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El Código Civil detalla qué pasa con las mascotas como perros o gatos tras el divorcio o separación de una pareja. Conozca qué dice la Ley.

En Ecuador, por cada 100 matrimonios hay 42 divorcios, es decir, que casi la mitad de las parejas se separa. Pero los hogares muchas veces no están solos, los matrimonios suelen adoptar mascotas como perros o gatos. Ante esto cabe preguntar:

¿Quién se queda con el perro tras un divorcio?

Marianela Fernández, abogada civil, señala que Ecuador no cuenta con una legislación que determine qué pasa con las mascotas en caso de divorcio. “El Código Civil considera a los animalitos como bienes materiales”.

Es decir que, al terminar el acuerdo conyugal, los amigos de cuatro patas, deben ser repartidos igual que una casa, un carro o los electrodomésticos. “Si las partes no llegan a un acuerdo, el juez puede ordenar la venta del animal y la división del dinero, lo cual es muy inhumano”.

El proceso, dice Fernández, sería más fácil si se reformara el Código Civil y se considerara a los ‘peludos’ como miembros del núcleo familiar. “Así el juez podría valerse de un principio de afinidad. Es decir, observar con quién el animalito tiene más apego”.

Fernández, cita a Francia que, en 2015, reconoció a los animales como seres vivos y sensibles, pues su Código Civil también los consideraba una propiedad.

La recomendación es llegar a un acuerdos, por fuera de los tribunales, en el que se puede tener visitas compartidas, entender quién tiene más espacios, recursos y tiempo para el cuidado u otros factores. (AVV)

Las principales causas de divorcio se presentan en esta escala:

• Problemas de dinero.
• Matrimonios apresurados/obligados.
• Gustos incompatibles.
• Falta de intimidad y sexo.