Carrera universitaria debo seguir para obtener ingresos

Los 3 tipos de ingresos que necesitas para vivir bien

Los 3 tipos de ingresos que necesitas para vivir bien. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

 

Los 3 tipos de ingresos que necesitas para vivir bien

Durante años vivimos con la idea de que tener un trabajo fijo es sinónimo de seguridad. Pero si algo nos han enseñado los últimos tiempos —crisis, despidos, inflación, cambios tecnológicos— es que depender de una sola fuente de ingresos es una jugada arriesgada.

Y sin embargo, la mayoría solo tiene una: el ingreso activo. Trabajas → cobras. Dejas de trabajar → dejas de cobrar.

Pero ¿y si te dijera que existen al menos tres tipos de ingresos que puedes combinar para vivir mejor, con menos estrés y más libertad?

Hoy te lo cuento con ejemplos reales y una misión clara: ayudarte a construir una vida más libre y estable, donde el dinero no sea siempre una preocupación.

Ingresos activos (los que cambias por tu tiempo)

Los ingresos activos son los más comunes. Los que te llegan por trabajar: un sueldo, unas horas de clase, unos proyectos freelance.

  • Ventaja: sabes cuánto vas a cobrar y cuándo.
  • Inconveniente: si no trabajas, no ingresas.

 

Por ejemplo:

  • Un profesor de español que da clases online.
  • Un desarrollador freelance que cobra por proyecto.
  • Un camarero en temporada de verano.

No hay nada malo en tener ingresos activos. Lo que es peligroso es depender solo de ellos.

Ingresos pasivos (los que te llegan mientras haces otra cosa)

Este es el santo grial para muchos. Son los ingresos que llegan aunque no estés “presente”. Pero ojo, eso no significa que sean mágicos: normalmente requieren trabajo previo o inversión. Y no suelen ser pasivos pasivos, algo siempre tendrás que hacer, pero nada comparado con el trabajo activo.

Hablo de cosas como:

  • Royalties por un libro publicado (Amazon KDP, por ejemplo).
  • Alquileres de una propiedad (incluso habitaciones con Airbnb).
  • Negocios automatizados: un curso online que ya grabaste, un blog que genera ingresos por afiliación o AdSense, un canal de YouTube…
  • Licencias de software o plantillas digitales.

Ejemplo real: Pieter Levels, el creador de Nomad, vive de productos digitales que creó una vez y siguen vendiéndose todos los días.

La clave es crear un sistema que funcione sin ti.

Ingresos de portafolio (los que vienen de tus inversiones)

Aquí entra el mundo de las finanzas: acciones, fondos indexados, dividendos, ETF, criptomonedas, inmuebles.

En vez de trabajar por dinero, tu dinero trabaja por ti.

No necesitas ser millonario para empezar. Con plataformas como Indexa Capital, Revolut o Trade Republic puedes empezar a invertir desde 50 o 100 € al mes. A largo plazo, el interés compuesto hace su magia.

 

Ejemplo práctico:

  • Invertir 300 €/mes en un fondo indexado al S&P 500, con una rentabilidad media del 7%, puede darte más de 120.000 € en 20 años.
  • Comprar acciones de empresas como Coca-Cola, que reparten dividendos todos los años.

Incluso puedes invertir en startups (con más riesgo) o en crowdlending. Pero lo importante es diversificar y pensar a largo plazo.

¿Qué combinación es la ideal?

Lo ideal no es abandonar tus ingresos activos, sino complementarlos.

Una combinación sólida podría ser:

  • Activo: trabajo remoto, freelance, clases online.
  • Pasivo: cursos, afiliación, una web con tráfico, libros.
  • Portafolio: inversión automática en fondos indexados + una pequeña cartera de dividendos.

El objetivo no es ganar millones de un día para otro. Es ir construyendo capas de estabilidad, como una escalera que te lleva a la libertad financiera.

 

¿Y ahora qué?

Si ahora mismo solo tienes ingresos activos, no pasa nada. Todos empezamos por ahí. Pero cuanto antes empieces a diversificar, antes vas a sentir que tu vida no depende de un jefe, un cliente o una nómina.

Porque al final, no se trata solo de dinero. Se trata de tiempo, de libertad y de poder decidir cómo quieres vivir.