Más de 30 muertos en Japón por erupción de volcán

El monte Ontake, en el centro de Japón, hizo erupción poco antes del sábado al mediodía, expulsando grandes nubes de gases y ceniza y cubriendo la región de ceniza. Unas 250 personas se quedaron atrapadas en la montaña en un principio, aunque la mayoría había logrado bajar para el sábado por la noche.

Responsables de gestión de crisis en la prefectura de Nagano informaron a la cercana localidad de Kiso de que se estaban trasladando hacia allí a cuatro personas con fallo cardiaco y respiratorio, y que había otros en esa situación, indicó Keita Ushi, funcionario de la ciudad.

Helicópteros militares japoneses rescataron el domingo a siete personas, mientras las autoridades trataban de llegar hasta más víctimas heridas y varadas en la zona.

Al menos 34 montañeros resultaron heridos, 12 de ellos de gravedad, según la Agencia Contra Incendios y Desastres de Japón.

La cifra de víctimas fue menor a la que habían informado al principio las autoridades locales, pero la Agencia advirtió de que todavía podría haber un cambio en las cifras.

Imágenes emitidas en la televisión japonesa mostraron a un soldado descendiendo de un helicóptero a una loma cubierta de ceniza, ayudando a amarrar a un hombre antes de que ambos fueran alzados hasta el helicóptero.

Hasta ahora, siete personas habían sido recogidas en tres trayectos, según Toshihiko Muraki, del Ministerio de Defensa. Todos estaban conscientes y podían caminar, aunque los detalles sobre su estado no estaban claros, señaló.

La Fuerza de Auto-defensa japonesa, nombre que recibe el ejército nipón, desplegó siete helicópteros y 250 efectivos para las tareas de rescate, en las que también participaban policía y bomberos.

Se estima que unas 40 personas quedaron varadas en refugios en la montaña durante la noche, muchas lesionadas, incapacitadas o indispuestas para emprender el peligroso descenso por su cuenta del monte Ontake, que alcanza 10,062 pies de altura.

Los socorristas también intentaban alcanzar a pie la zona, dijo Hanamura.

Una gran nube entre gris y blanca seguía alzándose el domingo sobre la cumbre cubierta de ceniza por la mañana, visible desde el cercano pueblo de Otaki. Un convoy de camionetas de bomberos con las sirenas encendidas y de trabajadores de rescate a pie cruzaban las barreras hacia la zona restringida en torno al volcán.

Shinichi Shimohara, que trabaja en un santuario al pie de la montaña, dijo haber oído un gran estruendo similar al de fuertes vientos, seguido de un sonido atronador cuando el volcán hizo erupción.

«Durante un tiempo oí truenos varias veces», dijo. «Poco después, algunos escaladores empezaron a descender. Estaban todos cubiertos de ceniza, totalmente blancos»

Muchos de los montañeros que llegaron abajo aparecieron con sus ropas y mochilas cubiertas de ceniza, y dijeron haberse visto rodeados de total oscuridad durante varios minutos.