Poca venta de boletos y negocios cerrados en terminal terrestre de Cuenca
Las actividades en la terminal terrestre de Cuenca se redujeron al mínimo al inicio de este martes. Los negocios de comida estaban cerrados, la mayoría de compañías no vendían boletos y los buses que entraban y salían a otras provincias eran contados.
A diferencia de un martes habitual, este 17 de marzo en los pasillos de la terminal la cantidad de gente que ahí circulaba era menor.
La mayoría caminaba con la boca cubierta con una mascarilla y los “enganchadores” gritaban los destinos para captar a algún pasajero de última hora.
En la parte intermedia, donde se ubican los puestos de comida, todo estaba cerrado porque la disposición es evitar que estos puestos atiendan, evitar la aglomeración de gente y por ende la propagación del COVID-19.
Pero en los andenes, la preocupación de los conductores era doble.
Kevin Velicela, chofer de compañías Turismo Oriental y Azuay, quien cubre las rutas Cuenca- Machala y Cuenca- Guayaquil, explicó que por un lado están pendientes de que el coronavirus no se esparza y las medidas son comprensibles, pero por otro no sabe cómo mantendrá a su familia porque para ellos “viaje llegado es viaje cobrado”.
Sostuvo que los conductores no ganan un sueldo fijo mensual y lo que lo tiene intranquilo es que de él depende toda su familia, nadie más trabaja. (I)