«What came first, the music or the misery? People worry about kids playing with guns, or watching violent videos, that some sort of culture of violence will take them over. Nobody worries about kids listening to thousands, literally thousands of songs about heartbreak, rejection, pain, misery and loss. Did I listen to pop music because I was miserable? Or was I miserable because I listened to pop music?»

-High Fidelity.

En efecto, la música pop es el refugio del corazón roto. Hay más canciones sobre gente traicionada y miserable que rolitas fresas sobre lo enamorado que estoy y lo bonita que es la vida. Los temas deprimentes, además, tienen más resonancia en nuestra conciencia. ¿Por qué será? Parece que es más fácil simpatizar con un perdedor, incapaz de ligar, que con un Don Juan rompecatres. Creo que la gran mayoría hemos pasado po esa situación nada envidiable en la que enfrentamos el rechazo o la traición.

Una canción triste nos abre los ojos y nos ayuda a ver que no somos los únicos que han pasado por el mismo dolor. Es algo así como terapia ya que te permite ventilar tus frustraciones a través del arte. Lloras, superas tus traumas, te olvidas de ella, y sigues con tu vida sin la pena de verte acechando a tu ex en Facebook. Por eso es buena idea armar un mixtape tanto para alguien que quieres como para alguien que odias. Digamos que la cinta es un vehículo inofensivo para clavarte por última vez en el nombre de aquel oscuro objeto del deseo.

Piensa que es una especie de ritual con sus pasos bien delineados:

1. Armas tu repertorio de canciones deprimentes.
2. Descartas la paja y escoges lo que vas a utilizar.
3. Vas cuidando la secuencia.
4. Llegas a tu playlist final.
5. Grabas tu casete.
6. Le pones su nombre apropiado.
7. Escuchas tu trabajo.
8. Haces catarsis.
9. Lo destruyes o lo quemas.
10. Entierras les cenizas en el jardín.

Quizás todo eso puede parecer algo extremo. Hablemos nada más los primeros tres pasos. Afortunadamente, hay un libro y una película que nos pueden servir de guías.

Muy bien, voy a seguir las instrucciones del personaje de John Cussack al pie de la letra. En tal caso, escogí «Add It Up» para abrir el mixtape. La canción es una de tantos temas sobre adolescentes calenturientos y frustrado en el tracklist del homónimo debut de Violent Femmes. Y si se trata de subirle el volumen con la segunda pista, me fui con «Rock Music» de los Pixies. Si logran descifrar la letra, Black Francis canta «Your mouth’s a mile away», pero la idea es que tenga potencia. Pasamos a la tercera rola. Cussack sugiere algo para bajar el tempo y relajar las tensiones. Esta es la parte en la que nos enfrentamos a la seriedad de la pérdida, por lo que no se me ocurre mejor repertorio que el de Chan Marshall. «No Sense» es una puñalada en el riñón.

La guía de High Fidelity llega hasta ahí en la película (no he leído el libro), pero voy a dejar que el instinto dicte el resto del orden. Vuelvo a subir la intensidad un poco con «I’m Waking Up to Us», una canción de Belle & Sebastian en la que Stuart Murdoch le dice sus verdades a Isobel Campbell (según dicen por ahí). Estamos en la fase rencorosa donde estamos tentados a «vengarnos» de aquella persona que nos lastimó en el pasado. Y pues… vamos a seguir en esa linea. Of Montreal también cuenta con bastante material de donde escoger, pero vamos a mantener el ritmo que nos dejó B&S. A pesar de todo Hissing Fauna es terreno fértil, me voy con una gema escondida del False Priest. La letra nos indica, de manera muy desesperada, el sufrimiento que está padeciendo nuestro héroe.

¿Y luego qué sigue? Pues ahora sí, llegó la hora de tocar fondo. Colaborar en Sopitas.com tiene ciertos privilegios, como entrevistar a artistas. Nada mejor que la fuente madre. Esta semana tuve la fortuna de platicar con dos músicos que se especializan en letras para romper en llanto, así que de plano les pregunté cuáles eran los versos más tristes que hayan escrito en sus respectivas trayectorias. ¿Sharon?

SHARON VAN ETTEN: ¿La canción más triste en mi repertorio? [Pausa] Supongo que tengo que decir «Love More», pero la canción sigue teniendo algo positivo aunque suene triste.

Mmmm… Pues esto es lo que dice el primer verso.

Chained to the wall of our room
yeah you chained me like a dog in our room
I thought that’s how it was
I thought that we were fine

Ok, sí pasa.

La canción es algo larga (más de 5 minutos de duración) así que me sirve como punto medio. Siempre es buena idea marcar la mitad de un mixtape, ya sea con un tema instrumental o una canción de esas épicas, con arreglos orquestales y demás. Por cierto, en lo relativo al número de canciones de un mixtape, siempre vas a querer 11. ¿Por qué 11? Bueno, con 12 pistas o más, puede que aburras a la persona a la que va dirigida tu compilación, abriendo la posibilidad de saltarse una o dos canciones, algo que quieres evitar a toda costa. La importancia de la secuencia en un mix es tan importante como las mismas canciones que seleccionaste.

Por otro lado, 10 pistas es un número redondo, muy formal, muy ordenado. Y por ahí no va; quieres brindarle cierto desorden al asunto, que sea vea que no tuviste una meta en tu cabeza sino que fue tomando forma de manera orgánica, o sea, honestamente. Un casete de 11 canciones y que no dure más de 40 minutos es lo adecuado. Digo, ninguna de estas reglas están escritas en piedra, pero hay ciertas fórmulas que funcionan.

El siguiente artista en la lista era Torquil Campbell, vocalista de la banda canadiense, Stars. Le hice la misma pregunta que a Sharon Van Etten.

TORQUIL CAMPBELL: Es chistoso porque estábamos haciendo un show de radio y estaban enfocados en esto de que iba a ser viernes 13, pero un día antes de San Valentín y estaban haciendo este episodio sobre ex’es. Creo que nuestra canción más triste de amor… «Personal» es bastante triste, es una representación deprimente del intento de la gente de conectar entre sí, aunque hay mucha competencia, tenemos demasiadas canciones deprimentes [Risas] de amor. Pero creo que «Personal» es una opción segura. Es bien pinche severa.

La canción es algo melosa, así que la vamos a dejar para el final. Después de la canción de Sharon, lo mejor es poner otra que tenga golpe, que saque de su trance al oyente. Así que me voy con «Why Bother», extraído del disco más emo de Weezer, Pinkerton. Aquí ya tenemos algo de humor sarcástico, así que vamos a seguir en esa misma dirección con la siguiente canción: «Razzmatazz» de Pulp. Vamos, ¿quién no la veía venir?

Me queda espacio para tres pistas, y aquí es donde la cosa se pone complicada. Hay tantas canciones que quisiera meter por actos como Blur («No Distance Left to Run»), Nick Cave («The Weeping Song»), Liz Phair («Fuck and Run») pero así es el arte de los mixtapes. Hay que saber encontrar un balance, hacer concesiones, y elegir el material más congruente. Así que recurro a la canción de Stars para luego cerrar con una de las canciones más solemnes de Wilco: «How to Fight Loneliness» del Summerteeth.

How to fight loneliness
Smile all the time
Shine you teeth til meaningless
Sharpen them with lies

Llegamos al punto final de esta historia. ¿Cuál podría ser la mejor manera de cerrar un casete que está punto de desbordarse con tanto melodrama? Pues con una luz de esperanza, por supuesto. Lo único que tendría sentido en este caso es ir con algo que vaya a contracorriente de todo lo demás, que fuera de su contexto no encajaría en ningún lado, pero que al darle su puesto, tendría tanto sentido como una espina en una rosa… y eso fue lo que escogí.

Decía Tom Waits que sus canciones favoritas son aquellas con melodías hermosas que le dicen cosas terribles. Algo admirable que tiene el arte en general, y la música en particular, es que puede transformar sentimientos de odio y tristeza en algo sublime. Aquellas personas que logran expresar su dolor por este medio, en lugar de recurrir a la violencia, son dignos de nuestra admiración, verdaderos artistas… y eso incluye a los que se toman el tiempo de armar su mixtape. Pero quizás fue Butters el que lo describió mejor en un capítulo de South Park.

T: @ShyTurista.

@elyex