Las ventas de vehículos tendrá una caída acumulada del 28% hasta 2025
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El sector automotriz vendió un total de 132.000 vehículos en 2023; pero para 2025 se prevé que no se venda más de 95.000 autos. En el caso de los vehículos ensamblados en el país, la caída es mayor y llega al 40%. Actualmente, solo se venden 10.000 autos de producción nacional y el sector ha perdido más de 3.000 puestos de trabajo. La Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae) está en contra del impuesto sobre los autos usados porque perjudicaría a 300.000 personas, pero impulsan que se reclasifique a los micro híbridos para que paguen aranceles.
David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), durante un conversatorio con medios, explicó que las cifras del mercado automotor en Ecuador muestran una caída preocupante de aproximadamente el 20%, pasando de 132.000 unidades vendidas en el 2023, a solo 107.000 unidades proyectadas hasta el final de 2024.
Las estimaciones para 2025 indican una caída aún más profunda, con ventas que no superarán las 95.000 unidades. En otras palabras, se espera una caída acumulada de más del 28% en todo el mercado automotriz.
En el caso de los vehículos ensamblados, que deben tener al menos un 19% de partes hechas en el Ecuador, la caída es incluso mayor y llega al 40%, Actualmente, las ventas de los vehículos de producción nacional no superan las 10.000 unidades al año.
Luego del cierre de la ensambladores de General Motors, solo queda dos empresas que siguen impulsando la producción nacional. El número de empleados en el sector ensamblador ha pasado de 8.500 a 5.500; pero hasta 2025 podría caer a 4.500 o 5.000.
Por el contrario, el segmento de los vehículos híbridos (todos importados) mantiene un comportamiento diferente, con un crecimiento anual del 20%, impulsados principalmente por las ventas de los denominados micro híbridos o “mild hybrids”, que representan el 80% del total de híbridos que se venden anualmente.
Cinae: En lugar de un impuesto sobre los autos usados, reclasifiquen los micro híbridos
Actualmente, los microhíbridos (mild hybrids) se benefician de incentivos arancelarios y tributarios similares a los vehículos híbridos completos, a pesar de no cumplir con los mismos estándares. Estos vehículos no son capaces de traccionar el automotor usando únicamente su motor eléctrico, lo que significa que operan todo el tiempo con combustibles fósiles.
Por lo expuesto, la Cinae repitió su llamado al Gobierno Nacional y a la Asamblea Nacional a corregir esta distorsión que afecta al mercado automotor, porque:
1. Pone en desventaja competitiva a la industria nacional y los vehículos híbridos que sí cumplen con altos estándares de reducción de emisiones.
2. El Estado que no recupera los impuestos que debería recibir.
3. Se engaña al consumidor que adquiere estos un carro Microhibrido pensando erróneamente que contribuye a la reducción de emisiones y cuidado del medioambiente.
Según Molina, el Gobierno ya ha reconocido la necesidad de esta reclasificación y cuenta con un informe técnico aprobado que recomienda su implementación, así como el dictamen favorable del Ministerio de Economía.
Lo único que hace falta es una decisión política para corregir esta distorsión en el mercado. La Cinae insiste al Gobierno Nacional a aprobar la propuesta presentada hace más de 6 meses para corregir esta distorsión mediante la reclasificación de los vehículos híbridos, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de Aduanas (OMA).
«Esta propuesta no implica un aumento de impuestos o aranceles, sino una corrección técnica que permitiría que los microhíbridos o “mild hybrids” sean clasificados como vehículos a combustión interna, siguiendo las directrices de la Organización Mundial de Aduanas (OMA)», acotó Molina.
Esta medida, además de alinearse con los estándares internacionales, según la Cinae, permitiría al Estado ecuatoriano obtener una mejor recaudación tributaria superior a los $100 millones , una cifra similar a la que el Gobierno pretende recaudar con el nuevo impuesto a la transferencia de vehículos usados.
La disyuntiva es clara: o se decide afectar a más de 300.000 ecuatorianos con un nuevo impuesto vehicular, o se corrige la clasificación de los híbridos, alineándose con los estándares internacionales y fortaleciendo la recaudación fiscal de forma justa.