Encontrar una receta de repostería que sea sencilla y rápida y que siempre salga bien parece misión imposible. La pastelería es sin duda una ciencia exacta, para la que las medidas, el orden de los procesos y los tiempos son cuestiones clave. Pero, incluso para aquellos menos mañosos en lo que a masas y hornos se refiere, existen algunas recetas fáciles que aseguran, casi al 100%, un resultado delicioso. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Las galletas de mantequilla son una de las recetas dulces más fáciles de hacer y ricas que podemos encontrar. También conocidas como “butter cookies” o “shortbread” en inglés, tienen su origen en Escocia, donde se comenzaron a elaborar hace siglos. Tradicionalmente, se preparaban con tres ingredientes básicos: mantequilla, azúcar y harina.

En ese entonces, estas galletas eran consideradas un lujo y se reservaban para ocasiones especiales, ya que la mantequilla, un ingrediente clave en la receta de las galletas, era un producto caro y difícil de conseguir. Con el tiempo, esta receta sencilla se ha popularizado en todo el mundo, y hoy en día, existen múltiples variaciones que incluyen diferentes formas, sabores y decoraciones.

Elaborarlas en casa es muy sencillo y requiere de ingredientes muy básicos y asequibles. La mantequilla será la encargada de proporcionar a nuestra receta todo su sabor, aunque también añadiremos una pizca de extracto de vainilla para dar un toque de aroma extra. La calidad de la mantequilla, por ello, será clave para un resultado delicioso; lo mejor será no escatimar en la elección de la mejor mantequilla posible.

Estas delicias dulces son perfectas para acompañar un té o café, para regalar en ocasiones especiales o simplemente para disfrutarlas en cualquier momento del día. Además, se conservan perfectamente en un recipiente hermético, sin perder su textura ni su sabor. Para ello, antes de introducirlas en un táper o lata para galletas, debemos colocar un papel de hornear entre una y otra, de forma que la humedad y el contacto no afecten a nuestras pastas.

Tiempo de elaboración: 1 hora y 15 minutos

Raciones: 4 personas

Ingredientes:

• 250 gramos de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
• 150 gramos de azúcar glass
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 300 gramos de harina de trigo
• 1 huevo
• 1 pizca de sal

Elaboración:

1. En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar glass hasta obtener una mezcla suave y cremosa.
2. Añade el huevo, el extracto de vainilla y sigue batiendo hasta que se integre bien.
3. Tamiza la harina junto con la pizca de sal e incorpórala poco a poco a la mezcla de mantequilla, batiendo a baja velocidad hasta obtener una masa homogénea.
4. Divide la masa en dos partes, forma discos con cada una y envuélvelos en papel film. Refrigera por al menos 30 minutos.
5. Precalienta el horno a 180 °C y prepara una bandeja para hornear con papel pergamino.
6. Saca la masa del refrigerador y, sobre una superficie ligeramente enharinada, extiende cada disco hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro.
7. Con cortadores de galletas, corta las formas deseadas y colócalas en la bandeja preparada.
8. Hornea las galletas durante 12-15 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
9. Deja enfriar las galletas en una rejilla antes de servirlas o guardarlas en un recipiente hermético.