Nueva crisis en la FIFA
La decisión de absolver a Rusia y Catar de las acusaciones de corrupción en la adjudicación de los Mundiales de fútbol del 2018 y 2022 provocó este jueves una crisis interna en la FIFA que minó la credibilidad de la investigación supuestamente independiente.
Pocas horas después de que la comisión de ética publicara su fallo de 42 páginas, el estadounidense Michael García, al que la misma FIFA había encargado la investigación previa, aseguró que era inaceptable y que pensaba recurrirlo.
La alemana Sylvia Schenk, experta anticorrupción de Transparencia Internacional, consideró el informe como una «catástrofe comunicativa» y aseguró que la «FIFA no mantiene ninguna credibilidad».
Antes, el órgano rector del fútbol había publicado en su página web un informe del jurista alemán Hans-Joachim Eckert, presidente de la cámara de decisión de la comisión de ética, en el que anunciaba la absolución.
Después de años de investigación, los datos constataban muchas violaciones de las reglas éticas y jurídicas en el proceso de elección, pero ninguna se consideró lo bastante grave como para aplicar sanciones, según el texto de 42 páginas.
El órgano presidido por Eckert tampoco sancionó a ningún miembro del comité ejecutivo ni a ninguno de los otros países candidatos a organizar las Copas del Mundo del 2018 y 2022.
La posibilidad de quitar la sede de los torneos a Rusia o Catar no se plantea. «Los incidentes varios que pueden haber ocurrido no son suficientes para comprometer la integridad del proceso de candidatura al Mundial del 2018/2022 en su conjunto», concluye el documento firmado por Eckert.
Para la comisión, los datos obtenidos «están lejos de llegar al umbral que requeriría volver al proceso de candidaturas, y mucho menos reabrirlo».
«La revisión del proceso de candidaturas de los Mundiales del 2018 y 2022 queda por lo tanto cerrado para la comisión de ética de la FIFA», agregó.
El presidente del organismo, el suizo Joseph Blatter, quedó también libre de cualquier sospecha a pocos meses de unas nuevas elecciones presidenciales.
Los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022 estuvieron bajo sospecha de haber comprado votos en el proceso de elección, por lo que la FIFA encargó a su comisión de ética la elaboración de un informe.
La investigación estuvo dirigida por Michael García, presidente de la cámara de instrucción de la comisión ética. El exinvestigador del FBI hizo 75 entrevistas en diez países y elaboró un dossier de 200.000 páginas en el que se constataba la existencia de numerosas irregularidades antes de la polémica votación del 2 de diciembre del 2010 en Zúrich.
Principalmente el triniteño Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA que dimitió en el 2011 en medio de otro escándalo de soborno, fue contactado por varias candidatas con ofertas inmorales, al parecer también por Inglaterra y Australia.
Sin embargo, la comisión ética opina que o no se pudo probar una relación directa con la elección del Mundial o se constató a posteriori que los intentos no tuvieron ninguna influencia en la votación.
Japón, Corea del Sur y Estados Unidos intentaron también aparentemente atraer a su lado con regalos a dirigentes de la FIFA o llegar a acuerdos con otras aspirantes.
La candidatura de España/Portugal no se nombra, lo que sugiere la idea de que se trata de la única aspirante que, según Eckert, mostró una actitud poco participativa en la investigación.
Sólo la candidatura conjunta de Holanda y Bélgica está libre de cualquier tipo de irregularidad, al contrario que Catar y Rusia.
En el organizador del Mundial 2018 las investigaciones fueron difíciles, porque muchos ordenadores fueron destruidos. No obstante, se pudieron demostrar varios incumplimientos de la obligación de notificar los contactos con miembros del comité ejecutivo. Estos, sin embargo, no tuvieron ninguna influencia demostrable sobre la votación, según la comisión de ética.
En el caso de Catar también se mencionan varios aspectos conflictivos. Desde las conexiones con las actividades en el negocio del deporte internacional de la Academia Aspire hasta la organización de un lucrativo partido amistoso entre Brasil y Argentina, pasando por los negocios del ex vicepresidente de la FIFA Mohammed Bin Hammam, a quien sin embargo sólo se le pudo demostrar métodos deshonestos en su fracasada campaña a la presidencia del organismo en el 2011.
Conclusión: ninguna prueba concluyente, ninguna acusación y ninguna inculpación, un resultado con el que García no está de acuerdo.
«Pretendo recurrir la decisión al comité de apelación de la FIFA», dijo el abogado norteamericano. «La resolución del presidente de la cámara de decisión contiene numerosas interpretaciones sustancialmente incompletas y erróneas de los hechos y conclusiones detallados por la cámara de investigación».
Eckert explicó en el informe que aún no está descartado que la comisión ética siga investigando a personas individuales.
Además, el alemán hizo públicas una serie de recomendaciones para nuevas reformas estructurales en la FIFA, entre ellas la de limitar los mandatos de los dirigentes, una petición rechazada por el congreso del ente rector en junio.
La comisión de ética criticó también expresamente el hecho de que obviamente la mayoría de los miembros del comité ejecutivo que participaron en la votación no leyeron los libros de candidatura.
Asimismo, se recomendó que se tengan más en cuenta los informes de evaluación de los aspirantes, que fueron negativos en el caso de Rusia y Catar.