María Punina mantiene los bordados de sus ancestros, en Chibuleo

Ambato –

María Eugenia Punina es de la comunidad Chibuleo San Francisco, de la parroquia Juan Benigno Vela. Cuenta que realiza a mano los bordados para los adornos de las blusas indígenas, tal como le enseñaron sus padres y sus abuelos.

“Ofrezco a mi gente, a mi pueblo indígena lo que es parte de nuestra cultura, de nuestra identidad, como son las blusas que se las confecciona al gusto de cada cliente”, dice.

En cada bordado se demora un mes porque todo se hace a mano. Y resalta que usa bastante el color verde, porque representa a la naturaleza y a la flor de papa.

Los precios fluctúan entre los $35 y $20, todo depende de la complejidad del bordado. También están aquellos que cuestan hasta $60. En estos últimos no se dejan espacios en blanco y los hilos tienen que estar bien alineados, agrega.

Para ella, el complemento perfecto de la vestimenta de la mujer indígena es el uso de las vinchas con mullos. Y en cada uno se demora entre un día y una semana, dependiendo del tamaño. El precio de estos accesorios varía de $5 a $10.

Punina considera importante que ahora mucha gente indígena trabaje en las cooperativas de ahorro y crédito, porque eso ha permitido que más personas de las comunidades adquieran las vestimentas autóctonas. Y esto ha permitido que se fortalezca la conservación de la ropa ancestral, dice.

Afirma que se siente orgullosa de ser mujer indígena. Por esa razón, así como hicieron sus antepasados, ella se encarga de transmitir los conocimientos de los bordados a mano a su descendencia.

“Nosotros como indígenas a ellos (nuestros hijos) los vestimos con los trajes autóctonos y a ellos les gusta, porque desde muy pequeños saben que es parte de nuestra identidad y cultura. Por esa razón siempre vayan a donde vayan, en las instituciones educativas, llevan estas vestimentas y así han sido respetados”.

Punina asegura que cuando hay oportunidad de salir a las ferias de emprendimiento, acude para hacer conocer algo más de la identidad de los pueblos ancestrales. Sostiene que incluso se acercan personas mestizas deseosas de aprender los bordados y que con gusto les enseña porque sabe que así esos saberes milenarios no se van a perder. (F)