Mariana Granja, de 68 años, caminó desde el sector del centro comercial Caracol con dirección al Centro Comercial Iñaquito. Entre ambos media una cuadra. En el último lugar buscó dinero en tres cajeros. Posteriormente quiso regresar al Caracol, pero su cuerpo quedó tendido en el suelo. Fue interceptada por un hombre que la mató con varios disparos. Así habría sucedido el hecho de sangre cuyo móvil sería el robo, el pasado 1 de febrero, al norte de Quito. El trayecto que hizo la víctima fue parte de la reconstrucción de los hechos que realizó personal de Criminalística, el pasado viernes.

Además se practicó una pericia balística, que tenía por objeto, según Alexei Hoyos, fiscal de la Unidad de Garantías N.4 de la Fiscalía General del Estado, establecer la trayectoria, los ángulos, el número de disparos, la posición del tirador, la posición de la víctima y los rebotes que pudo haber hecho esa persona con el arma de fuego.

«Son dos pericias que nos van a permitir -de cierta forma- establecer cómo fueron cometidos estos hechos dentro del presente caso», dijo.

Para el funcionario, los elementos que ha recabado la Fiscalía permiten determinar, por el momento, que efectivamente quien se encuentra detenido, es el responsable. Estos son: el reconocimientos del sospechoso, testimonios anticipados, el cotejamiento de pruebas de ADN que se está realizando así como pericias balísticas. Se trata de un ciudadano de nacionalidad venezolana, de 19 años, de nombre Adrián G.

#ATENCIÓN | Prisión preventiva para ciudadano venezolano procesado por el asesinato de una mujer, ocurrido este sábado en el norte de #Quito. #FiscalíaConLasVíctimas

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— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) February 2, 2020

En la pericia también participaron tres testigos quienes habrían estado presentes al momento del hecho.

Hoyos agregó que están tratando de ubicar todavía a otras personas, que presuntamente pueden haber tenido alguna participación indirecta dentro del caso.

Diego Guarderas, abogado de la familia de Mariana Granja, no descartó que se presenten como acusadores particulares. (I)