Posibilidad de un semáforo amarillo modificado
Posibilidad de un semáforo amarillo modificado. Tras escuchar a médicos, alcalde Yunda habla de la posibilidad de un semáforo ‘amarillo modificado’ para Quito.
Posibilidad de un semáforo amarillo
Un grupo de académicos y expertos médicos se reunió la mañana de este lunes 25 de mayo del 2020 con el alcalde de Quito, Jorge Yunda, para analizar la situación de la capital frente a un posible cambio del semáforo rojo al amarillo.
El Alcalde hizo las veces de moderador del encuentro, y los participantes expusieron sus criterios sobre el impacto que una posible flexibilización de las medidas de aislamiento podría tener en Quito.
El encuentro tuvo lugar luego de que un centenar de médicos, epidemiólogos, investigadores, salubristas y académicos de distintos gremios entregaran una carta al burgomaestre pidiéndole que no permita que el 26 de mayo la capital pase al semáforo amarillo.
Declaraciones anteriores
Esto debido a declaraciones anteriores en las que Yunda había mencionado que el 26 de mayo será un día crucial para la ciudad, ya que se cumplirán 70 días del primer caso detectado, y habrá un pico en las cifras de infectados y se podría tener claridad para tomar la decisión de empezar a flexibilizar las medidas.
Además, Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, indicó que el Alcalde se habría comprometido a cambiar el color del semáforo en esa fecha. En la diligencia, que se realizó de manera virtual y que duró casi dos horas, se presentó la situación de la capital frente al covid-19.
Cada persona tuvo cinco minutos para argumentar. Yunda aseguró que la reunión es clave para conocer la situación epidemiológica actual de la urbe, con el aporte de la academia y de gremios de la salud, y tomar decisiones acertadas. Advirtió que durante el evento la Alcaldía no daría a conocer su posición sino que solo escucharía los argumentos.
Esos insumos -dijo- serán analizados por el COE cantonal en una sesión, mañana martes 26 de mayo, con el objetivo de salvaguardar la vida del ser humano. Tras escuchar las intervenciones, el alcalde Yunda planteó la posibilidad de tomar un color “amarillo modificado”, y replantear ciertas restricciones para tomar medidas que vayan en función de los indicadores.
Argumentos mas importantes de la exposición
Gregorio Montalvo, en representación de la Secretaría de Salud, dio a conocer algunos datos de contexto de la capital. Indicó que tomando en cuenta el número de casos confirmados, la Organización Mundial de la Salud reconoció que América Latina es el mayor foco de coronavirus a nivel mundial.
En Ecuador la tasa de positividad es del 34,6%, es decir que de cada 100 pruebas, 34 o 35 salen positivas. En Quito, esa tasa alcanza el 29%. Uno de los datos más alarmantes tiene que ver con el aumento de fallecidos. “En la capital, del 14 de mayo (cuando se reportaron 114 muertos ) al 24 de mayo (258 fallecidos), la letalidad se incrementó en un 226%”.
Montalvo indicó que la trasmisión de casos en Pichincha ha superado a la del Guayas. Y que en Quito, los hospitales han reportado la tasa de ocupación total de las camas de terapia intensiva y camas asignadas para covid-19. En su intervención, Ricardo Hidalgo, rector de la UTE, mencionó que es evidente la falta de transparencia en cuanto a las cifras y que el número de contagios puede ser mucho más alto debido a la falta de pruebas.
Consideró que las cifras elevadas actuales son el resultado del abandono de la cuarentena que desde la primera semana de mayo empezó a sentirse en la capital. En Quito -recomendó- se debería mantener el confinamiento obligatorio hasta el 17 de junio que se cumplen las 12 semanas que han sido lo usual en el ámbito internacional antes de empezar la flexibilización.
Recomendaciones posibilidad de un semáforo amarillo
Entre sus recomendaciones está aumentar la entrega de canastas básicas a sectores vulnerables para evitar que se rompa el confinamiento, hacer más pruebas PCR, incrementar la vigilancia epidemiológica y el control del aislamiento a los positivos. El doctor Andrés Peralta hizo un análisis de los criterios epidemiológico que plantea la Organización Mundial de la Salud para ajustar las medidas de distanciamiento, y habló de tres puntos clave. “Para saber si estamos listos para cambiar de semáforo hay que responder tres preguntas.
La primera en el campo epidemiológico: ¿está la epidemia controlada? La segunda en cuanto al sistema sanitario: ¿Podemos lidiar con un resurgimiento de nuevos casos después de aligerar las medidas? Y la tercera es sobre la vigilancia de los casos: ¿Estamos en capacidad de detectar y manejar casos nuevos y contagios? En los tres casos, la respuesta en Quito es ‘no’. “La OMS dice que debe haber un descenso de nuevos casos en al menos 50%. Pero Quito es la ciudad con más casos nuevos por día en el país. Asimismo, la OMS recomienda que los casos de positividad sean menos del 5%.
En Quito, es del 29%. No tenemos reducción de fallecidos y las camas de UCI están saturadas. Es decir, al momento la ciudad no tiene las condiciones que pide la OMS”. Los especialistas mostraron cifras y concluyeron que en la ciudad no se están haciendo la cantidad necesaria de pruebas, y que es importante aumentar la vigilancia epidemiológica y hacer un efectivo rastreo de las familias.
La capital aún no está en condiciones para la posibilidad de un semáforo amarillo
Como la capital aún no está en condiciones de detectar ni rastrear a los positivos, es necesario ganar tiempo para tener una mejor preparación. Los expertos coincidieron en que cualquier flexibilización de medidas, en la actual realidad, va a significar un aumento de los contagios.
La doctora Susana Alvear planteó una duda. “En Quito existen en promedio 160 nuevos casos al día. De ellos, el 20% necesitarán hospitalización y el 5% terapia intensiva. ¿Dónde se les pondrá?”. Según los especialistas, es importante controlar la trasmisión para que sea de manera lenta sin desbordar el sistema sanitario. Además se habló sobre la importancia de cuidar la salud de personal médico. Fernando Sempértegui, rector de la Universidad Central, considera que no sería una buena señal decidir ahora pasar al semáforo amarillo porque precipitaría un relajamiento masivo de las medidas de control.
Antes -dijo- es necesario reforzar la vigilancia epidemiológica, colocar puestos fijos para detectar casos en paradas de buses y mercados, puestos dinámicos en las parroquias apoyándose en las juntas parroquiales y en los líderes barriales. “Esa doble combinación de la vigilancia puede permitir hacer el cerco sectorial y barrial que se necesita para detener la trasmisión, sobre todo en las 27 parroquias que concentran el mayor número de casos”.
Su propuesta es que en dos semanas se vuelva a evaluar, y de ser el caso, hacer un cambio del color del semáforo pero por parroquias. Los participantes coincidieron en que debe hacerse una búsqueda activa de casos y se debe reforzar el tema educativo para empoderar a la población en cuanto al cuidado de su salud. El doctor Alberto Narváez, quien encabezó un estudio en la capital sobre la situación del covid-19, dijo que “Sería un suicidio pasar al amarillo, pero también prolongar por demasiado tiempo el aislamiento”.