Pasos irregulares fueron usados antes de bloqueo

Huaquillas –

Mientras que policías y militares resguardaban el puente internacional entre Ecuador y Perú, cientos de ciudadanos accedieron a territorio extranjero a través de senderos clandestinos.

Los caminos irregulares fueron trazados en el sector sur del puente internacional, que a las 10:00 estaba cerrado.

Ante la propagación del coronavirus, las autoridades del Gobierno ecuatoriano dispusieron el cierre parcial de las fronteras norte y sur, donde se reforzó el control sanitario.

En Huaquillas, provincia de El Oro, había dos filas de vallas. En medio se ubicó una carpa con elementos policiales y en el otro costado estaba un grupo de militares impidiendo el paso de personas.

“Colocamos las vallas para evitar el paso de las personas extranjeras, el único paso habilitado es por el CEBAF (Centro Binacional de Atención Fronteriza)”, señaló Yanina Vaca, cabo de la Policía Nacional.

Los militares vestidos con trajes blancos y con mascarillas se encargaban de impedir el paso peatonal, la disposición era que ninguna persona extranjera utilice el puente, pero en el sector sur del cantón orense habilitaron varios pasos clandestinos.

“El Gobierno cierra la frontera y nos deja sin poder vender nuestros productos, nosotros vivimos de las ventas entre las dos poblaciones vecinas”, expuso Gonzalo Chamorro, comerciante ecuatoriano del filo del canal internacional.

En Macará, provincia de Loja, la frontera estaba abierta y había resguardo de la fuerza pública y control sanitaria. Era la ruta que lleva a Zapotillo (Perú), pero según ciudadanos seguían habilitados varios pasos clandestinos.

A través de aquellos senderos irregulares, cientos de ciudadanos cruzan a diario a territorio extranjero y no hay mayor control sanitario.

En Macará, personal militar y de Aduanas ordenaba bajarse de los vehículos a ciudadanos peruanos que ingresaban a Ecuador y que venían de poblaciones alejadas del Perú como Sullana, Las Lomas, Piura y de más hacia el sur peruano.

No obstante, ecuatorianos que normalmente hacen compras en poblaciones peruanas cercanas a la frontera, seguían su tránsito aparentemente sin revisión de la fuerza pública.

Ante ello, el alcalde de Macará, Alfredo Suquilanda, pidió al Gobierno que cierre la frontera en su jurisdicción, tomando en cuenta que ante la informalidad la población sureña es vulnerable al contagio del coronavirus.

“Debería cerrarse la frontera tanto para ecuatorianos como para peruanos, estamos a tiempo”, acotó el funcionario.

Según Álvaro Aragón, jefe militar en Macará, existe la disposición del cierre de la frontera a partir de las 00:01 del lunes 16, y que por tanto ya no podrá ingresar al país ningún ciudadano, ni ecuatoriano ni extranjero.

Esta medida ha sido tomada como tardía por la ciudadanía, ya que se ha visto gran movimiento en los pasos fronterizos de Macará y Zapotillo.

En la frontera, algunos ciudadanos peruanos son guiados a una unidad móvil de Salud para un chequeo en el puente internacional de Macará.

En Sucumbíos

En la la tarde, las actividades en el puente internacional San Miguel continuaban normales. Del lado colombiano no se constató control sanitario. No pararon a viajeros ni carros. En Ecuador, un policía alertaba de la situación sanitaria. Más adelante, en el Centro Binacional de Atención en Frontera (Cebaf), una brigada del Misterio de Salud hacía un control minucioso de cada persona que provenía de Colombia. Luego de que respondieran sobre su procedencia, los visitantes recibían una charla de prevención del coronavirus. (I)

En el norte viajeros salieron en plan de compras

El puente binacional de la parroquia de Tufiño, a 20 kilómetros de Tulcán, fue cerrado a las 08:30 al tránsito peatonal y vehicular, medida que tomó desprevenidos a los habitantes de este sector limítrofe y a los pobladores de Chiles, Colombia.

Luis Males, nativo de Chiles, dijo que había venido a la feria de Tufiño y que cuando intentó retornar ya estaba colocada una valla que no permitía el ingreso o salida hacia territorio extranjero. Optó por una de las trochas, o sendero irregular.

El paso en el puente está permitido entre las 07:00 y las 19:00 para evitar el contrabando de mercancías, leche, patatas, medicinas, entre otros.

Ecuador decidió aplicar cierres parciales en las fronteras para intentar contener la expansión del coronavirus.

Un camión militar obstruía el paso bilateral y tres uniformados indicaban a pobladores que no podían abandonar el país, ni trasladarse a los complejos termales en el lado colombiano.

La presencia militar y policial fue dispuesta además en Río Carchi, Cuatro Esquinas y Urbina, utilizados por redes de contrabandistas y pobladores.

En el puente de Rumichaca, los controles se reforzaron en ambos países. Del lado ecuatoriano, un primer filtro de control migratorio era el acceso peatonal. Seguían dos puestos de salud. Salubristas utilizaban termómetros e indagaban a viajeros si habían sufrido alguna afección respiratoria.

El alcalde de Tulcán, Cristian Benavides, solicitó al Gobierno el cierre del puente de Rumichaca, ante el tránsito de connacionales que pasaron a Colombia en plan de compras.

Allá, funcionarios de Migración, Salud (Colombia) y de la Gobernación de Nariño revisaban los autos que iban de Ecuador. El valor del dólar frente al peso colombiano movilizó entre sábado y domingo a más de 15 000 carros ecuatorianos por Rumichaca. (I)