¡No nos vamos a ir! Sopitas.com en el Brunch Colectivo #Parteaguas
El fotógrafo de Sopitas.com nos informa que murió la mañana del domingo, 19 de abril, para encontrarse en un paraíso en el que tenía acceso libre a los platillos, bocadillos y bebidas más exquisitos que había soñado a lo largo de su vida terrenal. Cuando salió de su trance se percató que aun seguía con vida, pero el sueño era una realidad tangible, y el lugar no era un Valhalla, sino el jardín del Fideicomiso Plutarco Elías Calles. Se trataba del Brunch Colectivo #Parteaguas, quizás el experimento más ambicioso montado dentro del marco del Corredor Gastronómico Roma-Condesa.
En la imagen de arriba podemos ver un refrescante te chai sin cafeína cortesía de Tomás, la Casá Editora de Te con sucursales en Condesa, San Ángel y Polanco. También se puede apreciar una tarta de limón con semillas de chía, una verdadera joya que nos robamos de la mesa de La Bohême, panadería y repostería francesa artesanal que se encuentra en la calle Querétaro, una combinación ideal mientras el sol castigaba como nunca a los defeños. Estos fueron dos de los muchos locales que tuvieron presencia en un brunch que reunía a varias marcas gourmet de la Ciudad de México.
El «brunch» es un concepto ajeno a las tradiciones comunes de la sociedad mexicana, más bien una importación de la cultura pop anglosajona que encuentra un espacio entre el desayuno y el lunch laboral. Digamos que es esa hora cuando llegas a un restaurante familiar y no tienes idea si te van a dar la carta del desayuno o del almuerzo. En la práctica puedes combinar lo mejor de los dos mundos: mimosas para acompañar un baguette de pato con salsa chipotle y mostaza (de Marilyn Abarrotes), un cocktail de pulpo y camarones y un poco de callo de hacha(!) maridado con un Chardonnay de Monté Xanic, o una taza de Café Cobalto para acompañar una dona con helado de tocino… err ¿Por qué no? La vida es demasiado corta.
Al pedirle un comentario, el fotógrafo de Sopitas.com solo pudo decir, «Si fuera una persona inteligente, me retiraría del periodismo musical para dedicarme de tiempo completo a escribir sobre gastronomía.» Acto seguido, le daba una mordida a su eclair de chocolate y café, mientras terminaba una copa de Cabernet Sauvignon. En nuestra opinión, no se debería acostumbrar demasiado a la vida poética.
Por supuesto, tuvimos algunos… ok, varios favoritos entre las muestras disponibles. Nos hizo falta un poco más de estómago para probar de todo, pero a través del placer de la gula que derivamos de nuestra experiencia gastronómica, nos quedamos con los siguientes platillos como favoritos de la vida.
Los chilaquiles de cochinita pibil de Los Hijos del Maiz (Nueva York #264), un platillo que nos hace cuestionar si alguna vez habíamos probado chilaquiles auténticos en el pasado. Los ostiones y la tostada de aguachile con camarón de Escondite (Cocina itinerante). Y el pollo en salsa de curry y banana chips, platillo preparado por Fabio Bernardini, sous chef del muy reconocido restaurante Pujol. También tenemos que hacer una mención especial del Bloody Mary que probamos, un cóctel preparado con mezcal Montelobos y un licor de chile Ancho Reyes. Ahora puedes comprender porqué deseábamos permanecer ahí para siempre.
Por último solo queda compartir nuestra galería de fotos para antojar al que no ha salido a comer todavía. Esperemos que nos hayas acompañado en este experiencia, no pueden decir que nos los invitamos.
FOTOS: @ShyTurista