Se buscan recursos para manejo de nuevo Parque Nacional Río Negro-Sopladora en Ecuador
Las ocho cámaras trampa instaladas, desde hace cuatro meses en medio de la vegetación, ampliaron el número de especies de mamíferos y aves registrado en el recientemente declarado como Parque Nacional Río Negro-Sopladora, ubicado entre Azuay y Morona Santiago.
Dos registros de jaguar a 2.300 metros sobre el nivel del mar, varias especies de venados, tapires, saínos, osos de anteojos, más pavas de monte están entre lo captado en el área protegida creada en enero del 2018.
“Esto implica una extensión del rango de distribución del jaguar hacia zonas más altas. Este animal, los osos y el águila andina son las llamadas especies paraguas porque requieren hábitats muy prístinos y grandes extensiones de bosques en las que están dispersos los recursos que necesitan, lo que da cuenta del buen nivel de conservación de la zona”, cuenta Fabián Rodas, coordinador del programa Austro de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), organización no gubernamental que participó del proceso de declaratoria.
Los registros confirman la importancia biológica del área que está en la cabecera del corredor ecológico que conecta los Parques Nacionales Sangay y Podocarpus. Si bien hay avistamientos históricos de jaguares en zonas muy altas, no han sido confirmados y datan de hace 50 años, indica Rodas. “Ahora lo captamos”, agrega.
Uno de los jaguares detectados en el Parque Nacional Río Negro-Sopladora. Foto: Cortesía de Naturaleza y Cultura Internacional.
El avance de la investigación da argumentos en el proceso de encontrar financiamiento para la creación del plan de manejo de las 30.616,28 hectáreas del P. N. Río Negro-Sopladora.
El lugar no cuenta con casetas de control ni vigilancia de guardaparques, señala Rodas. En la práctica el área protegida está creada en el papel con el máximo nivel de conservación, lo que es un avance importante ya que tiene un reconocimiento estatal del Ministerio del Ambiente, añade el especialista.
“El control tiene que estar implementado por el Estado… Nosotros estamos solicitando recursos para el plan de manejo en el que se definirá cuántas casetas de control se necesitan, el número de guardaparques”, afirma Rodas. Lo primero es crear el plan de manejo, la señalización y el mejoramiento de la infraestructura.
Otro punto a favor es la colaboración con la Fundación Cóndor Andino en el estudio del águila andina (Spizaetus isidori). “Se detectó uno de los pocos nidos de esa especie de ave que hay en el país”.
Un venado de cola blanca andino (Odocoileus ustus) en el último parque nacional creado en Ecuador en enero del 2018. Foto: Cortesía Naturaleza y Cultura Internacional.
El informe ‘Río Negro-Sopladora, el descubrimiento de un tesoro natural’ indica que en Ecuador se han identificado 11 corredores de conservación prioritarios, que buscan conectar y proteger áreas naturales localizadas cerca o alrededor de otras de mayor tamaño.
Y fue en el corazón de ese corredor en donde se definió el área idónea que cumplía con los requisitos para la declaratoria de parque nacional. Uno de ellos es la evaluación biológica.
Justamente en once días de investigación del equipo de NCI, en julio del 2017, se descubrió una culebra ciega, una rana y una salamandra, tres nuevas especies de anfibios para la ciencia. En total se registraron 344 especies de plantas vasculares, 136 especies de aves, 43 de mamíferos, 17 de anfibios y 6 de reptiles. Es un total de 546 de las que 48 son endémicas.
El barbudo cabecirrojo (Eubucco bourcierii), una de las 136 especies de aves de Río Negro-Sopladora. Foto: Cortesía Naturaleza y Cultura Internacional
En ese listado referencial falta incluir al jaguar, recientemente detectado, y otras especies de aves. De hecho, se estima que de este último grupo animal hay alrededor de 300.
Río Negro-Sopladora es un lugar casi deshabitado, sin embargo, enfrenta amenazas como la tala y desbroce de la cobertura vegetal nativa para la implementación de actividades ganaderas, más el corte del cedro (Cedrela montana) y la cacería deportiva del puma, tapir andino y venados.
Además, el parque nacional está atravesado por el Camino del padre Albino del Curto, religioso que en 1916 impulsó la apertura de una conexión entre Sevilla de Oro y Méndez. De ahí que en noviembre de cada año los pobladores y turistas realizan una peregrinación católica por el sendero. (I)