Todos aquellos que vivimos en una comunidad de vecinos, no son pocas las veces que hemos visto cómo el rellano, el portal o cualquier pasillo común aparece ocupado por una bicicleta. Es un caso que suele darse, sobre todo en España, y la normativa es clara en este sentido.

A pesar de la falta de espacio en nuestra vivienda como excusa, la realidad es que el pasillo y el resto de zonas comunes no son nuestro particular trastero.

Si ya estás harto de tener que esquivar la bici de tu vecino, que sepas que la ley está de tu parte. Sin embargo, si eres tú el que se aprovecha de estos espacios, puedes estar en serios problemas. La Ley de Propiedad Horizontal y el Código Civil tienen la solución ante este problema de convivencia, apoyados también por el estatuto de la comunidad de propietarios.

No puedes dejar la bicicleta en el rellano

La regulación del buen uso de las zonas comunes en España está recogida en la Ley de Propiedad Horizontal, que establece con claridad los derechos y obligaciones de los propietarios. En esencia, los espacios comunes del edificio, como son los pasillos, portales, escaleras o rellanos, están diseñados para el tránsito y el acceso a las viviendas. Por tanto, salvo que los estatutos de la comunidad hagan una excepción al respecto, está prohibido utilizarlos para almacenar o dejar objetos personales, incluidas las bicicletas.

La Ley de Propiedad Horizontal lo regula

Para obligar a que tu vecino o tú quitéis la bicicleta, habrá que reclamar el desalojo de la bicicleta. Para ello, el afectado podrá acogerse a la siguiente normativa:

• Artículo 9.1 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH). Dicho texto establece la obligación ineludible de cada propietario de respetar las instalaciones generales de la comunidad y el resto de elementos comunes. Lo esencial es que exige un uso apropiado de ellos, evitando causar daños o desperfectos.

Aunque esta ley no menciona de forma específica las bicicletas, la jurisprudencia y la interpretación legal coinciden en que dejar estos elementos en los pasillos se considera un uso no conforme al destino del espacio. El pasillo está para pasar, no para guardar.

• Para reforzar la argumentación, si la LPH pudiera dejar alguna duda sobre qué se considera zona común, el Artículo 396 del Código Civil se encarga de aclararlo. Este artículo incluye de forma expresa los portales, las escaleras, los corredores, los pasillos y los rellanos.

Por tanto, no hay mucho donde rebuscar, y ningún vecino puede apropiarse de una parte de estos espacios ni utilizarlos de forma exclusiva, ya que son un bien compartido. Así que dejar una bicicleta ahí es, a todos los efectos, una apropiación indebida de un espacio que pertenece a todos los propietarios.

La seguridad es el principal motivo

Las quejas por dejar la bicicleta en el pasillo o en cualquiera de los otros espacios comunes, atiende directamente a una cuestión de seguridad. Hay que tener en cuenta que hablamos de objetos que para nadas son pequeños, y tienen componentes que pueden ser peligrosos. Imagínate que un niño pequeño se pilla un dedo con la cadena de una bicicleta. O que alguien se corta con un radio de la rueda fuera de su vaina. Los riesgos son casi infinitos y da igual si se trata de una bici eléctrica.

Y no hay que olvidarse de que bloquean el paso a los vecinos, sobre todo si hay alguno con movilidad reducida. También pueden ensuciar el espacio común, algo especialmente importante en comunidades de vecinos.