Las celebraciones más tradicionales de Ecuador tienen su plato bandera. El de Semana Santa es la fanesca, una preparación que tiene un origen muy antiguo.
Durante toda la Semana Santa, mercados y restaurantes ya ofrecen esta tradicional sopa, que tiene como base los granos tiernos y el pescado.
Incluso, en algunas ciudades se organizan concursos para buscar la mejor receta que deleite a los comensales.
Pero ¿por qué la fanesca es el plato representativo de la Semana Santa y no de cualquier otra época del año?
Época de cosecha de granos
Los investigadores han encontrado que este plato -o versiones similares- se consumían en Ecuador desde la época precolombina.
Durante las celebraciones del «Mushuk Nina» (fiesta del Fuego Nuevo) y del «Pawkar Raymi» (fiesta del florecimiento) – que se llevan a cabo alrededor del 21 de marzo de cada año- los ancestros festejaban las cosechas elaborando potajes con muchos granos tiernos, según Carlos Gallardo de la Puente, en su libro La Fanesca Quiteña.
Esta es la época en la que se cosechan granos como el maíz tierno o choclo, por lo que la gente aprovechaba los productos para elaborar sus preparaciones.
Sincretismo religioso y cultural
La fanesca se convirtió en el plato de la Semana Santa con la llegada de los españoles y el catolicismo. Aunque esta fiesta religiosa cambia de fecha cada año, coincide con la época de cosecha de granos.
Como ya ha pasado con otras celebraciones religiosas, en la Colonia era común que los españoles usen tradiciones propias de los países andinos y las fusionen con las creencias católicas.
Por eso, con el paso del tiempo, este plato, que en la época precolombina se conocía como uchucuta, pasó a llamarse fanesca y a tener una receta estándar con simbolismo religioso, con la base de granos y pescado, que representan a los 12 apóstoles y a Jesús, respectivamente.
Esa es la razón por la que las familias ecuatorianas acostumbran a comer fanesca el Viernes Santo, un día en el que los fieles católicos se abstienen de la carne.