«Es el primer acuerdo de paz en el mundo en el que ambas partes

«Es el primer acuerdo de paz en el mundo en el que ambas partes se someten a un sistema judicial»

«Es el primer acuerdo de paz en el mundo en el que ambas partes se someten a un sistema judicial». En Colombia, que comenzará a regir si es aprobado en el plebiscito el próximo domingo, será un modelo para superar conflictos en el mundo, dijo el asesor jurídico de la guerrilla FARC en los diálogos de paz.

«Muchos de los contenidos van a ser utilizados a partir de ahora como modelo. Va a haber un antes y un después en los procesos de paz en el mundo a partir del acuerdo de La Habana del 24 de agosto de 2016», aseguró Enrique Santiago en entrevista con AFP.

Nacido en 1964, al igual que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Santiago es el abogado español experto en derecho internacional que asesoró al grupo guerrillero en las negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos, instaladas en Cuba en noviembre de 2012.

Al margen de la Décima Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC, que la semana pasada ratificó lo pactado en un aislado paraje del sur colombiano, el asesor destacó este pacto como «muy pragmático».

«Es el primer acuerdo de paz en el mundo en el que ambas partes, sin una intervención por la fuerza de la comunidad internacional, deciden someter todas las responsabilidades a un sistema judicial. También por primera vez se ha situado a las víctimas en el centro», señaló.

El prolongado conflicto armado colombiano no sólo ha enfrentado a las FARC con el Estado.

En más de cinco décadas han participado otras guerrillas, como el todavía activo Ejército de Liberación Nacional (ELN), y grupos paramilitares de derecha surgidos en los años 1980 para combatirlas. El saldo fue de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

Sobre la impunidad que según los detractores el acuerdo otorga a los guerrilleros, Santiago fue enfático: el acuerdo no establece «ningún tipo de amnistía» que este prohibida por el derecho internacional. Además, «por primera vez» habrá mecanismos para enjuiciar a los no uniformados: civiles, políticos y empresarios, con alta responsabilidad en el conflicto, subrayó.

Para el militante comunista y miembro del movimiento español Izquierda Unida, es claro quién ganó con la paz: las instituciones en Colombia. «Las FARC, después de 50 años, han reconocido la legitimidad del Estado», dijo.

Sin embargo, el gran reto ahora es poner en práctica ese texto de 297 páginas, que da pautas de desarrollo agrario, participación política, cese al fuego bilateral y desarme de la guerrilla, solución al problema de las drogas ilícitas y medidas de verdad, justicia y reparación a las víctimas.

«Se ha trabajado en mecanismos de verificación muy sólidos, una comisión de implementación que ya está funcionando, y se ha acordado un calendario muy estricto y muy detallado, porque el estudio de procesos de paz en el mundo muestra que lo que no se implementa en el primer año se queda sin implementar», dijo.

El desafío es mayor porque con el fin del conflicto con las FARC no se acaba la violencia en Colombia, donde aún operan el ELN y bandas criminales nacidas de remanentes de grupos paramilitares desmovilizados hace una década.

«Este acuerdo va a ser determinante en el impulso del proceso de paz del ELN con el gobierno», apuntó Santiago sobre el diálogo con la guerrilla guevarista, en vías de instalarse formalmente. Y agregó que también será clave para «incentivar a organizaciones criminales a someterse a la justicia».

Este hombre de voz carrasposa y ligado a Colombia desde su juventud dijo sentir una «gran satisfacción» y «una inmensa alegría» por haber contribuido a cambiar balas por votos, quid del acuerdo de La Habana, que favorecerá la transformación de las FARC en un movimiento político legal.

«La violencia estructural que tiene en Colombia más de 100 años, obviamente no se erradica con la firma de un acuerdo de paz, ni de la noche a la mañana. Pero en el acuerdo hay sólidas bases para comenzar una erradicación efectiva», concluyó.

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