Turistas llegaron a Baños en busca de esparcimiento; allí se controló el uso de mascarilla
Luis Tene junto a su familia llegó desde Ambato a Baños de Agua Santa, mientras Ramiro Toapanta viajó desde Quito. En ambos casos, los turistas llegaron con la intención de distraerse en este feriado que se inició el sábado y culmina mañana por el Día de Difuntos y la independencia de Cuenca.
A pesar de que los visitantes dijeron conocer los protocolos de bioseguridad para evitar los contagios de COVID-19, algunos no usaron mascarilla.
Los justificativos no faltaron: «Sí tengo, pero la dejé en el vehículo», manifestó Luis Tene; mientras que Ramiro Toapanta manifestó que recién se la había sacado. Dijeron que se la pondrían porque no querían contagiarse ni contagiar.
Manuel Barriga, operador turístico de canopyng en el sector de El Agoyán, refirió que permanentemente están viendo que los turistas porten las mascarillas de manera obligatoria y que incluso a los que no tienen les regalan para que cumplan con las medidas para evitar el contagio del virus.
Dijo que constatan que se mantenga el distanciamiento entre los turistas que desean practicar canopyng, pero que a veces por la cantidad de gente se les sale de control.
“Estamos pidiendo a los turistas que respeten los protocolos recomendados para evitar la propagación del COVID-19 y no tener que pasar situaciones como están en países europeos”, citó.
Caminata por la Virgen
Desde temprano ayer decenas de personas emprendieron una caminata desde Loja hasta Catamayo, evocando el recorrido que se realizaba en años anteriores cuando la imagen de la Virgen de El Cisne iniciaba el retorno hasta su santuario.
Son alrededor de 40 kilómetros de recorrido por una vía angosta, con múltiples y pronunciadas curvas, con empinados tramos y también laderas que son atravesadas por los caminantes con el fin de acortar distancia y llegar más pronto hasta su destino.
Jhonson Gonzaga contó que esta caminata la realiza desde hace 45 años, desde que era un niño. “Mi madre nos enseñó y pese a la pandemia hay que seguir con la tradición. La Virgen es muy milagrosa. Y como no hay mucha gente también, uno va caminando tranquilo”, manifestó el feligrés.
Cada 1 de noviembre, la imagen de La Churonita como se llama cariñosamente a la Virgen de El Cisne es llevada en hombros hasta Catamayo en un primer tramo del retorno programado a su santuario. Esa actividad y muchas otras se suspendieron por la crisis. (I)