Las familias migrantes forman parte de uno de los grupos poblacionales afectados por la crisis derivada del coronavirus COVID-19. Las situaciones a las que se enfrentan por diversos factores las dio a conocer la organización Cáritas Ecuador.

Cristina Pancho, coordinadora del área de Movilidad Humana de la organización, contó que la situación de migrantes y refugiados en el país es compleja ya que antes de la pandemia enfrentaban riesgos en la vulnerabilidad de derechos, esto se ahondó más.

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Esto se dio porque la mayoría se dedicaba al comercio informal que por el confinamiento no han podido desarrollar sus actividades lo que ha disminuido sus ingresos. «Este ambiente ha generado que la calidad de la alimentación de la población migrante disminuya, en algunos casos las familias priorizan a los niños quienes necesitan comer y en otros casos se abstienen», dijo en el portal de la organización.

Pancho también indicó que otras de las situaciones que se presentan son los desalojos forzados que se dan por parte de los propietarios de viviendas, esto derivado por mantener deudas y no poderlas solventar a la falta de dinero.

En relación a menores de edad el acceso a la educación también se ha visto vulnerado al no contar con herramientas tecnológicas que les permitan acceder a clases virtuales.

«Con la pandemia la atención se desbordó, ahora más que nunca los recursos no son suficientes para toda la demanda de la población migrante. En los territorios donde se trabaja la ayuda humanitaria, los mensajes son incesantes por parte de familias que ya recibieron asistencia o de familias nuevas que requieren apoyo… En la realidad lo que hace Cáritas es un complemento, que no logra cubrir todas las necesidades de las familias migrantes y refugiadas», manifestó. (I)