Libre ingreso a la universidad costó vidas hace 50 años en Ecuador

La visita del vicepresidente Jorge Zavala Baquerizo, el 29 de mayo de 1969, dio la alerta.

La orden del presidente José María Velasco Ibarra y de las máximas autoridades de la Universidad de Guayaquil era clara: desalojar, utilizando cualquier medio, a un grupo de estudiantes universitarios y secundarios que se tomaron la casona universitaria para pedir la eliminación de los exámenes de ingreso.

Un reclamo que por meses el Gobierno no escuchó.

Zavala pidió a los estudiantes que desalojaran pacíficamente el lugar, que estaba rodeado por elementos de la Policía, pero a pesar del riesgo los jóvenes se quedaron.

Los “sublevados” se organizaron ante el rumor de que las Fuerzas Armadas irrumpirían en cualquier momento. Formaron un solo grupo. La idea: levantar las manos cuando los militares entraran para evitar enfrentamientos.

Empezó la tragedia. El grupo de paracaidistas del Ejército, creado ese año, arribó al lugar. Armados y lanzando gases lacrimógenos, ingresaron al recinto universitario.

Los estudiantes levantaron las manos como lo habían planificado, pero el pánico se apoderó de varios de ellos que decidieron huir de la casona. Los militares y policías no dudaron y empezaron a disparar a los jóvenes.

“El tiroteo se generalizó en forma tal que la ciudad vivió momentos de tremenda angustia. Las detonaciones de los fusiles y ametralladoras se escuchaban a muchas cuadras de distancia, dando la impresión de que se estaba suscitando un combate a muerte”, refirió este Diario el día posterior al hecho.

Las cifras oficiales de la época registraron 6 muertos, 32 heridos y 67 detenidos, pero los fallecidos serían más ya que notas periodísticas posteriores a la tragedia hablan de al menos una veintena de estudiantes, que participaron en la toma de la casona, desaparecidos, según el investigador Miguel Cantos: “Nunca se contaron los casos de las desapariciones”.

Luego del terrible hecho, la Universidad de Guayaquil eliminó el examen de ingreso el siguiente periodo lectivo.

Sin embargo, a 50 años de esta tragedia, rige, desde 2012, un sistema de admisión que restringe el acceso a la educación superior. (I)