamos, la Sport Tourer, tiene 389 litros de capacidad, 132 menos que cualquier otra versión de la gama. Esto es debido al espacio que ocupan la batería y el hueco dedicado a los cables de carga. Aquí pierde 38 litros frente al Kia Ceed Tourer PHEV, de 437 litros.
Equipamiento
En lo relativo al equipamiento, es bastante notorio cómo las marcas han ido bajando algunos niveles más grandes que tenían en las versiones totalmente eléctricas o, incluso, en las que tienen que ver con sus versiones tradicionales. Y en este Renault Mégane E-Tech, el PHEV, ha ocurrido exactamente lo mismo.
Sí, porque más allá de algunos pequeños cambios en el habitáculo de su versión de serie, como puede ser la consola central, que puede elegirse hasta otra de 9,3, no hay mucho más que rascar. El motivo principal de esto es que está visto más como un coche apto para la familia, los viajes, los días de acampada, vacaciones…
De ahí que las diferencias, por ejemplo, con el Clio sean antagónicas en este aspecto. Lo único que sí tenemos que resaltar es un sistema de infoentretenimiento, donde el R-Link convencional deja paso al Easy Link, que mejora la compatibilidad tanto con Android Auto como con Apple CarPlay. Por último, el cuadro de instrumentos digital mide 10,2 pulgadas.
Extras
Al respecto, y atendiendo a que los niveles de equipamiento aquí son muy básicos, sí es verdad que podemos tener alguna opción más de camino a los extras. ¿Por qué? Solo lo sabe Renault. De esta forma, esta versión recibe los mismos cambios de diseño y equipamiento que el resto de la gama Mégane 2020.
En el exterior son distintos los parachoques y los pilotos, y hay tres colores nuevos para la carrocería: cobre Solar, gris Báltico y gris Highland. En el interior, los sistemas multimedia reciben el mencionado sistema operativo (con pantallas de hasta 9,3 pulgadas) y la instrumentación puede estar compuesta por una pantalla configurable de 10,2 pulgadas.
Para controlar algunas funciones del vehículo de forma remota, como el horario de carga o el estado del vehículo, Renault dispone de la aplicación móvil MY Renault. También tenemos un indicador de carga de la batería al lado izquierdo. Se pueden personalizar algunas informaciones, pero lo más importante es que los principales datos se ven bien. Además, podemos ver una representación del flujo de energía y el trabajo de la parte eléctrica y el motor térmico, así como todos los datos del tiempo y kilómetros que hemos conducido con cada parte del conjunto propulsor.
Mantenimiento
De acuerdo con los defensores de esta tecnología, los híbridos enchufables aúnan las ventajas de los coches 100% eléctricos en los desplazamientos diarios (en muchos casos su autonomía eléctrica es más que suficiente para ir y volver del trabajo sin emitir gases contaminantes) y de los modelos térmicos a la hora de viajar (amplia autonomía, extensa red de gasolineras, etc).
A pesar de todo, los híbridos enchufables son incluso más caros que los eléctricos puros debido a su complejidad mecánica, precisamente porque aúnan los órganos internos de un coche térmico y de un coche eléctrico. A pesar de ello, la firma francesa de Renault afirma que el mantenimiento de sus híbridos enchufables es muy similar al de sus modelos térmicos.
En el caso concreto de la firma del rombo, las revisiones están programadas para los mismos intervalos en sus modelos gasolina, diésel e híbridos enchufables. Así, los únicos componentes que deben cambiarse en un plazo inferior en este Renault E-Tech son las baterías de servicio, cada cuatro años en este caso, y la correa de accesorios, que se acorta de los 120.000 km a los 90.000 km o seis años. No obstante, frente a esto los diésel, también requiere de cargas periódicas de AdBlue, revisiones del FAP, etc.
Garantías
Otro de los aspectos a atender de este clásico vehículo de la casa gala es que su garantía es bastante cómoda. De hecho, con este modelo llegó una mejora de este apartado a nivel global para todas las clases que comercializa. Así, desde 2019 ofrece una garantía de tres años (dos años anteriormente) en todos los modelos de su gama.
Dicha garantía contará con un kilometraje ilimitado. Una clara mejora y muy considerable si la comparamos con marcas como la de Kia, por ejemplo (150.000 kilómetros). Esta extensión cubre el coste de las piezas y mano de obra de las reparaciones que puedan surgir como consecuencia de cualquier avería fortuita debidamente diagnosticada.
Además, la garantía se mantiene en caso de venta; al estar vinculada a un vehículo concreto se transmite al siguiente propietario; un punto a favor en caso de reventa del vehículo.