La Tuta se reserva derecho a declarar: el juego fiscal comienza
Luego de confesar en video su responsabilidad como líder de los Caballeros Templarios y como narcotraficante, Servando Gómez Martínez «La Tuta», se reservó su derecho a declarar dentro de la causa penal 19/2014.
«El inculpado solicitó la duplicidad del término constitucional de 72 a 144 horas para que la autoridad jurisdiccional defina su situación jurídica. Dicho plazo vence el próximo jueves 12 de marzo de los corrientes, a las 11:00 horas» se lee en el comunicado del Consejo de la Judicatura Federal.
Por supuesto, todo se trata un simple juego en el que «La Tuta» construye la manera más conveniente de perder. Aconsejado por sus abogados, es probable que la «La Tuta» busque hacer caer a los menos posibles con él, comenzando por su hermano Flavio, detenido en Mérida la misma noche que él y a quien prometiera que haría todo lo posible por ponerle en libertad.
La autoridades disponen de una larga lista de acusaciones y órdenes en contra de «La Tuta» que le dejarán caer a cuenta gotas para agotar a sus abogados, que no podrán postergar ni ampararse ante todas.
De acuerdo con Reforma:
«Ayer, la Procuraduría General de la República (PGR) cumplimentó una nueva orden de aprehensión contra Gómez Martínez por el delito de delincuencia organizada, la cual fue girada desde el 8 de marzo de 2014 por el Juzgado Tercero de Distrito en Procesos Penales Federales del Estado de México».
Se trata de la segunda orden que le cumplimentan. Al ser detenido en Morelia el pasado viernes fue puesto a disposición del Juzgado Cuatro de Distrito en procesos Penales de Toluca por delincuencia organizada y delitos contra la salud en la modalidad de fomento al tráfico de cocaína y mariguana.
La cara fiscal y penal del proceso de «La Tuta» será mucho más larga y menos espectacular que su detención. Un detalle no debe dejarse pasar: sin importar el poco capital político que represente por su bajo nivel dramático, las cuentas y patrimonio del líder de Los Caballeros Templarios deben ser lo primero en ser controlado, pues de otra manera, el esfuerzo será en vano.
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