La selección nacional sub-20 ha tenido una agenda muy ajetreada durante la Copa del Mundo de Polonia. En total ha recorrido 1791,9 kilómetros para jugar los seis partidos desde que se instaló en Bydgostia para la fase de grupos.

Los dos primeros encuentros ante Italia y Japón fueron en esa ciudad. Pero después tuvo que recorrer 513,6 kilómetros hacia Gdansk. Allí montó su base porque su último juego de la fase de grupos fue en esa ciudad. Ese recorrido fue por tierra. Tardó seis horas en el bus. El juego contra México fue en Gdynia, que está a 21 kilómetros, es decir, sumó 42 kilómetros más.

A partir de ahí tuvieron que ir hasta Lublin (513,6 kilómetros) para enfrentarse a Uruguay por los octavos de final.

La sede de los cuartos de final ante Estados Unidos fue en Gdynia, por lo que Ecuador volvió a Gdansk. Es decir 513,6 kilómetros más y otros 42. El domingo 9 de junio viajaron nuevamente a Lublin. Esta vez ya se desplazaron en avión para medir el martes a Corea del Sur por la semifinal.

Aún le queda un viaje más a la selección. Si gana la semifinal irá a Lodz, que está a 292,3 kilómetros. Pero, sí es derrotada tendrá que ir nuevamente a Gdansk para jugar el partido por el tercer lugar.

Estos viajes obligaron al cuerpo médico a enfocarse mucho en la recuperación muscular de los jugadores, inclusive las prácticas bajaron en intensidad.

Esto ha servido para que todos los jugadores estén en óptimas condiciones para la recta final del torneo. Solo Stiven Plaza se retiró de la concentración, pero él ya llegó con un problema al Mundial.