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«Ponzidente» cómo $LIBRA y la macroestafa de criptomonedas en Argentina
En torno al memecoin $LIBRA todo ha ido a una velocidad de infarto. Lo fue el pelotazo de su cotización, que el viernes disparó su valor global hasta sumar varios miles de millones de dólares en cuestión de horas. Lo fue su desplome, igual de rotundo y acelerado. Y ahora lo está siendo su polémica, con un intenso cruce de críticas y acusaciones de macroestafa entre los protagonistas de lo que promete ser uno de los capítulos más rocambolescos de la breve criptohistoria. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
En el ojo del huracán está Javier Milei, presidente de Argentina y figura esencial para entender en lo ocurrido. Por lo pronto, $LIBRA parece estar costándole una cascada de acusaciones por estafa y una erosión considerable de su popularidad.
De hecho ya hay quien, tirando de ironía y humor negro, lo ha bautizado «Ponzidente» en un guiño al célebre sistema de estafas piramidales Ponzi.
Un nombre: $LIBRA. Para entender lo ocurrido hay que remontarse a última hora del viernes, cuando Javier Milei publicó en redes, para los 3,8 millones de seguidores que suma en X y los seis millones de Instagram, un mensaje en el que básicamente promocionaba una criptomoneda llamada $LIBRA. Exacto, igual que el nombre de su propio partido, La Libertad Avanza, LLA.
Que el Jefe de Estado de Argentina diese visibilidad a lo que él llamó «proyecto privado» centrado en el «crecimiento» se entendió como algo más: un aval, un respaldo, una garantía de fiabilidad. Al fin y al cabo Milei hablaba desde las mismas plataformas que emplea a menudo para hacer anuncios, lanzar opiniones o dirigirse a otros mandatarios mundiales. El resultado fue el esperado. Se levantó el ánimo. Y hubo argentinos que echaron mano de sus huchas para invertir.
Una frase: «incentivar el crecimiento». Que en redes, medios y foros no haya parado de comentarse el tuit publicado por Milei el viernes a última hora, aun cuando ese mensaje ya se ha borrado de la cuenta del dirigente argentino, tiene bastante sentido. Sin él es difícil entender todo lo que sucedió después y las consecuencias que pueda tener para él en el futuro. Tras arrancar con un «¡¡¡La Argentina liberal crece!!!», Milei presentaba $LIBRA como un emprendimiento centrado en el desarrollo y la captación de riqueza.
«Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina». El tuit incluía un link a una plataforma que —precisa Cryptopolitan— ya invitaba a recelar y enlazaba a un formulario de Google para tramitar las solicitudes de financiación. Otros pesos pesados de la extrema derecha argentina ayudaron a darle visibilidad.
Una cifra: 4.500 millones. $LIBRA creció como la espuma. Más incluso. A pesar de los recelos que no tardó en suscitar el proyecto y de que todo indicaba que el dominio se había registrado solo unas horas antes del lanzamiento, el tuit de Milei pareció dar alas al memecoin. En muy poco tiempo su capitalización de mercado se disparó hasta rondar los 4.500 millones de dólares. Sin embargo, con las mismas y tras ese crecimiento vertiginoso, se desplomó hasta el suelo.
The Kobeissi Letter ha elaborado un hilo para explicar paso por paso la secuencia de forma detallada, pero se resume de forma sencilla: en plena espiral de optimismo y crecimiento, grandes propietarios de $LIBRA empezaron a liquidar enormes sumas de dólares en minutos, logrando ganancias millonarias. Cryptopolitan explica que cuando la gente empezó a hacer preguntas los insiders de $LIBRA habían sacado 87,4 millones de dólares. En solo tres horas.
Un concepto: ‘rug-pull’. Poco después del lanzamiento del memecoin empezó a sonar algo más: un concepto, rug-pull (“tirón de alfombra”, en español), que básicamente describe la práctica fraudulenta de quienes crean criptomonedas, atraen inversores y luego desaparecen con rapidez, retirando sus fondos. En resumen, inflar un activo de forma artificial para captar inversores y dar un paso atrás cuando la espiral está en su punto álgido llevándose ganancias millonarias.
En su informe sobre lo ocurrido la firma Kobbeissi Letter asegura que «en cinco horas se borraron más de 4.400 millones de capitalización de mercado». Es más, hay medios que hablan ya de más de 40.000 inversores que han visto su dinero atrapado en el proyecto avalado por Milei. Horas después de lanzar un post promocionando $LIBRA, la cuenta del líder argentino borró la publicación original y colgó otro mensaje, de tono bien distinto, en el que básicamente marca distancias con el memecoin y carga con dureza contra sus críticos.
Un tuit: «No tengo vinculación». «Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna», arranca el dirigente argentino en su segundo mensaje. «No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet)».
De poco le ha servido. Tras lo sucedido el fin de semana, no han parado de sucederse las reacciones. El caso ha suscitado comparaciones con el lanzamiento de $Trump, que también creció con fuerza antes de desinflarse, ha dado pie a críticas de la oposición y sobre todo ha centrado el foco en quiénes están detrás de $LIBRA y en qué medida era Milei consciente de los riesgos y lo que acabó ocurriendo.
Una reacción: denuncias. Ayer mismo se presentó una denuncia penal contra Milei por «asociación ilícita», «estafas» e «incumplimiento de los deberes de funcionario público» y ya hay noticias que apuntan que el número de reclamaciones se ha seguido creciendo. La oposición amenaza ya con un impeachment mientras el dirigente carga contra «las ratas inmunda de la casta política que quieren aprovechar la situación» y alega que se ha dirigido a Anticorrupción.
En la denuncia presentada ayer se incluye también, entre, otros a los responsables del desarrollo de la criptodivisa y la infraestructura tecnológica que le sirvió de apoyo. Uno de los responsables del proyecto ya ha salido públicamente a culpar a Milei de lo ocurrido, relacionando el desplome en la cotización con la retirade de apoyo del dirigente. «Sus asociados habían asegurado apoyo público y me garantizaron que su respaldo continuaría», asegura Mark Davis, de Kelsier Ventuers. «Cambiaron inesperadamente su postura».
Un precedente: 2021. No es la primera vez que Milei se ve en el ojo de un huracán como este. Le ha ocurrido en otras ocasiones. Hace solo unos años, en 2021, cuando era aún diputado por Buenos Aires, promocionó también una plataforma de criptomonedas, CoinX, que ofrecía altas rentabilidades.
El proyecto acabó tras la intervención de la Comisión Nacional de Valores, salpicado por la polémica, y con inversores perdiendo su dinero. En aquella ocasión el hoy presidente se desvinculó alegando que no tenía responsabilidad y se había limitado a dar su opinión. Muchos han desempolvado el caso en las últimas 48 horas junto a un nuevo apodo para el dirigente argentino: «Ponzidente».