No quiero irme pero no voy a caer en el juego de las interpelantes, agregó.

El ministro de Trabajo Andrés Isch reconoció que la debilidad que tiene Gobierno Nacional podría provocar su censura y destitución en el juicio política que se lleva en su contra en la Asamblea Nacional, sin embargo aseguró que le tiene sin cuidado aquello, pues consideró que no se trata más allá de un show electoral: “En el que no voy a entrar”.

Destacó que su responsabilidad, por ahora, es sacar los proyectos que puedan para mejorar las cifras de empleo por lo que descartó la posibilidad de cabildear votos: “He presentado mis pruebas de descargo, no hay argumento jurídico en las causales y ese es todo el tiempo que le daré al caso”.

“No he pedido que se amplíe el plazo ni lo haré, porque con todas las urgencias que tenemos lo que menos puedo hacer en este momento es distraer mi atención de los problemas urgentes, coyunturales y estructurales”.

El funcionario subrayó que no quiere dejar el cargo pero insistió en que no caerá en lo que llamó un juego de sus interpelantes, las asambleístas por la Revolución Ciudadana Marcela Aguiñaga y Marcela Holguín: “Quieren un trofeo del ministro de Trabajo en una época de grave crisis de desempleo”.

Fuente: Vera a su manera en TC