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Los 3 problemas de Internet que no puedes controlar

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Con la popularización de las redes sociales, las compras online y el uso de la red en general, nacen nuevos tipos de problemas en Internet, preocupaciones que tienen mucho que ver con conceptos como la seguridad o la privacidad. Sin embargo, también es verdad que, aunque la red sea cada vez más segura, existe una cierta probabilidad de que suframos algunos inconvenientes que, a diferencia de otros más comunes, pueden escaparse de nuestro control.

Estos problemas de Internet llegan con la seguridad

Navegar por la red es hacerlo en un entorno fiable y seguro. Son muchas las amenazas y riesgos que podemos encontrarnos simplemente con visitar una web. Hay que tener en cuenta que con el paso del tiempo han surgido nuevos frentes que hay que contener, pero de lo que, en la mayoría de los casos, tenemos problemas con un Internet que más o menos son de nuestro alcance.

No obstante, también es verdad que la red ha evolucionado mucho en los últimos años. No nos tenemos que ir muy lejos, pues en apenas el último lustro contamos con sistemas que hasta entonces eran mundos desconocidos y que casi no existían. Eso ha hecho, de la misma forma, que nos encontremos hoy con impedimentos y dificultades que no podamos controlar.

En esas, lo que estamos viendo es que vamos hacia un progreso hacia la hiperconexión en plataformas, redes, aplicaciones y dispositivos; pero todo esto necesita medidas de protección, ante la capacidad de inteligencia de los aparatos y su comportamiento.

Cuáles son

Al mismo tiempo, el volumen de amenazas y la amplia gama de aplicaciones adoptadas por los usuarios corporativos también incluyen nuevos problemas en la gestión eficiente de los recursos de la red. Para hacer frente este escenario, en condiciones adecuadas, las organizaciones deben contar herramientas para dar seguimiento a su entorno.

Pero también con contar con el apoyo de especialistas que trabajan constantemente para mantener las configuraciones bien ajustadas a las necesidades de protección y rendimiento de la red. En este sentido, lo que nos encontramos es que, debido a las diferentes aplicaciones que pueden poner en jaque la seguridad de la red, nuestro Internet puede sernos incontrolable.

ataques

Ataques a servidores DDOS

Este es uno de los problemas de internet que pueden llegar a ser más importantes, pero de los que, inevitablemente, apenas podemos hacer. Son los que se llaman ataques DDoS, los cuales están cada vez más presentes en la actualidad, sobre todo desde que hace unos meses se utilizase uno para dejar inaccesibles simultáneamente servicios como Twitter, Netflix o Spotify.

Como tal, un ataque DDoS es cuando un grupo de personas o automatismos atacan a un servidor u ordenador desde muchos equipos a la vez. Este flujo masivo de datos hace que los recursos del servidor acaben no siendo suficientes, lo que provoca que colapse y deje de funcionar. Esto hace que si se trata de un equipo que mantiene una web, servicio o comunidad, esta caiga junto al servidor.

Aquí se utilizan mucho los ataques mediante los botnets, que son redes de equipos secuestrados o infectados que se comportan como un enjambre y atacan todos a la vez. Las consecuencias de este tipo de ataques depende de la amplitud de estas redes, pero a nivel usuario lo único en lo que nos puede afectar es en colapsar tu servidor y tumbar tus servicios o webs mientras dure el ataque.

Cables submarinos de Internet cortados

La infraestructura que llamamos Internet depende de kilómetros y kilómetros de cableado que circula bajo tierra y a gran profundidad en mares y océanos de todo el mundo. Ese cableado está bien protegido, pero pueden suceder catástrofes puntuales que conviertan en numerosos problemas para nuestro internet (por ejemplo, en 2020 los 30 millones de habitantes de Yemen se quedaron sin conexión por este motivo).

Los que cruzan grandes masas de agua habitualmente están protegidos por una armadura de acero porque tienen que soportar fuertes tensiones, corrientes marinas, la acción de animales o movimientos terrestres. De los submarinos, son los cercanos a la costa los que suelen verse más afectados por culpa de la actividad humana, las anclas y el trabajo de los pescadores. Los terrestres, mientras tanto, suelen recorrer ciudades, campos y desiertos, enterrados a un par de metros de profundidad, por lo que no son accesibles para cualquiera (aunque esta cuestión no los hace menos vulnerables).

El ransomware, un tipo de malware

Otro de los problemas de Internet que podemos sufrir, y que desgraciadamente no está en nuestra mano poder solucionarlo es lo que tiene que ver con el ransomware, un tipo de malware que en los últimos años se ha hecho conocido. A grandes rasgos, lo que buscan distribuir un malware de manera masiva y aleatoria, y también ataques dirigidos que emplean códigos maliciosos para afectar a empresas y organizaciones de todo tipo de industrias, aunque es bastante común que se den en ayuntamientos, hospitales y todo tipo de redes y servidores privados y públicos.

La forma de distribución más común del ransomware es a través de correos de phishing con archivos adjuntos o enlaces que intentan engañar a los usuarios mediante ingeniería social para convencerlos de descargar la amenaza. Otras formas de distribución son mediante ataques a conexiones remotas, como el Protocolo de Escritorio Remoto (RDP), aprovechando el uso de contraseñas débiles. ¿En qué nos puede afectar a nosotros? Sobre todo en estos tiempos de teletrabajo.

seguridad

¿Y qué podemos hacer nosotros? Por lo general, extremar las precauciones. Sí, es verdad que esto está muy dicho para los que son los problemas más frecuentes de Internet, pero cobra todo el sentido del mundo. Esto quiere decir, por ejemplo, que será importante no abrir mensajes, correos ni enlaces que puedan ser sospechosos, así como no abrir correos adjuntos sin conocer su origen. También, y esto como algo siempre a prestar consideración, es importante evitar facilitar datos personales, así como será fundamental crear contraseñas seguras o acceder a webs con cifrado por defecto.