La conquista del paraíso suizo

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Por: Andrés Luna Montalvo.

“Hemos venido para preparar el Tour de Francia, pero si podemos ganarla, no está nada mal”, lo repite una y otra vez Richard Carapaz asediado por los medios tras vestirse con la camiseta de líder en la etapa cinco del Tour de Suiza. Deja sentado el mensaje para instaurar el discurso de que este año va por la “Grande Boucle”, el plato fuerte del ciclismo de ruta a nivel mundial. “Richie” defendió en tres etapas el liderato en Suiza, evento que este domingo 13 de junio finalmente ha coronado, sumando a su palmarés otra vuelta internacional como lo fueron la de Navarra y el bicampeonato de la Vuelta a Asturias del 2018 y 2019, mismo año cuando se consagró con el Giro de Italia.

Los favoritos por ahora, afortunadamente, son los eslovenos Tadej Pogacar y Primoz Roglic, quienes afilaron un duelo a muerte en la última edición del Tour, en aquella apuesta fallida por INEOS Grenadiers con un disminuido Egan Bernal que debió abandonar prematuramente la carrera. El último Critérium del Dauphiné, donde el equipo de Carapaz midió el momento de Geraint Thomas y Richie Porte, dejó buenas conclusiones con el rendimiento del británico y el australiano, pero ninguna tan deslumbrante como las que dejó el ecuatoriano en las dos pruebas reinas de la vuelta helvética, los puertos de la etapa cinco y la ocho, donde el carchense sacó de combate a sus perseguidores, incluido un fenomenal Rigoberto Urán, y mostró su ataque letal para poder hacer frente a los eslovenos en las montañas francesas. Detalle no menor es que el último ganador del Tour de Suiza, Egan Bernal, celebró esta prueba justo antes de ganar el Tour de Francia del 2019.

Juega en contra de Carapaz la preferencia por lo británicos que históricamente ha prevalecido en INEOS de cara al Tour, juega a su favor el rendimiento mostrado en Suiza y el ser el mejor escalador de la selección escogida para conquistar Francia. Juega en su contra las contrarrelojes, donde Thomas o el mismo Porte pudieran sacar ventaja, pero también tiene a su favor la edad, donde sus jóvenes 28 años, cúspide del rendimiento en un ciclista (estadísticamente entre los 27 y los 31), pudieran prevalecer más que los 35 del galés o los 36 del australiano. Lo cierto es que la victoria de Richard Antonio movió la planificación del cuerpo técnico del INEOS Grenadiers que habían previsto el momento de sus veteranos, pero de seguro quedaron dichosamente sorprendidos con los ataques de “Richie” en los puertos más demoledores de Suiza, donde, otra vez, “la Locomotora” anunció que nadie mejor que él para fungir como jefe de filas.

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